Se acabó el verano. No, no es que hayamos viajado en el tiempo hasta el 23 de septiembre, que por cierto, vaya miseria de viaje en el tiempo, sino que a las 00:00 del día de ayer, acabó lo que de un tiempo para acá se ha venido a llamar “summeriana”. Tras la decepcionante temporada que tuvimos que padecer el año pasado, estábamos todos asomados al balcón esperando ver el desfile de jugadores salientes y sobre todo de los entrantes. Todos deseosos de que se consumara aquella revolución que anunció Zidane, aquello de se irán cinco o seis y vendrán otros cinco o seis. Pues bien, de aquel final de mayo a este inicio de septiembre, Zidane no ha decepcionado en su vaticinio. Sí, lean bien, no ha decepcionado. Para empezar, no recuerdo a Zidane pronunciando la palabra “revolución” cual beatle alopécico, y sí hablando de “habrá cambios, pero muchos jugadores se quedarán aquí”. La promesa ha devenido en realidad, aunque con la pequeña trampa de que se fueron quienes quisieron irse y se quedaron los que quisieron quedarse, lo cual, a mi entender, dice muy poco de la dirección deportiva del equipo. O dice mucho. Dice que esta es errática, improvisada, que se trae talento pero que no se le da la oportunidad de ratificarlo en la primera plantilla. Hay una desconfianza de Zidane en la savia nueva, o una deficiencia a la hora de ir integrándola en la ya consolidada. Desde mayo, Zidane creó en su laboratorio un sistema de juego cuya piedra angular sería Pogba, confiado en que Florentino obraría su magia y el Manchester United cedería ante los encantos del presidente. Pero ni hubo magia ni los muros del United cayeron para que Pogba los atravesara de camino al Bernabéu.
Se le señaló la puerta de salida a Bale, pero este ni siquiera se acercó a ver si estaba entreabierta. A James se le puso la maleta teñida de rojiblanco en esa misma puerta de salida, pero después del episodio lamentable del 27 de julio en la International Champions Cup la maleta se quitó de en medio y nunca más se supo. Y Pogba flotaba en el ambiente mientras el centro del campo se vaciaba en cesiones y ventas. Acabará viniendo, ya lo veréis, igual que Neymar se irá al final al rinconcito del noreste. Y Zidane-Paul Newman, el incendiario, empezó a desechar a todos los Eriksens, Van de Beeks y similares que se le ofrecían, mientras que Florentino-Orson Welles le dejó hacer confiando en la relación casi paterno-filial que ambos tienen y en esa intuición de quien ya lo ha visto todo en la vida. Y mientras tanto, nosotros, sentados en el patio de butacas, hemos visto pasar este largo y cálido verano moviendo la cabeza de derecha a izquierda en un continuo no, no, y no. Sudando y no sólo por las altas temperaturas, temiéndonos una repetición de la temporada pasada, intentando encajar a Pogba en el centro del campo, estudiando geometría euclídea para poder entender el 5-3-2, el 4-3-3, el 4-4-2 o cualquier otra disposición que pudiera desplegarse en el terreno de juego, o todas a la vez, que más que el ballet del Bolshoi a veces el equipo nos parecía la función de fin de curso del colegio de cualquiera de nuestros hijos, y Zidane, en vez de Herbert Von Karajan o Zubin Metha, un loco cualquiera en el arcén de una autopista agitando los brazos para vete tú a saber qué. Pero, pese a todo ello, y dada la confianza inquebrantable que le debemos al Real Madrid, hemos de mantener la fe en que, al final, todo saldrá bien. Y que en este fin de verano, mientras nosotros seguimos sudando la gota gorda haciendo cábalas y mesándonos los cabellos, Zidane y Florentino están sentados en el muelle de la bahía, adaptando la canción de Otis Redding, viendo partir a los infieles, dejando el tiempo correr, sabiendo que más pronto que tarde, volverán.
A mí la resolución final de la summeriana no me gusta. He de empezar admitiéndolo. Me resisto a creer, más que nada porque no podría asumirlo, que ciertas historias personales de Zidane estén detrás de la salida de Marcos Llorente. Y creo que si el objetivo número 1 era Pogba, habría que haber parado la operación del canterano al menos hasta que este fichaje se concretara.
El resultado es que solo tenemos un mediocentro puro, más unos cuantos jugadores que pueden retrasar su posición para hacer un apaño. Y espero que cuando falte el brasileño se opte por poner un doble pivote con dos de esos apaños, porque ahora mismo es irremplazable. Otra esperanza es que Valverde explote esta temporada y se muestre bastante mejor de lo que hasta ahora me ha demostrado. Buenas características físicas y técnicas las tiene, pero siempre le he visto algo perdido tácticamente (a veces, menos, también a Llorente).
