“Lo lamento por los españoles que no están de acuerdo, pero hoy, en Brasil, España es conocida como un país de racistas”. Ante estas palabras de Vinicius Jr. puedes reaccionar de dos maneras: dolido e indignado con el brasileño o asintiendo dándole la razón amargamente. En cualquiera de los casos estás colocado ante un espejo y su cruel pero demoledora realidad. Para hablar de todo lo que está pasando en las últimas horas apelaremos a Yoshinori Noguchi, autor de «La Ley del Espejo» que viene a profundizar en las teorías del psicoanalista Jacques Lacan. Básicamente se resumen en que “el mundo exterior actúa como un espejo, reflejando tanto nuestra luz como nuestra sombra, siendo un retrato de nuestro mundo interior”.
Mucho más sencillo y resumido en 4 claves:
- Lo que me molesta del otro, está dentro de mí.
- Lo que al otro le molesta de mí, si me afecta, está dentro de mí.
- Lo que me gusta del otro, también está dentro de mí.
- Lo que al otro le molesta de mí, si no me afecta, está dentro de él.
Partiendo de esto vamos a analizar el problema. España es un país racista. Nos dolerá, pero es así. No es que sea el único país racista del mundo, pero es el nuestro y es el que nos debe preocupar. No es sólo racista, es un país enfermo de violencia y desprecio a los demás, a los que son diferentes, al que consideramos enemigo. Ahora que estamos en campaña electoral esto es una constante. No sé, tal vez sea herencia de nuestros ancestros que llevaron sus ideas al campo de batalla hasta la muerte. Yo iría más allá del racismo. España es un país que sería permanentemente finalista en el Mundial del bullying.
“Lo lamento por los españoles que no están de acuerdo, pero hoy, en Brasil, España es conocida como un país de racistas”. Ante estas palabras de Vinicius Jr. puedes reaccionar de dos maneras: dolido e indignado con el brasileño o asintiendo dándole la razón amargamente. En cualquiera de los casos estás colocado ante un espejo y su cruel pero demoledora realidad
Estoy hasta el gorro de escuchar que el fútbol es así, que el jugador tiene que acostumbrarse al ambiente hostil, que no hay que responder a las provocaciones, que hay que ignorarlos, que son cuatro gatos…Mire no. ¿Usted le diría eso a su hijo que es continuamente acosado en su colegio? ¿Metería el problema debajo de la alfombra? ¿Se lavaría las manos como hacen muchos directores para evitar la mala prensa? Pues sí, sí lo harían porque es la respuesta que damos como sociedad a estos comportamientos. Hablamos de racismo, pero se llama también xenofobia, homofobia, acoso…Y la consecuencia de poner todo el foco en la víctima, en este caso Vinicius Junior, es la siguiente:
-Denuncian insultos machistas contra la portera de un equipo infantil de fútbol que salió llorando del campo: “está soltera, por dónde se la quieres meter”.
-"En España se suicidan 25 niños menores de 15 años al año": las cifras de la dramática situación en España.
-Lamentable: insultos y agresión a un árbitro de 14 años en un partido de niños de 9 años.
-Denuncian insultos racistas y homófobos a niños de categoría alevín en Zamora.
-Los insultos de un niño de nueve años a un árbitro: "Maricón, feo de mierda...".
-Kira López se quitó la vida con 15 años: así es la lucha de sus padres contra el bullying.
Ésta es la sociedad que tenemos y a mí me produce una vergüenza ajena terrible. Y sí, todo tiene el mismo origen. Lo mismo da que sea Vinicius la víctima, que un niño alevín de Zamora. La repercusión, la fragilidad del torturado, el contexto, el mediatismo. Todo puede cambiar, pero la razón es la misma. Un niño ve que está “de moda” insultar a un jugador por su color de piel y lo imita. Nuestra sociedad está enferma. ¿Le diría a la guardameta (su hija) que no hiciera caso de los insultos? ¿Le diría a su hijo, árbitro de 14 años, que aguantara estoicamente? ¿O tal vez que abandonaran sus sueños?
