Quien me lea por La Galerna o bien por mi cuenta de Twitter, sabrá perfectamente mi predilección por Karim Benzema. Durante muchos años el talento de Karim ha vivido al servicio de Cristiano Ronaldo. Lo del francés no era sumisión sino espíritu de servicio en favor de un equipo que lo ganaría todo con el portugués como punta de lanza. Sin embargo, cuando tuve acceso a conocer la opinión de un jugador relevante de aquella época, este jugador, que todavía integra la plantilla, fue muy claro: "nuestro jugador más importante es Benzema".
Tras la salida de Cristiano, y contra el pronóstico de muchos madridistas, Karim ha asumido el liderazgo del Real Madrid. Es habitual ver al francés aleccionando a los jugadores más jóvenes y en el campo nadie duda que es el líder ofensivo del equipo. De nuevo su espíritu de servicio le ha hecho descifrar que lo que más precisa el bien común de él es que aumente sus cifras goleadoras y a fe que lo está haciendo con ferocidad. A sus casi 32 años Benzema está en su mejor momento de forma, sin embargo, lleva siendo un jugador diferencial, en lo tangible y en lo intangible, desde su llegada al Club.
A principios de semana, José Félix Díaz informaba en Marca que en los más de diez años que Karim lleva vistiendo de blanco nunca ha pedido un aumento de sueldo ni ha amenazado con marcharse a otro lugar. Las renovaciones de Benzema han tenido el mismo recorrido mediático que el mundial de petanca, mientras que otros jugadores acostumbran a copar portadas cada verano para agotamiento del madridismo. De Benzema sólo sabemos que adora jugar para el Real Madrid, que se siente valorado, o al menos nunca ha manifestado públicamente lo contrario, y que su profesionalidad no admite dudas.
Hace unos años Álvaro Arbeloa nos decía en estas líneas que siempre concebía su relación con el Real Madrid como una deuda del jugador hacia el Club y no al revés. Para el común de los mortales esta parece una reflexión fácil de asumir dado el privilegio vital y económico que supone jugar para el Madrid, sin embargo ya en el ámbito profesional esto no siempre se concibe así y hay que entenderlo. No se trata de penalizar al jugador que, en la búsqueda de las mejores condiciones contractuales posibles, presiona a su empleador, sino de loar a aquellos jugadores que aparentemente siempre están satisfechos con lo que el Madrid les valora. Jugadores que llevan un tiempo en el Real Madrid, con una importante cotización en el mercado y que tienen como prioridad absoluta jugar para el conjunto blanco. Hablo de jugadores como Benzema, Marcelo, Casemiro, Kroos o Carvajal, por citar algunos ejemplos claros. A nadie se le escapa que estos jugadores son o han sido pretendidos por muchos equipos, pero no han dejado margen para ninguna especulación y sus renovaciones siempre nos han cogido a todos casi por sorpresa. Los sentimos madridistas porque cada vez que se ponen su camiseta sienten que nunca querrían vestir otra.
No hace mucho, los mismos que desprecian a Bale despotricaban igual contra Karim
Amén Ramón. No puedo decir más. Todos los que se dedican profesionalmente al fútbol, y quienes han jugado con Karim le destacan siempre por encima del resto.
De mi se han reído y me han menospreciado, cuando estando CR en el equipo, y valorando siempre al luso como el grandisimo jugador que es, decía que el mejor jugador y más importante de la plantilla era Karim.