Dicen que a Fede Valverde lo descubrieron con dos años jugando en la calle. Esto es mucho mejor que todas esas historias de precoces descubrimientos hollywoodienses. Con dos años apenas se ha empezado a correr, pero dicen que Valverde, con tres, ganó su primer trofeo, marcó un gol y se quitó el pañal para celebrarlo. Lo de “Pajarito” se lo dijo un entrenador de aquel tiempo: “Se lo puse porque es chiquitito y anda volando”.
Ahora Federico (qué gran nombre para un mediocampista del Madrid) ya tiene veinte años y todavía anda volando. Después de verlo el sábado en el Bernabéu me acordé de Birdman planeando sobre las calles de Nueva York. Pero Valverde es mucho más sencillo que eso. A Valverde parece que le va saliendo el talento despacio para darnos el gusto de ser los privilegiados espectadores de tan suculento y emocionante proceso.
Valverde parece plenamente conformado, hecho al revés de otros diamantes madridistas a los que se les ve el brillo, pero no aún la forma. De Valverde no sabíamos qué jugador era al contrario que Vinicius, por ejemplo. El brasileño a veces parece un holograma que deslumbra, mientras que el uruguayo es un hombre joven que hierve por dentro. Un volcán que crece lento y va soltando su lava rebosante para refrigerarse.
Lo del sábado fue una especie de erupción, pero yo sueño con la destrucción futura de Pompeyas y Herculanos. Contra el Granada “el pajarito” abría sus alas que eran sus piernas y lo atrapaba todo. Yo no esperaba ver un jugador que corta balones de la mitad para abajo y también de la mitad para arriba. Se le podía ver lanzando el contraataque, antecediendo a la defensa y hasta escabulléndose de todos sus marcadores en la punta.
Y todo es aún como incipiente. Da la sensación de que Federico puede ser un jugador eternamente incipiente y cada día mejor. Un futbolista inacabable que nos haga un regalo cada partido. Yo lo vi ayer sobrevolando las calles de Nueva York, como Birdman, pero no en un sentido onírico. Yo lo vi nada pretencioso y todo poderoso abriendo sus alas (¡las piernas!) para robar todas las veces necesarias antes de hacerle visualizar a Hazard su gol precioso y liberador.
Yo lo vi abriendo espacios, asombrando con su zancada, esquinándose, alejándose entre las colinas para romper al rival en pedazos desde su retaguardia, justo antes de que Modric destruyera el último baluarte como antaño, como si Federico fuese la clave. Como si fuera el revulsivo que va a terminar de exprimir a esos viejos campeones en la victoria, antes de convertirse, soñemos, en un capitán volador.
El futuro mediocampista crack del Madrid y de Uruguay sin duda alguna ahora toca le den continuidad y protagonismo, por favor ZZ, haz lo mismo con Vini, Rodrigo etcétera HALAMADRID
Ójala nos deleite con muchas más actuaciones como ante el Granada, mientras el resto iban con diesel o sin plomo, nuestro amigo Fede llevaba queroseno. Tiene pintaza de todocampista, humilde y trabajador, ADN madridista. Gran apuesta del cuerpo técnico del RM
Saludos
Soy prudente al respecto. Sin embargo, a fuer de ser sinceros, he de decir que es un jugador que ya cuando se fichó de Peñarol y recaló en el Castilla me pareció interesante. Le vi, además de talento , poso, dedicación, entrega, concentración , intensidad y mala leche...y solo con 17 años. Veremos lo que sucede, en el Madrid no solo has de ser muy bueno para triunfar, es necesario tener padrinos y/o ángel...Atentos.