El fútbol es de las Islas Pitcairn

Buenos días. Este portanalista servidor de ustedes no se había enterado de que jugaba España. Dicen que el partido fue nefasto y que queda muy en el aire la participación de España en el Mundial de Catar. Como español que, además de portanalista, es también este servidor de ustedes, me aliviaría sobremanera el que mi país no participara en una cosa que se va a jugar en estadios construidos por trabajadores en régimen de semiesclavitud que han perdido la vida a millares por las condiciones infrahumanas en que han desarrollado su labor.

Dicho esto, la prensa patria -y con ello incluyo, con todos los perdones, a la catalana- parece presa de un sobrecogimiento indecible ante la mera idea de que la Selección, hoy llamada la Roja, quede fuera de esa competición malhadada.

“Patinazo mundial”, titula As, con esa imagen de Luis Enrique en la posición adecuada para expeler el propio partido disputado por los suyos. Ya decimos que no vemos razones para lamentar la posible ausencia de España en ese Mundial. Sí las hay, en cambio, para lamentar la presencia de ese Mundial en el horizonte cercano del planeta. Puaj.

Al menos, As nos informa también en portada de la certeza que tiene Benzema de que Kylian Mbappé va a jugar algún día en el Real Madrid. Las declaraciones de Karim nos alivian un poco después de la decepción de la summeriana, que nos dejó con la miel en los labios y destortugados. Vamos a ver si se cumple el vaticinio halagüeño de Karim. Como explicaba ayer en este artículo Jesús Bengoechea, hay mucho en juego.

Sport se lamenta también del agujero en el que se ha metido España, y se ocupa cuidadosamente de no personalizar la derrota en Suecia en ningún jugador culé. Hombre, no iban a poner en portada a Eric García a pesar de que fue responsable con su bisoñéz de uno de los goles suecos. Se empeña Luis Enrique en convocar y alinear a este chico, que tiene cara de buenísima persona que deja pasar a las señoras antes y siempre ayuda en su parroquia. El mundo necesita personas como Eric García, pero no necesariamente sucede lo mismo con la Selección, a la cual no se le convoca para cantar “Alabaré a mi Señor” entre guitarras desafinadas a la hora de la ofrenda, sino para que no nos metan más goles de los estrictamente necesarios, de esos que no suelen meterte cuando por ejemplo está por medio, digamos, Nacho Fernández.

De todos modos, ya decimos que nos congratula la posibilidad de que España pueda quedarse sin participar en el sucio Mundial catarí. “La Selección no depende de sí misma para evitar la repesca”. Tiene suerte de que no dependa de nosotros.

Por lo demás, ¿qué es la repesca? ¿Quién la juega y cómo se disputa? Sugerimos, por si esto no está claro, eliminatorias de repesca que partan de treintaydosavos de final y en las que participen Martinica, Liechtenstein, Islas Pitcairn y Brazatortas (Ciudad Real), entre otras potencias futbolísticas. El fútbol es de todos, y si existe una repesca -que suponemos existe porque tiene que haber de todo- aprovechemos la misma para extender la alegría del balón a todos los rincones de la tierra. El fútbol también es de Nepal y de la Guayana Francesa, amics. Juegue España la repesca vía fase clasificatoria completa frente a países de esa índole, y luego ya hablamos.

Mundo Deportivo destaca también el objetivo de Dani Olmo para 2022. El objetivo para el Barça, queremos decir. Parece ser que la entidad culé, que acaba de dejar ir a Griezmann a trueque de una compra futura y opcional por parte del Atleti porque no puede con su ficha, no renuncia a fichar algún día. Loable espíritu de superación el de Laporta y compañía.

“Lucho, tenemos un problema”, avisa Marca. Insistimos en que, si el potencial problema consiste en quedarse fuera de una cita futbolera en un desierto manchado de sangre, bendito problema el que tenemos. A ver si, con un poco de suerte, caemos en la repesca y, tras un partido trabado en el centro del campo, porque ya no hay enemigo pequeño, nos elimina la Guinea Conakry de Ilaix en Dieciseisavos de la Repesca de las Naciones.

Incluye Marca una entrevista con Emerson Royal, lateral que el Barça fichó para después vender al Tottenham en la misma pretemporada. Son cosas que pasan cuando estás en la más absoluta ruina. “Me dolieron las formas del Barcelona”, se queja el bueno de Emerson. Laporta y compañía se han comportado este verano como auténticos bullies con aquellos jugadores que se aferraban legítimamente a sus contratos y rehusaban bajarse del barco. El concepto de mobbing se ha visto ampliado y mejorado por parte del Barça, que ha alcanzado nuevas simas de ruindad y macarrismo en su afán por soltar lastre.

Y así estamos.

Pasad un buen día.