Un buen equipo técnico (y el del Madrid lo es, no solo Zidane) busca sacar el mejor partido a lo que tiene. Y esa es mi esperanza esta temporada. En ese sentido, vi variantes interesantes en el partido de Villarreal. Lástima que fueran arruinadas por dos acciones puntuales, especialmente la primera, que echan a perder todo el trabajo de una semana. Habría que añadir una tercera acción puntual: el penalti no pitado por el dúo árbitro-VAR. Pero quizá debamos asumir que jugamos con hándicap, para no amargarnos más. Incluso con el hándicap de que, de haber ocurrido exactamente la misma jugada en la otra área con el mismo resultado, la prensa estaría hablando de escándalo en el estadio de la Cerámica, e indagando el color de la bolsa que llevaba el árbitro a la salida.
En fin, todo mi apoyo al equipo, deseando que todos den todo en cada partido. Les pondría antes de los mismos el video de la goleada del Atleti en pretemporada, para que salgan cabreaditos.
P.S. Un poco de comunicación por parte del club en cuanto a los qués y los por qués no vendría mal. De lo contrario, será Piqué el que nos lo explique todo. A su manera.
Hay un muchacho cedido en el Zaragoza llamado Soro que promete mucho como MC. Si hay mucha gente que opina que hay que saber vender a pesar de que parezca temerario algunas veces, igual la operación de Llorente era lo más correcto dado su momento. Piensa que tras la final de Kiev, era el momento quizá de haber vendido a Bale y no se hizo.
Además creo que Valverde cubre más registros que Llorente y como decía, el Madrid se ha asegurado relevo en un chaval de 20 años que pisa fuerte.
La política de comunicación del club, si es que existe, es pésima. No sé ya en cuántos comentarios lo habré dicho. Urge un cambio y este sí debería ser radical.
Denuncias denuncias y más denuncias desde todos los estamentos del club denuncias al Varza cada vez que nos pongan un micro delante denuncias cada entrevista denuncias cada comunicado del club denuncias así hasta que nos dejen de robar, a este u otro árbitro denuncias en todos sitios a los g.g. h.h. de Burgos bengechea a los clos ee turno a los medios instigadores y manipuladores denuncias y no dejar acceder a nuestro campo a los antimadridistas descubrir y denunciar....y no hay más lo de la otra mejilla y señorío para quién lo quiera, que nos distraen con tonterías y nos tangan otra vez sino al tiempo
Se puede optar por eso y pagar el peaje de pasar por llorones o se puede hacer como la sección de Baloncesto, apretar los dientes y con solidaridad del equipo, volver a dominar desde el juego.
Creo sinceramente que tenemos más problemas que los puramente arbitrales aunque confío en que este año con la larga plantillas que tenemos y la juventud que atesora, superarlos más pronto que tarde. Tras el parón de selecciones nos vienen dos partidos importantes que pueden devolver la moral a la tropa para llegar a tope al Metropolitano.
Yo creo que nos equivocamos un poco con el escudo, esta claro que somos el Madrid, que viene de serie eso de que somos un equipo que con el agua al cuello resurgimos y que nunca, nunca, nunca se nos puede dar por muertos y que siempre debemos o deberiamos creer en el equipo.
Pero al final un equipo lo hacen los jugadores, y estos jugadores no vamos a engañarnos, no dan mas de si.
Unos porque no pueden dar mas del maximo que dan, otros porque no llegan o pasan directamente de llegar al maximo...y otros porque el ponerse el escudo o la camiseta del Madrid no los hace mejores, son lo que son.
Y aparte del portero que para mi Keylor le da mil vueltas ( y se nos acaba de ir ), la defensa que es un coladero y el centro del campo que no existe, no hay nada como comparar la delantera que tenemos con otras que hay en Europa, ejemplo PSG, Farcelona o Liverpool, no hay color y eso particularmente me revienta..
El problema es la defensa al completo, incluyendo el portero, y que falta un medio fuerte, de músculo. Pero en ataque, hay un tridente de alto nivel y suplementes de calidad y muy jóvenes. El resto de la plantilla, 2 por puesto. Y Hazard, que ha costado más de 100 kilos, un fichaje galáctico. Yo no veo la plantilla tan mal, el problema es que la defensa es un coladero, Ramos hace errores de alevin, y Carvajal defiende menos incluso que Marcelo. Y Odriozola es un paquete de cuidado que nos han colado los representantes del fútbol expañol.