Un niño ve que está “de moda” insultar a un jugador por su color de piel y lo imita. Nuestra sociedad está enferma
Cualquiera que haya presenciado un partido de fútbol en directo, sea en la élite o en el último campo de tierra del pueblo de su cuñado. Sea de adultos o de niños pequeños, ha debido de sentir este bochorno en algún momento. Insultos gratuitos, amenazas constantes, gritos, acoso, toxicidad. ¿La respuesta? Rebuznos que se suman, risas y silencio. Sí, silencio. Y aquí me sumo yo y tantos otros. Un silencio que, no por ser prudente, deja de ser cómplice. Nos callamos para “no meternos en líos”, no avivar el fuego, ignorar al acosador. Pero ese silencio nos hace parte del problema y no de la solución. Vinicius fue un ejemplo en algo muy concreto que hizo en Mestalla: señalar al culpable. Si todos hiciéramos lo mismo cada vez que vamos al fútbol, no habría tantos comemierdas en los campos. Sí, comemierdas, porque es lo único que sueltan por su boca y que tienen en su podrida mente retorcida. Estoy harto de escucharles agredir a los rivales, a los árbitros e incluso a sus propios jugadores: “que se mueran tus hijos”, “muérete”, “hijo de puta”, son algunas de las cosas que yo mismo he escuchado y que muchos de los que estáis leyendo esto habréis oído alguna vez. Seguro. Y en nuestro propio campo, de gente que viste nuestra propia camiseta, reconocedlo. Pero callamos.
Así que dejemos de desviar la mirada del problema. Leemos y escuchamos demasiado “Vinicius tiene que”, consejos al brasileño para mejorar su comportamiento para que, “lleve mejor”, los insultos y reaccionar de otra manera. ¿Quién ha sufrido racismo para dar esas lecciones? Y, sin embargo, hablamos muy poco de lo que tienen que hacer los racistas y las instituciones para ponerles freno. El jugador, su club, su entorno, harán lo que consideren, pondrán las herramientas necesarias para intentar mejorar por su lado, pero lo demás, que es lo más importante y preocupante, es responsabilidad de todos y no sólo del jugador del Real Madrid.
¿Vinicius tiene que hacer autocrítica? ¿Sólo Vinicius?
Mírate al espejo y responde.
Getty Images.
Gracias Miguel,me tomo la licencia de tutearte,por tan estupendo y acertado artículo, muchas gracias,estoy seguro de que lo difundiré un montón de veces, cada vez que oiga o lea un comentario racista,cada uno deberíamos intentar poner un poco, o mejor mucho,para procurar frenar una lacra de nuestra sociedad que nada tiene que ver con el deporte, de nuevo muchas gracias por tan magnífico artículo
"Hay que acostumbrarse" para que los que viven de esto (me refiero explícitamente a la prensa, directivos de liga, federación y clubes) no tengan que mancharse las manos. Así todos siguen tranquilos... salvo "los Vinicius".
LaOvejaBlanca
Miguel Cuesta, le aplaudo con las manos, con el corazón. Me acaba ud de reconciliar con este foro de opinión que me dejó bastante destemplada al leer el articulo NO ES RACISMO, ES CORRUPCIÓN, en serio ni para esto somos capaces de dejar de mirarnos el dichoso ombligo?. Que sí, que ya sabemos que hay mucho antimadridista que nos está jorobando, pero lo de Vini es otra cosa, vamos a intentar mirar más allá de nuestras propias narices, y dejar de decir las burradas que se dícen. Vinicius ha estado sufriendo, y sufre un claro caso de bullying, y qué más da si ahora le quitan la roja, que es lo correcto, que no va de eso. Va de que es un chico que saliendo de la absoluta miseria se ha labrado, él solito, un futuro para él y su familia. Que ha sufrido lo indecible por llevar siempre la cabeza alta, por no acobardarse, por intentar ser siempre mejor. Vini es un ejemplo de superación, esté en el Madrid o en Alcoyano, no hay tantas personas con esa fuerza mental, con ese espíritu de superación. Muchas otras pobres personas no pueden seguir, se les hace muy difícil vivir, y luego todo son lamentaciones. Gracias Miguel Cuesta, gracias de verdad.