Una de los grandes enigmas del universo es por qué el Barcelona ocupa el primer puesto en la clasificación liguera, con el descrédito internacional que eso supone para nuestra competición. No insinúo que tal vez no deberían ni estar en el torneo con lo que ya sabemos del caso Negreira, que también, ni tampoco que sea un misterio matemático, que hasta ahora sé sumar con ayuda de los deditos, sino cómo demonios han podido mantenerse en lo alto haciendo una temporada tan horrible. El Barcelona ha jugado peor día tras día, pero no por tener a estos u otros jugadores, sino por un contratiempo emocional continuado en su directiva, probablemente derivado de arrastrar en los bolsillos el lastre de la mala conciencia.
Desde hace muchísimos meses, son infinitos los partidos en los que han ganado por los pelos, después de exhibir un fútbol mediocre, arrancando puntos en jugadas siempre rodeadas de infortunio, de regalos incomprensibles del rival, o de polémica arbitral, rizando el rizo. Anticipo a los idiotas: si el Barça hubiera hecho una temporada brillante, sencillamente no escribiría sobre el asunto; si lo hago es porque es constatable que su fútbol no lo sabe explicar ni el propio Xavi, y que fuera de nuestras fronteras, sin el halo arbitral amigo y esas cosas, les han hecho media docena de trajes a medida en circunstancias humillantes. No metería el dedo en la llaga si este lunes Laporta no se hubiera empeñado en meter su cuchara sucia en mi sopa.
Cuento todo esto porque, aunque ha llegado tarde, está pasando lo que debía pasar. Con una ventaja enorme sobre los rivales, a los culés les está costando un mundo cerrar la Liga. Y después de ver el último partido, he llegado a una divertida e inesperada convicción: la Liga la va a ganar el Real Madrid. ¿Qué te apuestas? Yo no tengo la menor duda.
Párrafo de exención de responsabilidad: ya conocen mis lectores de La Galerna que mi entusiasmo a la hora de realizar vaticinios es inversamente proporcional a mi capacidad de acierto. Nadie ha olvidado que el año pasado pronostiqué una espectacular recuperación futbolística de Jovic, ejem, y que tras la última Champions firmé en estas páginas sin rubor alguno que este sería el año de Hazard (inserte aquí su carraspeo). El éxito, descriptible. Sabiendo esto, y asustado por la posibilidad de que firmar estas líneas anulase todo posible éxito blanco en la competición, he puesto en conocimiento de nuestro amado director el crimen columnístico que estaba a punto de perpetrar, recordándole mis antecedentes. Contra todo pronóstico, fui alentado a exponer aquí este vaticinio sobre la presente Liga, en mi opinión de modo un tanto imprudente, pero también les digo que si esta vez acierto seré el primero en beberme la Cibeles en cerveza.
La Liga la va a ganar el Real Madrid. ¿Qué te apuestas? Yo no tengo la menor duda
Retomo el hilo. Ganaremos la Liga porque quedan 27 puntos en juego y el Real Madrid está a 11. Que el Barcelona pierda 3 o 4 partidos en lo que queda de Liga, salvo aparición sobrenatural de una mano invisible o de una pócima mágica, no es descabellado. Tampoco lo es, viéndolos sobre el campo, que el Madrid gane todos los partidos de aquí a final de temporada, incluidos los de chapas, las pachangas contra la droga, y las apuestas de caballos.
Podría terminar todo tan apretado que, como madridista, solo me queda la decepción de que los nuestros asumieran demasiado pronto que nuestras únicas competiciones este año serían la Champions y la Copa del Rey. Pero, como es sabido, resucitamos mil veces por minuto, de modo que no tengo la menor duda de que el Madrid competirá a gran nivel hasta la última jornada.
Una salida de pista inesperada en la Champions podría echar al traste todo mi vaticinio. Mi pronóstico se basa en la alegría, en el swing que muestran los jugadores en el campo, y el Real Madrid está enchufado un año más a la locura europea de final de temporada: es puro nervio y ansia de victoria. En la otra cara de la moneda (guiño-guiño-codazo), el Barcelona está más pendiente de hacer chistes sobre los árbitros en el vestuario, y en criticar la altura del césped en las ruedas de prensa de después del partido. Uno se sabe demasiado vivo y el otro se sabe demasiado muerto.
Aquí queda mi profecía, no vista en los posos del café, pero sí en los ojos de Lukita Modric: el Madrid ganará esta Liga. Si nos dejan.
Getty Images.
Secundaría el artículo punto por punto si el Madrid estuviera a 4-5 puntos del Farsa. Estando a 11 lo veo una absoluta quimera. Creéis que el régimen (el de verdad) va a dejar que el Madrid le esquilme 11 puntos al Farsa???
Yo es que no quiero que el Real Madrid gane la liga. Si llegase lider a la última jornada, debería empezar a meterse goles en propia puerta, para demostrar su desprecio por la competición.
Tampoco me presentaría a la final de copa. Y menos tres días antes de la semifinal de champions.
El Real Madrid debería abandonar el fútbol español.
Contigo Burgondio.
Yo que el Madrid antes de no presentarse, elevaría una petición solicitando la suspensión momentánea de la final de Copa y en el caso de no atender dicha petición que con pan se lo coman y que se metan la Copa donde les coja
Bueno, el artículo tomado a broma está bien y no veo otra forma de tomarse el artículo.
No puedo creer que nadie pueda pensar que el barca va a dejar que se le escape la liga. Y no lo digo porque el barca tenga argumentos futbolísticos, ni porque le pongan ahora los partidos de noche, con el césped cortito y bien regado, no. Lo digo porque los árbitros que actualmente están en primera división han llegado donde están después de 20 o 30 años de funcionamiento de un sistema por el cual si pitas a favor del barsa subes de categoría y permaneces y de lo contrario no subes o te descienden. Esto no es comprar árbitros, esta claro, esto es comprar el sistema.
Es por esto que pongan el árbitro que pongan al barca o al Madrid, salvo casos más acentuados, da igual, todos están en el sistema.