Hay días que las hadas juegan con el rival y que los propios se empeñan en distraerse con el vuelo de una mosca, un silbido mal dirigido o su ensimismamiento insustancial. La carencia de concentración fue la primera causa por la que la productividad se diluyó, tras un comienzo prometedor. Sólo al final el equipo volvió a la intensidad necesaria, a la voluntad máxima que requiere un clásico. El Barça cumplió con estas premisas, y por eso ganó.
Quizás como consecuencia de lo dicho, porque hay días que el destino te castiga, el Madrid se fue diluyendo desde la suerte más sencilla, la que no tiene oposición, y que sólo se vuelve compleja en los momentos decisivos o en los que la empanada, la caraja y el desacierto se contagian de forma irremediable: el tiro libre. Uno no recuerda un día tan aciago en este ámbito para una plantilla tan cualificada.
Diez tiros libres errados a lo largo del encuentro, con muchos acumulados en la primera mitad, cambian la atmósfera, pesan como losas en el que falla y alivia al rival, que juega sin agobios. La confianza no fluye igual con diez o doce puntos de ventaja que con el marcador igualado o casi.
Así que el Madrid estuvo porfiando con desventajas que no se correspondían con el juego sino con el desacierto puntual, que pudo conducirle al desánimo intermitente. También, el equipo se vio desconcertado por la actuación arbitral, muy propia de esta competición.
El Madrid estuvo porfiando con desventajas que no se correspondían con el juego sino con el desacierto puntual, que pudo conducirle al desánimo intermitente. También, el equipo se vio desconcertado por la actuación arbitral, muy propia de esta competición
El juego se va tornando más duro cada temporada con la línea de la falta progresivamente más difusa. Con este criterio, muchas acciones se resuelven y otras van al limbo, creando cierto desconcierto entre los sufridores de la injusticia. Es un asunto pendiente para los rectores arbitrales que no debería ser excusa para el Real Madrid, cuyos jugadores deberían haber asumido esta realidad. Sólo Tavares merece la comprensión, convertido en un saco de boxeo y de lucha al que todos sacuden con impunidad manifiesta.
Por lo demás, amén de la superioridad defensiva del Barça, este escribidor se queda con el regusto de que la posición de base está sin resolver. Heurtel continúa con su irregularidad y Williams-Goss tuvo una penosa irrupción en el partido, que redimió con unos minutos brillantes en el tercer cuarto.
En definitiva, los azulgrana fueron más consistentes en su juego y constantes en el esfuerzo. Por el contrario, la mentalidad madridista fue y vino durante varias ocasiones en el partido, actitud incompatible con la victoria en un clásico. El equipo de Pablo Laso sigue en construcción con algunas fortalezas notables y consolidadas —el poderío reboteador y defensivo— y una carencia llamativa de fluidez ofensiva. Esperemos y confiemos: al fin y al cabo, la temporada está en pañales.
Fotografías Imago.
Lastima porque otra derrota en baloncesto les hubiera dado la puntilla. Con independencia del acierto en el juego la mentalidad del jugador culé en cualquier deporte es que si ve la sangre en cualquier equipo madridista es que le remata. Los nuestros no tienen ese carácter y disposición contra ellos.
Por último ayer sin Calathes, Huggins y Abrines era el día propicio para hacerlo aunque sea en la jornada 14 de la Euroliga
Los nuestros todavía fueron más perjudicados por las bajas ; Randolph, Thompkins, Alocén y Carroll (apuesto por su retorno y retirada en loor de multitudes, festejando títulos).
Nos falta un tirador como el comer...
Vi a los blancos algo faltos de energía y determinación. Entiendo que no echaran el resto porque lo de ayer, tal como se podía anticipar, fue para los locales Mas que un partido de balonsestu; un aquelarre independentista en el que los 3 esbirros del napias, y además CEO de la Euroliga, se erigieron en los mejores defensores por parte de los nazional-culeristes.
Joe Llorente conoce perfectamente cual es el espíritu blanco y sabe que "esta" se la apuntan. El tiempo es un juez inexorable que pone a cada cual en su sitio.
(*) Ya he perdido la esperanza de que algún día, en algún partido, ni que sea intrascendente o amistoso, el arbitraje no perjudique al Real Madrid.
Me falta en el análisis del partido,una cuestión capital.Como es posible que un jugador como Laprovitola rinda tres veces más en el Barcelona que con nosotros,hasta el punto de dejar a un nivel ínfimo a nuestros bases .Alguien se ha equivocado gravemente.
Equivocarse con Laprovittola??? Has visto algún partido de baloncesto bueno suyo en 2 temporadas con el Madrid?? Con NWG saliendo de una lesión y Alocen lesionado. Asi destacó Laprovittola Las notas a final de curso..
Para mi fue un robo. Mirotic tiro unos 8 tiros libres en el primer cuarto para meterlos en el partido, defienden con las manos jokubaitis, el tal sergi, etc y el Madrid con más faltas. Jokubaitis, davis y la rata calva haciendo flopping. Y el impresentable del entrenador blaugrana ni que decir. Así es más fácil ganar
Espero que los madridistas que se pronuncian sobre el Barcelona con respeto y pena por su situación...que los hay,vieran y escucharan el ambiente y los insultos de ayer en el Palau y vean la sangre,que como han dicho antes es algo que tienen ellos y que a nosotros desgraciadamente nos falta,pisar pisar y volver a pisar
Entiendo, hasta cierto punto, lo que comentas. Aunque hay que matizar que los que van por detrás en el prestigio deportivo son ellos. Está presente y bien claro , por mucho que el relato se empeñe en lo contrario, quien está arriba del todo. Las “víctimas” son ellos. Los “outsiders” también.Así que el desespero y la rabia está más inherente en ellos. Va más allá de lo deportivo . Y eso es trasladado a sus jugadores por directivos, prensa y afición culé.
Asimilemos la derrota y preparémonos para enfrentar al Unicaja. Ya sabemos que nos confeccionan unos calendarios que no son fruto de la casualidad. Contra todo y contra todos. Esto es grandeza. Échale huevos Madrid.
Que mania decir que el madrid no puede quejarse de los arbitros.