Acechado por cada flanco, pero resistiendo con pétrea firmeza. Así imagino a nuestro vetusto y señorial Real Madrid, último reducto de la grandeza clásica del fútbol europeo, en una era en la que los petrodólares y la Premier League dominan el fútbol de la forma más efectiva que existe; a través de la economía. El 14 veces campeón de Europa y probablemente también su viejo enemigo, el Bayern de Munich, son lo poco que queda de la línea de defensa continental ante la invasión británica, los únicos que pueden competir con su músculo financiero y atraer a futbolistas de primera línea, que firman a sabiendas de que ganarían más dinero en las islas (no es que estos dos clubes paguen poco, pero sí objetivamente menos), por la mística o la posibilidad de encontrar un camino más directo a la gloria deportiva que solo los trofeos proporcionan.
El fichaje de Jude Bellingham ha sido una puñalada en el corazón de la Premiership. El ‘wonderkid’ inglés, un fenómeno zidanesco llamado a marcar una era, ha desdeñado las numerosas ofertas procedentes de su país de nacimiento para sumarse al proyecto madridista, en una demostración de que el mejor equipo del mundo sigue siendo un actor principal en el mercado de grandes contrataciones.
Estratégicamente, la impecable gestión del Real Madrid es la que hasta ahora le ha permitido seguir compitiendo contra la elite británica y dominando la última década en la Champions, la copa de las copas, el entorchado indiscutiblemente más deseado. Al contrario de lo que aducen aquellos que ubican al Madrid en la categoría de club-estado, lo que permite seguir acometiendo operaciones gigantescas a la entidad que preside Florentino Pérez es haber seguido un régimen financiero muy estricto, con poquísimas desviaciones presupuestarias y una excelente política de ventas para poder sufragar nuevos fichajes. De hecho, es más que probable que la llegada de Bellingham se haya acometido antes del cierre del ejercicio 2022/23 porque el club ha obtenido más beneficios de los que presupuestó hace un año. Y como se trata de una entidad deportiva que no reparte dividendos entre sus accionistas, lo ideal es ajustar las partidas de ingresos y gastos para no tener que afrontar tasas extraordinarias por beneficios. Es decir, el conservadurismo a la hora de presentar las cuentas anuales permite alegrías de este tipo. Al otro lado del telón tenemos a clubes que cada año predicen ingresos absolutamente irreales y acaban presentando pérdidas una y otra vez.
El 14 veces campeón de Europa y probablemente también su viejo enemigo, el Bayern de Munich, son lo poco que queda de la línea de defensa continental ante la invasión británica
En todo caso, tras la indiscutible potencia económica de la Premiership, la competición que ha arrasado en cuanto a talento al resto del planeta (al menos hasta la reciente irrupción de Arabia Saudí) hay evidentes indicios de que se está hinchando una burbuja muy parecida a la que estalló en los 90 en Italia o la década pasada en España. Los equipos profesionales ingleses ven como sus ingresos de incrementan año tras año (duplicando ya los de la liga española, por ejemplo), gracias principalmente a su popularidad internacional. El problema es que las balanzas tienen dos platos, y es el de los gastos el que no se suele tomar en consideración. Porque el fútbol inglés consume más dinero del que genera, acumulando números rojos que se intentan paliar con ampliaciones de capital e inyecciones de deuda subordinada (hasta 2.400 millones de euros en los últimos 5 años por estos conceptos), cuando no con patrocinios fantasmas por parte de accionistas sobrados de dinero y faltos de ganas de cumplir con la legislación.
