Ni son tan siniestras como la célebre “Banda de los 4” de la China post-Mao, ni pasarán a la historia como “Los 7 de Chicago”.
Han hecho mucho daño al fútbol femenino a nivel de selección, que durante meses ha emitido unos hedores francamente insoportables.
Todo comenzó en septiembre del año pasado, justo unas semanas después del batacazo de la selección española en la Eurocopa 2022, cuando cayó en cuartos de final ante la anfitriona, Inglaterra, por 2 goles a 1 tras llegar empatadas a la prórroga.
Es bueno recordar la alineación de aquella tarde de julio en Brighton: Paños; Batlle, Paredes, León, Carmona; Bonmatí, Guijarro, Abelleira; Cardona, Esther González y Caldentey. Entraron como cambios Del Castillo, Alexandri, Sheila García y Sarriegi.
En septiembre de 2022, 15 jugadoras firmaron un escrito (enviado por correo electrónico y de forma individual) en el que pedían la destitución del seleccionador, Jorge Vilda, ya que “los últimos acontecimientos en la selección española y la situación generada (…), están afectando de forma importante a mi estado emocional y por lo tanto a mi salud”, lo cual les impedía desempeñar su trabajo como profesionales del fútbol que son durante las concentraciones de la selección.
Las 15 jugadoras eran las siguientes: 6 del FC Barcelona (Sandra Paños, Patri Guijarro, Mapi León, Aitana Bonmatí, Mariona Caldentey y Claudia Pina, 2 del Atlético de Madrid (Lola Gallardo y Ainhoa Moraza), 2 del Manchester City (Leila Ouahabi y Laia Alexandri), 2 del Manchester United (Ona Batlle y Lucía García), 2 de la Real Sociedad (Nerea Eizaguirre y Amaiur Sarriegi) y 1 del América (Andrea Pereira).
En septiembre de 2022, 15 jugadoras firmaron un escrito en el que pedían la destitución del seleccionador Jorge Vilda sin explicar los motivos con claridad. 3 más insinuaron su apoyo a las 15 sin atreverse a dar el paso
Además de estas 15, Irene Paredes y Alexia Putellas, ambas del FC Barcelona, publicaron la carta, mostrando por tanto su solidaridad con el escrito, aunque no lo firmaron y quedaron por tanto al margen. Jennifer Hermoso, jugadora del Pachuca mexicano, hizo por su parte un comunicado independiente, no muy favorecedor para el seleccionador Vilda.
Es decir, que aparte de las 15 del email reivindicativo, otras 3 jugadoras, pesos pesados de la selección (Irene Paredes era la capitana del combinado nacional), quedaron en un limbo ambiguo, dejando claramente insinuar que estaban con las otras 15, pero sin atreverse a dar el paso. Putellas, como recordaremos, estaba por entonces recién lesionada de gravedad. Paredes hizo una comparecencia en la RFEF, en la que no acabó de concretar nada, ni aclaró los posibles motivos de sus 15 compañeras, en una ambigüedad que hizo saltar todo tipo de especulaciones, de índole deportiva, e incluso de índole de tipo muy morboso (que no vamos a repetir por aquí ya que no hay pruebas absolutamente de nada), dejando un escándalo mayúsculo por entonces sin resolver.
Repasando la alineación de las jugadoras que perdieron ante Inglaterra en la Euro 2022, se comprueba que 7 de ellas más 2 que salieron desde el banquillo formaban parte de las 15+3 jugadoras discordantes. Es decir, bastante más de medio equipo. Teniendo en cuenta que Putellas no pudo jugar (habría sido titular indiscutible sin duda en el puesto que ocupó finalmente Teresa Abelleira) por su lesión de rotura del cruzado de la rodilla.
Tras el terremoto que supuso el famoso escrito de las 15, Rubiales cerró filas en torno a Vilda, dándole su apoyo indiscutible, y ahí empezó una nueva etapa de la selección en la que predominaba el número de jugadoras del Real Madrid. De hecho, Paredes perdió su condición de capitana, y el brazalete pasó a manos de Ivana Andrés, también capitana del Real Madrid, y como segunda y tercera estaban la portera Misa Rodríguez y la lateral Olga Carmona.
