La escena hiperviral entre Will Smith y Chris Rock que nos dejó la noche de los Oscars representa fielmente el madridismo que deseamos, si bien (ay) no necesariamente el que tenemos. Para explicarlo hay que empezar por Chris Rock, un dizque cómico cuya verborrea incontenible siempre ha tenido la gracia en el culo y el culo de vacaciones. La cosa no sería tan grave si el sujeto callase de vez en cuando. Si hay alguien a quien se parece Chris Rock es a Dani Alves, un tipo que ejerce un histrionismo estomagante. En la escena de marras, no obstante, Rock no solo representó a ese adalid lenguaraz y estrambótico del antimadridismo sino al antimadridismo en pleno, esa matraca continua de posverdad y chiste malo.
Porque eso y no otra cosa, un chiste malo, es el mantra del anti. Precisamente a raíz del bofetón de Will Smith al soplagaitas de Rock, se ha popularizado un tuit nauseabundo. “Si lo hace Casemiro, no es ni tarjeta”. Ay que me da. Qué risa, tía Felisa. Y si lo hace Luis Suárez, ¿qué le dan, el Premio Sonrisa Vertical? Y si lo hace cualquiera de los malajes quebrantahuesos más o menos anónimos que cada domingo buscan cargarse a Vinícius sin por ello ver tarjeta, ¿qué le dan? Lo peor del antimadridismo no es tanto su continuada infamia como su nula chispa, que es exactamente lo que le pasa a Chris Rock en el caso que nos ocupa: es más lamentable la nula calidad del choteo que la inconveniencia del mismo.
Es un chiste malo detrás de otro. No hace ni una hora que el CM de As ha tuiteado una foto de Vinícius bañándose en el mar, invitando a los lectores a hacer un meme valiéndose de la foto. Es un Chris Rock de manual. Mira qué gracia tiene meterse con el Madrid, echar a Vini bajo las ruedas de la crueldad nacional, preparar un ambiente insoportable que complique el título de Liga al objeto de las chanzas. Conocemos esto perfectamente. Empieza en los albores de la era Villar, con aquellos dos tenerifes profusamente chrisrockizados por los medios. El escarnio, la burla, la zafiedad unidireccional.
Si hay alguien a quien se parece Chris Rock es a Dani Alves, un tipo que ejerce un histrionismo estomagante
El madridismo lleva décadas sentado en el patio de butacas del Kodak Theatre que es la Liga española, ese patio de monipodio, aguantando que cimbeles varios suelten desde el estrado toda suerte de ordinarieces dirigidas a su esposa, que es su Historia y su honor. A ello se une el que le tanguen el Oscar en su mismísima jeta, pero ese es otro tema del que no hemos venido a hablar aquí. Aquí hemos venido a hablar del averno de risas que alguien enlató para celebrar cualquier fracaso del Madrid. La humanidad celebrará más una retirada de tropas rusas de Ucrania que una pérdida de la Liga por parte de los blancos; pero se reirán más con lo segundo, como se han reído siempre, con esa risa grosera y estentórea con que gustan de enfangarse los chrisrocks de la vida.
No queremos más el madridismo de ese Will Smith que no solo perdona sino que hasta por inercia se ríe de la sandez ordinaria de Rock. Queremos el madridismo que de pronto (pero en realidad no es de pronto) toma conciencia de la magnitud de la infamia y tranquilamente se levanta, camina suavemente hasta el escenario y allí, concentrando en la palma de su mano derecha tanta ira milenaria, propina al fin el sopapo salvífico y devastador.
Queremos el madridismo de ese Will Smith.
Pues a mí me repugna ese madridismo/machito/machista que se desprende del artículo.
De vez en cuando, solo de vez en cuando, el Madrid debería patalear un poco, aunque sea un poquito, el último que lo hizo fue Mourinho, y ojo no me gusta el personaje ni el entrenador, desde entonces llovió un poco, lo cierto es que da cien patadas en la entrepierna, cuando entrevistan a mitad de partido al "fraile" , si no pataleamos un poquitín, aguataremos la lluvia de hostias, hasta que escampe. Pero no escampar.
Qué comentario tan necio. El host**n de Will Smith fue un soplo de aire fresco en este ambiente opresivo de buenismo. Lo de toda la vida: si te metes con mi familia, no tienes calle para correr.
Tal como son los estadounidenses de peliculeros y considerando el escenario para ofrecer réditos económicos., lo sucedido me parece un montaje .
No le niego la mayor, caballero. Pero permítame decirle que me tomo el artículo como una metáfora hiperbolizada, desconozco si tal expresión es admitida por los puristas; en cualquier caso espero que se entienda el sentido de la misma. Y a partir de ahí interiorizo el mensaje que nos envía el articulista. Desde ese punto de vista, tiene su razón como también la tiene Andrés Torres al escribir sobre el madridismo de Chris Rock. Recordemos aquel tópico típico: "nada es verdad ni es mentira , todo es según el color del cristal con que se mira".
Saludos para todos los madridistas auténticos, ya apóstoles, ya terroristas .
Me ha encantado la comparación, y sin embargo, tengo que dejar una apreciación personal: por momentos, el Real Madrid actual como club, como institución, me recuerda más a Chris Rock, cuya actitud tras recibir el sonoro h***ión es la de encajar y seguir con la farsa como si tal cosa. Sin un arrebato de indignación, sin una réplica. Es más, se ve a Rock prepararse para recibir el sopapo, que es lo que lleva mucho tiempo haciendo nuestro club ante las tropelías.