El sistema es un monstruo de déficit que se hace más y más grande y que se basa en la imposible creencia del crecimiento infinito. En algún momento, los ingresos de la competición tocarán techo. Si la estructura de gastos sigue en progresión expansiva (y nada apunta a lo contrario), el sistema, que ya acumula deudas totales cercanas a los 6.000 millones de euros, se tambaleará. Ya hay muchos clubes (pequeños en su mayoría) en suspensión de pagos, y equipos que deben cantidades casi imposibles de devolver. Principalmente el Chelsea, aupado a grande de Europa por Roman Abramovich, que tras vender el club se ha convertido en su acreedor mayoritario. Los londinenses tienen más de 2.000 millones en números rojos, algo que les convierte en el segundo equipo más endeudado del planeta, solo superado por ese en el que estás pensando ahora mismo. No, el oligarca ruso no inyectaba dinero por deporte en el Chelsea, solo prestaba lo que ahora reclama. Obviamente, no es una excepción, más bien una regla que solo desafían los auténticos clubes-estado como City o Newcastle, que usan la más burda ingeniería financiera para sortear las reglas vigentes y poder gastar lo que jamás generarían.
Al contrario de lo que aducen aquellos que ubican al Madrid en la categoría de club-estado, lo que permite seguir acometiendo operaciones gigantescas a la entidad que preside Florentino Pérez es haber seguido un régimen financiero muy estricto
La Premier sigue inmersa en una espiral de fichajes y salarios muy por encima de la lógica del mercado, que es lo que les permite reunir a la mayoría de los mejores futbolistas de la tierra. El propio gobierno británico, ante el alto riesgo de quiebra que presentan muchos de los equipos de todas las divisiones futbolísticas inglesas, quiere imponer límites antes de que llegue un desastre que es fácil augurar. La dependencia de las inyecciones extras de los accionistas expone al fútbol inglés en un contexto financiero extremadamente volátil. Mientras, sin accionariado, con un modelo económico de bajo riesgo en el que se invierte solo lo que se tiene o en aquello que repercute en una mejora directa de los ingresos, el Real Madrid aguarda impasible a que la rueda gire otra vez y cambie el polo de poder hacia otra latitud para pelear con aquel que venga. Como siempre.
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No es la Premier la que cree que puede haber crecimiento todos los años, es el capitalismo. Vivimos en un sistema basado en la deuda y eso, por desgracia, no significa que nada vaya a cambiar. El FCB es un ejemplo perfecto de cómo funcionan las cosas. ¿Que no puedo fichar en base a ingresos?, pues lo hago en base a deuda. Y me da igual porque he ganado la liga dos meses antes al Madrid. Esa es la realidad. Está muy bien pensar que todo se va a acabar algún día pero los estados siguen endeudándose y los equipos de fútbol también. El Madrid tampoco es que esté saneado. La deuda es enorme pero lo importante no es tanto cuánto debes sino si puedes ir pagando. El Madrid no podrá aguantar otro año a 20 puntos del Barcelona y más pronto que tarde no podrá competir en Europa. Está muy bien cuadrar los números pero hay que saber en qué mundo vives. Si no eres competitivo no ganas, si no ganas no puedes permitirte fichar grandes jugadores, y sin eso (ya nos lo enseñó el propio Florentino) no puedes ampliar ingresos. A veces hay que asumir riesgos.
A ver si vamos a tener que sacar la lista de clubes deportivos desaparecidos o reestructurados...
No estoy diciendo que nos volvamos locos. Pero a veces parece que es una barbaridad gastarse 100 millones en el primer equipo y vemos normal que el estadio cueste 2.000 millones.
Esto no tiene nada que ver con el capitalismo. En el país capitalista por excelencia , USA, los distintos deportes (Fútbol americano, Béisbol, Hockey, Basket, etc) están debidamente regulados y aunque un magnate compre un equipo, de hecho hay muchos que lo hacen, están debidamente regulados por una normativa en cuanto a salarios, inversiones , etc, que impiden que se produzcan quiebras por motivos económicos. En el futbol europeo es todo lo contrario , se buscan trampas legales, o directamente se incumplen las normas con el beneplácito de los que deben velar por su aplicación ( ver casos recientes de la Uefa von el City y PSG, o de la liga con el Barca) Esto llevará a la desaparición de algún club importante a no tardar mucho. Al tiempo.