Rubiales cerró filas en torno a Vilda. Empezó una nueva etapa parala selección, con más jugadoras del Real Madrid, En la que dio la cara empatando contra suecia y ganando por primera vez a Estados Unidos
En esos meses, sin prácticamente presencia azulgrana en la selección, se empató 1-1 contra Suecia en El Arcángel de Córdoba (con abucheos constantes a Jorge Vilda) y se ganó en un gran partido por primera vez a Estados Unidos en El Sadar de Pamplona por 2-0, con solo la defensa Laia Codina como jugadora del FC Barcelona (la joven Salma Paralluelo, una de las sensaciones del Mundial, estuvo convocada, aunque no llegó a jugar). La selección dio la cara en esos meses sin ninguna ayuda de las 15+3 jugadoras díscolas, “rebeldes sin causa” ya que nunca llegaron a decir la verdad de lo que había pasado entre ellas y el seleccionador, todo quedó en amagues y en insinuaciones, nunca en afirmaciones y hechos probados.
Poco a poco se acercaba el Mundial 2023 de Australia y Nueva Zelanda y ya se rumoreaba que, por ejemplo, Aitana Bonmatí tenía claras intenciones de jugarlo, ya que debido a su gran temporada (culminada con la conquista de su club de la Copa de Europa ante el Wolfsburgo), era una clara candidata al Balón de Oro 2023 y, de perderse la Copa del Mundo, se ponía en claro peligro su candidatura.
Y así, poco antes de la convocatoria definitiva de cara al Mundial, varias de las 15+3 acabaron por recular e informaron a la RFEF de que volvían a estar disponibles para volver a la selección, sin que (que se sepa) hubiesen pedido disculpas al seleccionador y a la propia federación. Se trataba de las 3 jugadoras que definiremos como “ambiguas”, la antigua capitana Irene Paredes, Jenni Hermoso y la ya recuperada Alexia Putellas, además de 8 de las 15 firmantes del escrito de la discordia: Bonmatí, Caldentey, Batlle (reciente fichaje del Barcelona tras su periplo en el Manchester United), Paños, Alexandri, Lucía García, Ouahabi y Pereira. De las 15+3 iniciales, ya habían reculado, por unas razones o por otras, 11 de ellas.
Vilda podía haber seguido sin contar con ninguna de ellas, ya que las que sí estuvieron al pie del cañón a muerte con él y con la selección habían dado el do de pecho con buenas actuaciones y resultados muy positivos. Pero en ese momento, Vilda vio que este Mundial 2023 era una buena oportunidad para él y para el fútbol femenino español, y en cierto modo perdonó (aunque sin previas disculpas de las “rebeldes”) a 6 de ellas, el núcleo duro de las más veteranas, Paredes, Hermoso y Putellas, quienes, repetimos, nunca firmaron el escrito aunque lo apoyaron a su manera, y 2 puntales del recién campeón de Europa, el FC Barcelona: Aitana Bonmatí, Mariona Caldentey más Ona Batlle.
Las otras 5 (Paños, Alexandri, García, Ouahabi, Pereira) no fueron ni siquiera preseleccionadas entre las 30. Recularon pues para nada, y eso que una de ellas, la meta Sandra Paños, había sido titular de España durante años.
Poco antes de la convocatoria definitiva de cara al Mundial, varias de las 15+3 recularon e informaron a la RFEF de que volvían a estar disponibles para volver a la selección, sin que (que se sepa) hubiesen pedido disculpas al seleccionador y a la propia federación
Quedaron por tanto 7 de las iniciales 15+3 sin bajarse del carro. A las 7 amotinadas (aunque ya decimos que sin jamás explicar convenientemente las razones de su amotinamiento), Mapi León, Claudia Pina, Patri Guijarro, Lola Gallardo, Ainhoa Moraza, Amaiur Sarriegi y Nerea Eizaguirre, por lo menos habrá que concederles que han sido consecuentes desde el momento en el que firmaron el célebre escrito y que no han vuelto a querer saber nada ni del seleccionador Vilda ni de la RFEF.
Cuando Vilda redujo la preconvocatoria de 30 futbolistas a la lista definitiva de 23, causó daños colaterales o, mejor dicho, directos, en varias de las mujeres que le habían apoyado durante los meses de crisis en la selección, y hay que decir por ello que se comportó de forma injusta y desagradecida con 7 de ellas, y en particular con 2, Maite Oroz y Marta Cardona, protagonistas ambas de la gesta de derrotar a la selección estadounidense en Córdoba.
