Kevin Costner es una de las mayores leyendas vivas de Hollywood con una carrera que se extiende por cuatro décadas. En su faceta de actor, productor y director ha tenido temporadas bajas y otras innegablemente ganadoras. Como todos los grandes, Costner sabe perfectamente que en este juego quien resiste gana. Y él ha resistido tanto como ha ganado. Ha trabajado con los mejores directores de su tiempo como Oliver Stone, Clint Eastwood, Tony Scott o Brian De Palma.
A finales del siglo pasado, Costner era la estrella indiscutible que proyecto que tocaba, proyecto que convertía en oro. Fue Lawrence Kasdan quien le dio la gran oportunidad. El director y guionista estadounidense contó con él en sus primeras producciones y, con el wéstern Silverado, Costner comenzó a ser considerado en el radar de Hollywood. Su papel protagonista como Eliot Ness en el film Los intocables dirigido por Brian De Palma le empujó definitivamente al estrellato.
el madridismo de Kevin Costner es más que evidente, pues todo aquel que ame el deporte y la epicidad acaba siéndolo aunque no lo sepa
En 1990, se consagra como la estrella indiscutible del momento al ganar el Oscar a mejor director y mejor película con Bailando con lobos. Con ella demuestra que es capaz también de dirigir una película con gran maestría y se enrola así en las filas de otros grandes actores que se convirtieron en directores con la facilidad con la que nada un pez en el agua. En 1991, estrena por partida doble JFK de Oliver Stone y Robin Hood, una de mis debilidades del cine de aventuras. Y alcanza su cima de popularidad el año siguiente con El guardaespaldas junto a Whitney Houston.
Llama la atención la afinidad de Costner con el cine deportivo. Ahora mismo no me viene a la memoria ningún actor con tantas películas sobre el mundo del deporte. Si bien es cierto que en dichas películas el deporte es más la envoltura, cimenta en los valores y quehaceres del deportista su conducta en historias dramáticas o románticas. El béisbol es el deporte predilecto de Costner en la gran pantalla. En 1988, estrenó Los búfalos Durham donde daba vida a "Crash" Davis , un receptor veterano que es contratado para enseñarle al lanzador novato los secretos del juego y cómo mantener una vida acorde con el profesionalismo. Al año siguiente, estrena Campo de los sueños en el que interpreta a un granjero de Iowa que vive una experiencia sobrenatural que le empuja a construir en sus tierras de cultivo un campo de béisbol para que en él puedan volver a la vida las viejas glorias del deporte.
En 1999, Sam Raimi lo dirige en Entre el amor y el juego. Aquí Costner es Billy Chapel, una leyenda del béisbol con 20 años de exitosa carrera. El día que le comunican que le traspasarán, su novia le anuncia que ha de romper su relación. En 2014, estrena Draft Day. En ella interpreta a Sonny Weaver Jr, el manager de los Cleveland Browns que trata de cerrar el fichaje del número uno el día del Draft. Aquí se mezclan los avatares que supone gestionar un equipo de élite en la NFL y los costes personales que acarrea en la vida íntima.
Por todo lo expuesto hasta ahora, el madridismo de Kevin Costner es más que evidente, pues todo aquel que ame el deporte y la epicidad acaba siéndolo aunque no lo sepa. Tanto es así que es innegable su parecido físico con Rafael Martín Vázquez, ese interior izquierdo de técnica muy superior a la media y de una capacidad innata para jugar a un fútbol preciosista fuera de toda duda. De hecho, para Athos Dumas, colaborador de La Galerna que lo entrevistó en marzo de 2020, Martín Vázquez era “el miembro de la “Quinta del Buitre” con más talento futbolístico”.
Junto a Butragueño, Sanchís, Míchel y Pardeza conforman la mejor generación de canteranos que ha dado el club. Tanto en lo deportivo como en lo social, La Quinta del Buitre supuso todo un acontecimiento en la España de los años ochenta. Aquellos chavales representaban a una generación que se atrevía a soñar a lo grande en mitad de un país que, como siempre recuerda el cineasta José Luis Garci, parecía vivir feliz en un verano permanente. En 2022, la Comunidad de Madrid les entregó el Premio Internacional del Deporte como reconocimiento a su trayectoria profesional. En palabras de la presidenta, “los cinco trascendieron lo futbolístico para convertirse en un fenómeno social y contribuyeron a cambiar la imagen de la capital”.
es innegable su parecido físico con Rafael Martín Vázquez, ese interior izquierdo de técnica muy superior a la media y de una capacidad innata para jugar a un fútbol preciosista fuera de toda duda
Martín Vázquez jugó 10 temporadas en el Real Madrid y cosechó un palmarés glorioso a lo largo de toda su carrera: seis ligas, dos UEFAs, dos Copas, Supercopas… Tuvo dos etapas de blanco; la primera abarca su debut en 1983 y dura hasta 1990, y la segunda va de 1992 a 1995. Fue un jugador pionero, pues fue uno de los primeros jugadores españoles en tener su experiencia en el extranjeto jugando en Italia para el Torino y en Francia para el Olympique de Marsella. Los últimos años de su carrera discurren en el Deportivo de la Coruña (1995 a 1997), el Atlético Celaya (1997-98) y el Karlsruher SC alemán, donde se acaba retirando.
Para terminar, y volviendo a Costner, me gustaría recomendar a todos su última película como director, llamada Horizon. Es su proyecto más ambicioso hasta la fecha. Además, representa toda una declaración de intenciones. Para costear esta epopeya ha llegado a hipotecar algunas mansiones y ha sacrificado su matrimonio. Estrenada a finales de junio de 2024, se espera que la saga se complete tras cuatro películas. A lo largo de 15 años, narrará las historias de varios personajes, veremos cómo transcurren los acontecimientos de la Guerra de Secesión norteamericana, y de telón de fondo tendremos la expansión y posterior asentamiento del oeste estadounidense.
Así pues, por su carisma, por su persistencia y por su legado, el bueno de Kevin Costner es un madridista por derecho.
Getty Images
Me encanta Kevin Costner y me encantaba Martin Vázquez. De los jugadores con más talento que he visto pero bastante irregular.