No digo que sea lo ideal, digo que es la realidad. El Barcelona es el vivo ejemplo. Compite e incluso gana en base a la deuda. Le vale con comprometer sus ingresos ya sean presentes o futuros. El caso de las franquicias americanas no tiene nada que ver porque son de propietarios ricos. Es cierto que el mercado deportivo americano está mucho mejor regulado pero no tiene nada que ver con el fútbol europeo. Yo no estoy de acuerdo en el planteamiento, lo que digo es que hay que tomar riesgos y equivocarse lo menos posible. Cuando el Madrid fichó a Figo o a Zidane multiplicó sus ingresos, ganó títulos y eso le permitió convertirse en el club más importante del mundo. Antes de eso veníamos de 30 años de contención y bastante mediocridad quitando la etapa de la quinta que se basó en cantera. No nos equivoquemos, Florentino no ha cambiado, lo que ha cambiado es que el Madrid ya no se endeuda para enriquecer al equipo sino al estadio. Eso generará ingresos para pagarlo, seguro, pero no creo que sea suficiente para hacer un equipo al nivel Premier. Sin un jugador franquicia estamos condenados a milagros como el del año pasado o a temporadas regulares como la presente. Necesitamos hacer más atractivo al equipo, bien trayendo a los mejores o formándolos aquí o jugando un fútbol que nos permita competir en brillantez. Sin eso tendremos un estadio espectacular pero nos faltará lo más importante: un espectáculo que lo llene.
Es que no es cierto que el Madrid no se endeude para enriquecer al equipo. De los 10 jugadores más valiosos del mundo , según Transfermarkt, el R.Madrid tiene 4 y si nos vamos a los 20 , tiene 6. Esos registros no los tiene ningún equipo del mundo, y salvo el caso de Valverde el resto ha sido a golpe de talonario , 303 millones €. A esto hay que sumarle los fichajes que han resultado fallidos por diversas causas ( Hazard , Jovic, Mendy, etc) y tenemos otros 200 millones más o menos. Si te parece poca inversión no se hasta cuanto hay que gastar.
Macduff me refiero a que el Madrid, desde que se aprobó la construcción del estadio, ficha solo con las ventas, es decir, si vendo por 100 compro por 100. Es una estrategia conservadora, loable, y que ha dado buenos resultados pero que no sé si será suficiente con lo que viene. No era la estrategia de Florentino antes del estadio. Esa era la de ficho aunque tenga que pedir prestado porque los fichajes me aumentan los ingresos y además consigo buenos resultados deportivos. Lo del ciclo virtuoso… Es cierto que se han realizado inversiones con un retorno sensacional como Vinicius, Rodrygo Militao o Valverde, pero también es verdad que ha habido errores importantes como Theo, Hazard, Odriozola, Jovic, Mariano o Renier. Entre los jugadores más valiosos están Rodrygo, Vinicius o Valverde que yo no considero fichajes de rendimiento inmediato, fueron inversiones a largo plazo que se están confirmando. El Madrid no hace una gran contratación desde Hazard (quitando por supuesto la de Bellingham este año). De he hecho no está entre los 30 equipos que más invirtió en los últimos 10 años.
Discrepo , creo que es justamente al revés, no compro por lo que vendo sino que vendo por lo que compro porque sino la situación seria absurda económicamente ( caso Chelsea actual con una plantilla desmesurada que ahora tiene que malvender) y porque existe una limitación en España en cuanto al número de la plantilla; sería ridículo tener a jugadores fuera de esta y cobrando del club.
Otra cosa es que los posibles refuerzos que provocan estos movimientos luego no den el resultado esperado (Hazard , Jovic) y la plantilla no sólo no mejore sino que sea algo peor. Pero ese es un riesgo inherente a toda inversión y que nadie te puede garantizar que no va a suceder.
En lo de los fichajes a largo plazo creo que es muy importante que el club valore debidamente el potencial del jugador , tenga paciencia y haga oídos sordos a los aficionados. Si por alguna parte de la afición fuera , posiblemente ni Vinicius, ni Militao, ni Valverde y ahora Tchouaméni estarían en el Club.
Conclusión
El mundo del fútbol también está PODRIDO