Buenos días. Nuestro portanálisis de hoy está rendido al mismo hombre al cual se rinden las primeras planas del día. Tiene 61 años y acaba de añadir una muesca más en su revólver de éxitos, aunque no es descartable que en su caso las muescas vayan en el tubo de escape. Se ha proclamado campeón del mítico rally Dakar por cuarta ocasión, logro que refrenda su condición de mito absoluto del deporte español. Su deslumbrante palmarés incluye también dos campeonatos del mundo de rallies en 1990 y 1992, con Toyota, entre otros entorchados.
Hablamos, por supuesto, de Carlos Sainz.
Hoy Marca (aunque no sólo ellos) aparta por un día el fútbol para rendir el merecidísimo tributo a un hombre que es, como se establece aquí, en efecto, el más grande. Se da la circunstancia de que además hablamos de un madridista de los pies a la cabeza, lo cual no esconderemos ni un minuto más que a quienes hacemos esta publicación, desacomplejadamente vikinga, nos solaza especialmente. Tan férreo es el madridismo de Sainz que llegó a formar parte, como recordaréis, de una candidatura a la presidencia del club. Lleva al Madrid en la sangre, y ni puede ni quiere ocultarlo.
"Sainz de Arabia", titula As, aunque nuestro protagonista no se parezca en exceso a Peter O'Toole. Se parece a sí mismo, lo cual es más que suficiente y satisfactorio. Su excelencia armoniza maravillosamente con su madridismo, como les sucede a otros héroes como Nadal o Fernando Alonso. ¿Qué es, al fin y al cabo, el Real Madrid sino una búsqueda indesmayable de la excelencia?
Hace unos días, con motivo de la presencia de Jan Laporta en Arabia Saudí, a cuenta de la Supercopa que por lo que sea no pudo ganar, el presidente culé se acercó a presentar a Sainz un saludo protocolario. Yuste, el vicepresidente culé, le propuso ante las cámaras presentes distinguir su carrocería con un sticker, no sabemos si del escudo del Barça o de la cara de Negreira. valga la redundancia. Con la educación y la bonhomía que le caracterizan, Sainz declinó amablemente la oferta, haciendo notar a los interesados que Sherlock Holmes jamás lució distintivo alguno de Moriarty.
Sainz, no obstante, trasciende el madridismo, hasta el punto en que un medio tan poco sospechoso de querencias blancas como Mundo Deportivo le dedica su portada también. Por nuestra parte, felicitamos calurosamente al mito por el alcance de su nueva hazaña, y nos postramos a sus pies como ante los de D. Alfredo o Zinedine Zidane. Trasciende el madridismo, sí, pero el madridismo lo siente como suyo.
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3 comentarios en: El madridismo de Carlos Sainz
Fué en la candidatura con Villar Mir, sin duda un error de los socios en 2006 no haberlos votado antes que a Calderón, más seriedad parecía que daban (luego se confirmó con creces que no tenía ni pizca de vergüenza Ramón Calderón), pero mirando a los elementos que han ido poniendo los socios farsalonistas en todo éste siglo sin irse más lejos pues ese error ya parece poca cosa.
https://okdiario.com/diariomadridista/img/2024/01/18/fuera-de-juego-655x368.jpg
Buenas tardes, espero que se vea, observen como para tirar la línea del fuera del juego de Bellingham, cogen un frame en el cual el balón ya ha ha salido de la bota del jugador blanco , Ceballos, que es el que dispara. ¡que tios! no se cortan un pelo la pandilla de tahures que dirige el arbitraje
Poniendo a un arbitro que es seguidor del atletico, includo reconocido por otros arbitros, que mas se puede esperar. Si la justicia no acaba con esta mafia de Medina canta de lejos lo vamos a pasar mal