Después de la tempestad viene la calma, aunque se suceden las semanas y todavía siguen saliendo noticias relacionadas con la gravedad del BarçaGate. La más importante, la denuncia de la Fiscalía y la adhesión como causa particular de entidades tan potentes como Real Madrid, la Liga y el CSD.
De todos estos actores, en realidad el más relevante políticamente es el Consejo Superior de Deportes (CSD), porque de él depende la Federación Española de Fútbol, que a su vez nombra a los dirigentes del Comité Arbitral. Y el responsable del CSD es un político, nombrado por el Gobierno.
Y el Real Madrid es el más relevante futbolística y socialmente, porque moviliza a una gran cantidad de masa social, y porque es además el principal perjudicado, y quien tiene también varias cuitas con la Liga (otro personado).
Lo que ahora hay en juego son 3 cuestiones fundamentales: 1) ¿Que va a pasar con la liga española? 2) ¿Qué va a pasar con la Superliga? Y 3) ¿Qué va a pasar con el F. C. Barcelona?
Así que quedan muchísimas cuestiones por dirimir y la menos pronta va a ser la sentencia judicial que se emita sobre este caso. Esa decisión, que tardará varios años, de 1 a 5, a saber, no va a ser, sin embargo, la que provoque varios terremotos en el fútbol nacional e internacional.
Lo que ahora hay en juego son 3 cuestiones fundamentales:
1.- ¿Que va a pasar con la liga española?
La liga española afronta el escándalo con la casi certeza de que es una estocada de muerte para una competición ya de por sí muy devaluada. Tras el fin de la gran batalla entre Messi y Cristiano, no quedan grandes figuras, más allá de las que aportan el Real Madrid y el Barça. El fútbol español en un solar en el que los clubes venden al mejor precio a sus mejores jugadores a la Premier inglesa. Nos hemos convertido en una liga menor, como cuando nuestros clubes iban a Holanda, Bélgica o Latinoamérica a comprar allí a sus mejores jugadores.
Aunque las televisiones dicen aquello de la mejor liga del mundo como un mantra, al igual que un loco que se siga refiriéndose al Imperio Español para hablar de España, la realidad económica de la liga es que cada vez somos menos relevantes.
Este escándalo acabará de dar la puntilla final para situarnos por detrás de las grandes ligas y convertirnos en una liga secundaria. Sin grandes contratos televisivos, sin grandes estrellas, con dos instituciones como la Liga y la Federación enfrentadas entre sí, solo faltaba el mayor escándalo de corrupción del fútbol europeo para rematar una caída a los infiernos.
Y ese escándalo lo protagoniza, además durante 20 años, ni más ni menos que uno de los equipos más importantes de España y de Europa, el F. C. Barcelona, que todavía ayudaba a sostener una liga moribunda.
Este escándalo acabará de dar la puntilla final para situarnos por detrás de las grandes ligas y convertirnos en una liga secundaria
Y si la Federación no se mueve con prestancia y depura el Comité Arbitral y toda sombra de sospecha y relación previa con Negreira, quizá no quede ni eso, y el descrédito de la liga sea tan grande que se convierta en España como el ciclismo, un deporte manchado también en su día.
¿Qué le queda a la liga? Un Real Madrid que está deseando abandonarla. Ahora mismo, el Real Madrid es el gran sostén de la competición, aunque curiosamente ha sido en esta temporada cuando con más virulencia se le ha recibido en muchos campos al club y a sus estrellas, como a Vinicius.
No deja de ser curioso, nuevamente, porque si algún club puede provocar que un aficionado extranjero se quede pegado a la televisión mirando la liga, ese es el Real Madrid, y jugadores como Vinicius. Y, sin embargo, la liga permite arbitrajes laxos para golpear una y otra vez al brasileño y sacarle tarjetas; los clubes y la prensa azuzan a las masas para insultarle y acosarle; y la justicia parece obviar el racismo y no protege a un chico, que lo único que quiere hacer es jugar al fútbol.
Así que ese Real Madrid que figura como sostén lleva, en realidad, casi un lustro deseando salirse de una liga que ni le reporta los suficientes ingresos económicos para competir con la gran Superliga actual, la Premier, ni tampoco le reporta una satisfacción emocional de disfrutar del recibimiento y cariño de otras aficiones.
Al contrario, se ha convertido en una suerte de vía crucis ir a determinados campos y ser recibidos, no como un club adversario, sino como un club enemigo. Y estos recibimientos hostiles llaman aún más la atención cuando se les compara con los encuentros internacionales ante posibles rivales de una hipotética Superliga, como el Liverpool, el Bayern de Múnich o el City, donde el respeto y admiración hacia el Real Madrid es máximo.
2.- ¿Qué va a pasar con la Superliga?
