El Madrid se queda sin Supercopa

Era más que probable que el Real Madrid no pudiera repetir título de la Supercopa de España tras un verano en el que ocho de sus jugadores (Sergio Rodríguez, Sergio Llull, Felipe Reyes, Rudy Fernández, Willy Hernangómez, Jonas Maciulis, Gustavo Ayón y el Chapu Nocioni) han disputado el Eurobasket o el FIBA Américas, encadenando estos torneos con el viaje a Brasil para conquistar la Copa Intercontinental.

A ello había que sumar las lesiones de Rudy Fernández y Jeffery Taylor, que dejaban corta la rotación exterior y el periodo de adaptación de los nuevos fichajes, agravado por los pocos entrenamientos juntos de todos los componentes de la plantilla. Si además añadimos que enfrente el Madrid tenía a un Unicaja que jugaba en casa, que se ha reforzado magníficamente este verano y que desde la llegada de Joan Plaza va dando pasos año tras año para tratar de convertirse en una alternativa seria al dominio de Madrid y Barça en el baloncesto nacional, la tarea se presentaba casi imposible.

Y así fue. Un equipo cansado tanto física como psicológicamente aguantó tan sólo 10 minutos para venirse abajo en el segundo cuarto, en el que la falta de intensidad defensiva permitió a los jugadores de Unicaja abrir una brecha que se fue ampliando con el transcurso de los minutos hasta quedar fijada en el 94-79 final, que refleja la diferencia vista entre los dos equipos durante el partido.

Es el Unicaja un merecido finalista de la Supercopa, por ganas y por juego. En el Madrid sólo se pueden rescatar los 18 puntos y 10 rebotes de Felipe Reyes y los buenos minutos de Luka Doncic, que empezó algo tímido pero que completó un buen último cuarto, de nuevo demostrando que a sus 16 años está listo para competir en la elite.

Pierde el Madrid el primer título de la temporada, que en buena medida se puede decir que ha cambiado por la Intercontinental. Pero esto ni debe hacer saltar ninguna alarma ni tiene por qué ser malo: el equipo estaba agotado y se ha enfrentado a un muy buen rival. Dejarse la Supercopa por el camino evita la ansiedad por revalidar una campaña como la anterior, absolutamente excepcional.

Esta ansiedad por batir todos los registros de victorias en una temporada ya le jugó una mala pasada al Madrid hace dos temporadas, y aunque nunca podemos alegrarnos de una derrota tampoco pasa nada por subrayar el lado positivo de la misma: es interesante que la ansiedad se deje de lado desde el principio.

En una temporada tan cargada de partidos como la de los clubes que disputan Liga y Euroliga es fundamental llegar a febrero frescos, cuando de verdad empieza la fase decisiva con la disputa de la Copa del Rey. Para el Madrid, que no ha tenido pretemporada y que va a tener que pelear en un grupo muy duro en la Euroliga, puede ser decisivo ir cogiendo el ritmo poco a poco durante este mes de octubre, dejando la presión por mantener imbatibilidades a un lado. Se debe ver un lado bueno en la derrota.

Fieles a nuestra condición cainita, ya hemos empezado nuestra labor de crítica al equipo. 372 días después del inicio de una temporada inolvidable, y teniendo en cuenta las circunstancias que rodean este arranque de temporada, es inconcebible que ya exista quien ha retirado el crédito a esta plantilla. Pero tal vez no seríamos el Real Madrid si imperara la sensatez en nuestros juicios...