Cuando aún mayo nos sugiere el calor que vendrá, las noches tropicales, la ropa ligera y las cenas eternas, de repente, como una nube densa y oscura que encapota el sol, el verano termina. Y lo hace como una bofetada sin manos a través del salpicadero del coche. La radio me grita que ese verano, que comenzó en 2014, llega a su fin.
Cuando Fernando Martín murió me hice mayor. Entonces supe que la muerte no espera y no perdona. Toni nos recuerda que el tiempo, tampoco. Una fecha de caducidad que ha decidido él, no el campo. Ambos, Fernando y Toni, son lo que siempre quise ser en el deporte, talentos laboriosos, discretos ganadores que juegan para no ser segundos: puro Real Madrid. Pero también, cómo quisiera haber parecido. En ambos, su rictus y su aspecto, siempre impecables, han impuesto un respeto y una admiración evidentes, también entre una masa de rivales confusos a la fuga.
Podría decir que llevaré el recuerdo de haberle visto jugar como una colegiala el Super Pop, pero no lo haré. Tan solo diré que quisiera encarar mis miedos anticipatorios como Toni lee los partidos y encontrar respuestas como él encuentra espacios entre bosques de canillas. Un tipo normal que juega al fútbol, no hay mayor grandeza. Alguien que sabe decir no cuando las luces de neón y las cifras mareantes ciegan al resto. Un ciudadano consciente de las injusticias y del entorno. En suma, un amigo íntimo al que nunca conoceré.
Quisiera encarar mis miedos anticipatorios como Toni lee los partidos y encontrar respuestas como él encuentra espacios entre bosques de canillas
Cuando la próxima final concluya, recordaremos como un golpe seco en la sien que todo acabó. Y quedará el regusto agridulce de que no se puede revertir el tiempo. El reto será entonces, como si se tratará de otro título, conseguir que Toni siga aquí. Un antihéroe que saca la basura en chándal desde su atalaya de ser uno de los mejores centrocampistas de la historia es imprescindible. Tiene demasiado que aportar, también fuera del terreno de juego. Cualquier puesto en el organigrama del club (cualquiera) lucirá con él. Es difícil imaginarlo en horario de oficina pero debe quedarse entre nosotros, la idea de no verlo más en el club es lacerante. Toni, ahora que te vas, quédate. No digas que fue un sueño.
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"Cualquier puesto en el organigrama del club (cualquiera) lucirá con él". Pues sí, estoy de acuerdo. ¿Y qué tal como segundo de Xabi Alonso, si finalmente este acaba en el banquillo?
Es una buena idea. No obstante, intuyo que quiere alejarse del mundo del fútbol activo, lo que podría incluir entrenar. Lo imagino más en la Fundación o en un puesto institucional como RRPP. Pero son puras elucubraciones mías.
Gracias por tu comentario.
Pues ,conforme leía estas brillantes líneas , me acudía a la mente Xabi Alonso. Otro tipo elegante y analítico. Aunque me gustaría ver a Toni Kroos de ayudante-asesor del tolosarra, no lo acabo de ver . Más que nada porque a Kroos lo imagino desintoxicándose de fútbol durante unos años. En definitiva, no tengo ni idea de cuál será su futuro inmediato en relación al fútbol. Pero, desde luego, verle dentro de unos años junto a Xabi Alonso en el Real Madrid es algo que me agradaría.
Estoy de acuerdo en ambas cosas. En que cabe imaginarlo desintoxicándose de fútbol un tiempo y en que haría una dupla estupenda Xabi Alonso. Veremos.