Mientras el Real Madrid de fútbol intentaba flotar en las aguas turbulentas de Manchester, el de baloncesto repitió su dominio sin réplica. Una superioridad sin ambages que rememoró tiempos pretéritos, desde el Madrid de Emiliano y Luyk de los años 60 hasta el reciente del propio Laso. Una sucesión de equipos con la esencia compartida del juego de vértigo, del dominio de las situaciones adversas. Un regreso al pasado con tintes añejos y novedosos, pues a Sergio Llull se unieron Yabusele y Poirier en actuaciones soberbias.
Como siempre, como indican los cánones del club, por más que destacaran los citados, la victoria fue colectiva. Las ideas que fraguaban nuestro plan se asentaron con el paso de los minutos, y mediado el segundo cuarto el dominio madridista despuntó en el nudo del encuentro, una luz que emergió sobre la mano de Elías sin contradicción, como la fuerza de atracción entre los astros induce la gravitación.
Al empeño que ofreció el Maccabi en el comienzo del partido, el Madrid opuso la tranquilidad que hace una semana creíamos perdida. Impasible ante la rapidez y tino individual, sin verse afectado por la densidad del ambiente, la defensa madridista se asentó para convertirse en el primer paso de un torrente de contraataques. Esta célere disposición le otorgó canastas fáciles cerca del aro, y como la fluencia tampoco se detuvo en la ofensiva estática, las situaciones cómodas de tiro, incluso las bandejas, facilitaron el tránsito hacia un partido cómodo, hablando en términos relativos.
el encuentro fue cayendo del lado madridista por lógica deportiva y por estadística avanzada, que, en mi cómputo particular, incluye los bemoles.
Los altos madridistas desactivaron los macabeos con contundencia, de forma que su juego ofensivo quedó limitado a los pequeños, bien sujetos por la lista de defensores pegajosos en esta línea: Hanga, Abalde, Rudy, Williams-Goss, Causeur. Como quiera que los israelíes se esforzaban más en ataque que en el amparo de su canasta, el encuentro fue cayendo del lado madridista por lógica deportiva y por estadística avanzada, que, en mi cómputo particular, incluye los bemoles.
Un último apunte acerca de los designios del Real Madrid, de sus propósitos asumidos por una voluntad férrea. Nadie daba un sextercio por este equipo hace una semana, debilitado por trances de inseguridad manifiesta, con la peor racha de partidos de la historia como local, incluso con una crisis interna generadora siempre de tensiones. Ajenos al drama, impelidos por la fuerza del club y la sabiduría de Pablo Laso y sus ayudantes, un puñado de veteranos y noveles han hecho borrón y cuenta nueva cuando sólo lo pueden hacer quienes ostentan una condición superior. Capitaneados por los magníficos Rudy y Llull, el resto ha mostrado una predisposición y entidad competitiva de primer orden, incluidos lo que, como Williams-Goss, llevaban toda la temporada en entredicho. Una vez más, este equipo merece nuestro reconocimiento y nuestro respeto por una victoria en el momento que nadie soñaba y ante otro histórico, que ayer cometió su mayor error antes siquiera de empezar el partido, cuando decidió cambiar el amarillo tradicional de su vestimenta por el blanco. A eso se le llama tentar al diablo.
Aquí aplica la frase del legendario Luis Aragonés, acaso el más madridista de los atléticos. Él no sabía que era madridista, pero a diferencia del relato atlético consistente en llorar, al bueno de Luis solo le importaba una cosa: "Y ganar, y ganar, y ganar, y volver a ganar". Es una opinión muy madridista.
...pues eso es el Madrid de Laso. Ganar y volver a ganar. Y cuando pierden, les seguimos queriendo igual.
Abrazos madridistas.
Señor Julio:
Solo he de decirle que el Zapatones se forjó, a nivel carácter y mentalidad ganadora, en el Real Madrid. Su paso por el filial blanco , por aquel entonces el Plus Ultra, fue fundamental en ese sentido .
Expondré los lemas del Real Madrid con los que más me identifico ; el último de ellos es original y soy su autor , aunque no tengo los derechos del mismo. Los cedo altruistamente al club, por si quisieran hacer uso del mismo. Quizás está mal que lo diga yo; pero es muy buena frase. Es muy potente.
Por favor, que nadie se enerve al considerarme altivo y/ petulante. Nada Mas lejos de la realidad, a tenor de lo que afirman personas que me conocen y, por ende, me aman.
A calzón quitado y siendo absolutamente honesto, sin máscaras ni caretas encubridoras, reconozco que a nivel foro busco notoriedad , generar polémica y, sobre todo , molestias a determinado perfil de forero-tertuliano.
- Hasta el final, vamos Real
- Contra todo y contra todos
- Only one team is king
- Real Madrid, la rebeldía constructiva .
Un afectuoso saludo a todos mis seguidores, sin excepción.
(*) Ahí va un regalo:
https://www.youtube.com/watch?v=cfBmizHxJec
Formidable. Otra vez en la F4. Merecen toda nuestra admiración.
Tienes toda la razón Jou,un Maccabi sin la camiseta amarilla jugando en casa es inaceptable, es como quitarle el traje de superhéroe al Capitán América (bueno eso ya lo hicieron con la serie El Nómada y fue un desastre). A nosotros también nos sirvió de escarmiento en el Clásico.
Todos los superhéroes tienen que salir en las pelis con su traje de gala.
Es de admirar el don de la ubicuidad o, al menos, de la bilocación, de Karim Benzemá: ayer, marcando dos goles en el Etihad Stadium y, como se puede apreciar en la foto de portada de este artículo, entrando a canasta en La mano de Elías.