Buenos días, amigos. El colegiado Melero López se convirtió ayer, con ocasión del Real Madrid-Girona del Bernabéu, en un auténtico pionero. Consiguió dos cosas que no había logrado nadie hasta la fecha. Ambas tienen indudable mérito, no sabríamos decir cuál de las dos en mayor medida.
En primer lugar, se convirtió en el primer árbitro que expulsa a Toni Kroos en toda la carrera deportiva del alemán. 381 partidos con el Real Madrid, 206 con el Bayern, 106 con Alemania, 48 con el Bayer Leverkusen. Ni una sola expulsión. Melero ya tiene algo que contar a sus nietos.
Pero no solo eso. Los nietos de Melero escucharán embelesados las batallas del abuelo. El segundo logro es tal vez más impactante aún. Es el primer trencilla que saca de quicio a Carlo Ancelotti, a quien hizo decir cosas que no estamos acostumbrados a oír decir a Carletto. Cuando alguien tan moderado y ejemplar como el italiano pierde el temple, mucha gente debería empezar a pensar que algo sucede.
Hay que felicitar a la selección sub-17 de fútbol femenino, que salomónicamente comparte honores de portada con la controversia del Bernabéu en los diarios deportivos de hoy. Y a continuación hay que preguntarse hasta cuál de sus célebres canas (las tenía ya a los 30) está Ancelotti del factor arbitral para quejarse tan amarga y frontalmente como refleja Marca. Para ser sinceros, en una segunda toma lateral a este portanalista la mano de Asensio le parece eso, mano y por tanto penalti. No es la mano derecha sino la izquierda, que se activa de manera instintiva, para protegerse, y desvía la trayectoria del balón. Pero existen tantas normas y circulares al respecto, a cual más abstrusa y peor redactada, que ya nadie sabe a qué atenerse. Atención a lo que decía sobre esto John Falstaff, abogado de profesión, ayer, tras el escándalo, en el chat de La Galerna.
“Esto recuerda mucho a los ordenamientos jurídicos comunistas: una confusión de innumerables leyes y normas, deliberadamente contradictorias, como forma de justificar la arbitrariedad de la autoridad, cuya actuación, sea en el sentido que sea, siempre estará amparada por una norma jurídica. Es la prostitución del principio de legalidad, no mediante la negación del mismo, sino a través de su hipertrofia”.
En cuanto a la otra jugada polémica, el gol anulado a Rodrygo, nos parece discutibilísimo el que el portero del Girona tenga realmente el balón retenido, como se supone que tiene que pasar para anular el gol, cuando Rodrygo mete astutamente la puntera para enviarlo a la red. La norma, de nuevo, es tan incomprensible en su literalidad que lo mismo da para anular que para no anular. En ese contexto, con esa discrecionalidad vía ininteligibilidad, puede pitarse lo que se quiera, lo que invariablemente va a coincidir con lo que quieran Roures y Tebas, claro.
¿Y qué quieren Roures y Tebas? Pues una Liga con un Barça fuerte para mantener el nivel de su producto, muy depauperado. Es una forma artificial y repugnante de mantenerlo con vida, claro. La gente no es tonta y se da cuenta. Como tampoco hace falta ser una lumbrera para darse uno cuenta de que en la redacción de As triunfó anoche la aversión a meterse en líos: portada casi completa para las niñas de la selección y trocito de faldón para el lío del Bernabéu, donde volvió a triunfar esa extraña alianza entre un indepe y un señor de Fuerza Nueva que rige en España los destinos no sólo del fútbol sino de su relato, que es tan importante como el fútbol mismo. Estos dos, y no la tecnología, son el verdadero problema. No lo dudéis.
En cuanto a la prensa cataculé, pues tan contentos, claro. Mundo Deportivo adopta una postura pancatalanista, por así decirlo, y se felicita por lo que llama el “gironazo” no en tanto favor al Barça (que también), sino per se, digamos, siendo como es el Girona un equipo de Cataluña (y de Emiratos, o sea del City, o sea de la órbita Roures). El Girona juega bastante bien en general. Lástima que ayer, en el segundo tiempo, decidiera arruinar su buena reputación con un festival de pérdidas de tiempo bastante lamentable. En la rueda de prensa, en cambio, estuvo muy bien Míchel, su entrenador, admitiendo que lo de Rodrygo era gol legítimo.
Y llegamos a la paletada del día, amics. Qué mejor manera de cerrar por hoy esta sección que con un buen agradecimiento sin coma del vocativo. Otras veces ponen en diferentes colores el mensaje y el receptor para escudarse en eso, pero hoy no se toman ni la molestia. “Gracias Girona” por “Gracias, Girona”. La coma ha ido a parar al mismo limbo que el gol de Rodrygo.
Pasad un buen día.
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