Ahora que España ya se ha clasificado para la final de la Copa del Mundo, que disputará el próximo domingo contra Inglaterra, se puede quizás decir que Jorge Vilda, pese a los dardos envenenados que ha venido recibiendo durante meses (y también tras el varapalo, 4-0, ante Japón, que resultó absolutamente intrascendente) por parte de la prensa mayoritariamente culé (que le ha tachado de madridista cuando lo cierto es que Vilda llegó a ser canterano de La Masía), se ha salido con la suya y que sale muy reforzado, independientemente que se gane o no el título universal.
Dicha prensa y diversos altavoces afines venían reclamando hasta hace poco (véanse declaraciones de Vero Boquete, Danae Boronat, Rubén Uría), por ejemplo, la presencia de Mapi, Patri y Paños (recordemos una vez más que estas 3 fueron titulares indiscutibles en el fracaso de la Euro 2022) en el XI titular, menospreciando, entre otras cosas, la magnífica labor de Tere Abelleira como ancla de la selección, o riéndose de las actuaciones de Misa, de Rocío o de Olga ante Japón. Habrá que imaginar la cara de estos heraldos antimadridistas ante el inmenso trallazo de Olga Carmona, a pase de Tere Abelleira, por cierto, que supuso la clasificación para la final del domingo en Sidney.
Ahora que España ya se ha clasificado para la final de la Copa del Mundo, se puede decir que Jorge Vilda sale muy reforzado, pese a los dardos envenenados que ha venido recibiendo durante meses por parte de la prensa mayoritariamente culé
Y finalmente, cabe decir que no a Alicia Arévalo, la narradora de los partidos en RTVE. Arévalo soltó al final del partido ante Suecia algo así como “es el triunfo también de las que no están aquí”. Pues no, señora Arévalo, no es así. Sobre todo, si se refiere a jugadoras como Paños, Guijarro, Pina y a la maleducada Mapi León, que estuvieron presentes en todos los sucesivos fracasos de la selección en anteriores campeonatos, y que se borraron (por los motivos que ellas sabrán) de esta selección. Bonmatí, Caldentey, Paredes, y alguna más traicionaron sin duda sus propias convicciones, pero a la hora de la verdad sí que han aportado para llegar hasta donde nunca antes se había llegado.
Mucha suerte para la selección el próximo domingo. Aunque muchos tendrán “Mixed Emotions”, como la canción de los Stones, si se gana a Inglaterra y seguirán haciendo piruetas para negar el pan y la sal a Vilda (que algún mérito tendrá para haber llegado hasta aquí, eso es de cajón).
Getty Images.
Estaba viendo la semifinal y no sabía quién lo comentaba. Cuando escuché el comentario del que habla en el penúltimo párrafo, pensé que era Vero Bocazas y que iba a detallar uno a uno el nombre de las que no estaban de grupo de las 15+3. Y no pasó. Fíjese que pensé que alguien le habría conminado a cerrar el pico.
A mí también me da muchísima rabia por las jugadoras que nunca se negaron a acudir a la llamada de la Selección y no han sido convocadas para jugar el Mundial. Desde luego, ellas sí son las que no están y también son parte del triunfo.
¡Jodo, qué detallista! Se agradece.
Y ,tanto o más, la foto primera . Con "Drácula" Vilda y las víctimas detrás. Buenísima foto.
Jajaja. ¡Es cierto!
Tengo la impresión, seguramente más bien la esperanza, de que todo este tema de la Selección ha roto al Barça. Por muy amiguis que digan ser: a Mapi y compañía le tiene que estar haciendo mucha pupa el éxito español y seguro que piensan que las que han ido al Mundial son unas vendidas; Aitana pelea por ser la nueva Balón de Oro y Alexia no acaba de recuperarse de su desgraciada lesión: tensión; y por otro lado están Salma y Cata más felices que unas perdices. Me parece que el 15+3 puede haber provocado la implosión del grupo. Desde luego, sería justicia poética.
Por cierto, Salma: fichar.
Información. Periodismo.
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