¿Y la Superliga? Pues la Superliga está a una sentencia de ser una realidad, de convertirse en un mix entre la Champions actual y una competición como la NBA. Porque la UEFA tendrá que negociar. Será una liga entre los mejores, con sus sistema y descensos y su organización determinada, pero será el principal foco de atención del Real Madrid. Como lo es ahora la Euroliga de baloncesto.
Esa Superliga será la válvula de escape del Madrid, donde centrará todos sus esfuerzos, y de la que recibirá gran parte de sus recursos. Para esa Superliga, tendrá un estadio nuevo y radiante. Y para el éxito final la misma ha tenido que deshacerse del F. C. Barcelona, porque precisamente la génesis de la competición es parecerse lo más posible a las competiciones de Estados Unidos.
La Superliga sería la válvula de escape del Madrid, donde centraría todos sus esfuerzos, y de la que recibiría gran parte de sus recursos
Es decir, debe ser una competición transparente (en la NBA son públicos todos los salarios, traspasos...), enfocada al público y al espectáculo y evidentemente lo más limpia y justa posible, con un equipo de arbitrajes con la mejor tecnología y sin tacha de corrupción.
Y esto nos deja con la pregunta final, ¿qué va a pasar con el F. C. Barcelona? Es difícil especular a varios años vista, pero yo no estaría muy tranquilo como investigado, a la vista de lo relatado. Al menos las personas físicas tienen gran probabilidad de ser encarcelados. ¿Qué le sucederá en los próximos meses al F. C. Barcelona como club?
De primeras, está la mancha indeleble de la corrupción en el club. Y esa mancha daña terriblemente la imagen de un club con patrocinios de grandes multinacionales. Empresas que buscan un retorno económico, vinculándose con entidades deportivas reconocidas y prestigiosas.
Ese daño económico en forma de patrocinios retirados irá apareciendo a medida que el proceso judicial avance (admisión de la querella, testimonios de Laporta y otros testigos, testimonios de expresidentes, noticias relevantes, pruebas, etc...) La Juventus perdió a varios de sus patrocinadores.
El BarçaGate daña terriblemente la imagen de un club con patrocinios de grandes multinacionales. Empresas que buscan un retorno económico, vinculándose con entidades deportivas reconocidas y prestigiosas
La diferencia es que este F. C. Barcelona tiene una situación económica ya de por sí francamente comprometida. Con millones de euros en deudas y refinanciaciones, el segundo efecto adverso de todo esto para el Barça va a ser la conversión en Sociedad Anónima Deportiva o la venta parcial de sus activos. Lo segundo acabará en todo caso en lo primero, porque la situación financiera blaugrana es insoportable. Y por el camino, Laporta tendrá que dimitir, y ya veremos cómo y quién coge el testigo de un club a la deriva.
3.- ¿Qué va a pasar con el F. C. Barcelona?
Lo tercero que hay que dirimir es cómo queda el Barcelona deportivamente. ¿Qué va a pasar? Dado que el juicio es penal y no parece que la Justicia Deportiva española pueda imponer penas, a priori, el equipo permanece en las competiciones nacionales. Ahora bien, la UEFA y la FIFA sí parecen más dispuestas a sancionar al club, evitando su participación en Europa. Buscan expiar sus propios pecados de corrupción, señalando al más débil. En este caso, el Barcelona. Así funcionan estas cosas, y posiblemente el Barça se quede sin la Champions Legue.
Y eso tiene un doble impacto, el económico nuevamente y el estrictamente deportivo, porque muchos jugadores no querrán estar un año en un club que no disputa competiciones en Europa, que es donde hay más visibilidad. Y eso equivale a más dinero, mejores contratos de publicidad, etc. Luego, posiblemente, si se da este caso, el Barcelona tendrá problemas tanto para atraer a jugadores como para retenerlos.
Esto es lo referido al estricto corto plazo, es decir, meses. En el medio plazo, el Espai Barça aparece como un proyecto imposible, tanto por el coste de refinanciación como por el desprestigio actual del Barça y la situación financiera. Y en el largo, la sentencia, cuando llegue y como llegue.
El caso BarçaGate, nunca Caso Negreira, es un antes y después para el Barcelona, para el fútbol español y posiblemente para el fútbol europeo.
Getty Images.
Se hace camino al andar. Lo sucedido en Anfield y el Bernabéu (homenaje a Amancio y homenaje al Liverpool) es un pasito más hacia la Superliga. Parece que no, pero estas cosas dejan poso.
Ahora imaginemos que la UEFA y la Premier quieren volver a movilizar a los aficionados ingleses, como hace un año, contra la Superliga y en el fondo contra el Real Madrid, mascarón de proa de la competición desde el principio. Pues a los aficionados reds ya les iba a dar más pereza.