40 años suman entre los dos: Rodrygo Goes, 21; Eduardo Camavinga, 19. Se abre un futuro increíble para ellos.
Rodrygo, joya de la cantera del Santos (sí, el club de toda la vida del gran Pelé), firmó por el Madrid en verano de 2018 (aunque se incorporó al Madrid un año después), con tan solo 17 años, en una genial decisión de José Antonio Calafat, Juni, jefe del departamento de scouting del Real Madrid desde 2015. En el currículum de Calafat está el haber descubierto y fichado por ejemplo a Vinicius Jr., Fede Valverde, Eder Militão y Take Kubo. Este modesto articulista tuvo la suerte de saludar a Juni tras el final del Madrid-City del pasado miércoles y de felicitarle por su trabajo y, en particular, por lo de Rodrygo. Juni me lo agradeció sonriendo, muy satisfecho.
Camavinga, (el cual, sin duda, también fue debidamente visionado por Calafat) debutó en el Stade Rennais en la Ligue 1 con apenas 16 años y 5 meses de edad. Vistió por primera vez la elástica de la selección absoluta francesa con 17 años y 10 meses de edad, anotando en su debut contra la Croacia de Modric (4-2).
Estos dos jugadores han protagonizado en los dos últimos meses unas actuaciones fabulosas y ya históricas, en particular en los partidos de vuelta, todos ellos disputados en el estadio Santiago Bernabéu, de las eliminatorias de octavos, de cuartos y de semifinales de la Champions League.
Estudiando los datos de ambos en estos tres partidos, vemos – una vez más - que las remontadas y gestas del Real Madrid no se encuentran en lo esotérico ni en las meigas, sino, sobre todo, en el trabajo, el esfuerzo y el talento. Los goles que han conseguido voltear tanteadores adversos no han caído del cielo ni por milagros ni tampoco por suerte. Suerte es que te toque una vez en tu vida la lotería – aunque para ello hay que comprar un décimo previamente -, pero que pase lo de esta temporada 21-22 en Copa de Europa tres veces seguidas no se puede vender como fruto de la fortuna y, menos aún, como algo “inexplicable”. Sinceramente, si un redactor de mi periódico o un locutor de mi emisora escribe o comenta que lo del Madrid es “inexplicable”, yo despediría de inmediato a dicho personaje, que demuestra realmente poco criterio y nulo conocimiento a la hora de analizar un partido o una eliminatoria futbolística.
Pero vayamos a los datos, no a las sensaciones ni a las opiniones ni a los gustos futbolísticos. Datos de los partidos de vuelta en las tres últimas eliminatorias.
Rodrygo Goes
Ante el PSG en Madrid, entra en el terreno de juego en el minuto 57'. Por entonces, el partido iba 0-1 (gol de Mbappé en el minuto 39) y, por tanto, la eliminatoria señalaba un 0-2 para los franceses. Con la entrada del paulista, el parcial fue de 3-0 (con el hat-trick de Benzema) y el PSG acabó mordiendo el polvo, con la silla de Alaba ondeando por el césped blanco.
Ante el Chelsea, que iba ganando 0-3 en la vuelta (con lo cual ganaba la eliminatoria por 3-4), Goes entró en el minuto 77'. Dos minutos después, marcaba el 1-3 (tras joya del exterior de Luka Modric, su padre dentro del campo) y llevaba a su equipo a la prórroga, donde Karim Benzema marcaba el 2-3 que enviaba a Tuchel y a sus chicos a Stanford Bridge con el rabo entre las piernas. Por lo tanto, con Rodrygo en la cancha, parcial de 2-0 para el Madrid, con tanto incluido.
Finalmente, y aún reciente en nuestras retinas, ante el City, Rodrygo en el minuto 67' (con 0-0 en el marcador y la eliminatoria aún perdida) vio como Mahrez anotaba el 0-1, pero tuvo tiempo de sobra para anotar el empate a 1 (minuto 90'), el 2-1 (minuto 91') y estuvo a punto de noquear al City antes de la prórroga (minuto 93') en lo que hubiese sido el mejor hat-trick de la historia del fútbol universal. Ya en la prórroga (minuto 93'), fue el artífice del pase a Benzema para que el de Lyon provocase la falta y, consecuentemente, el penalti de Rúben Dias, que supuso el 3-1 y la pesadilla de Guardiola, que seguro que no ha cesado, a pesar de los varios días transcurridos tras la gesta merengue. Benzema, incluso, ofreció al brasileño poder lanzar el penalti contra el City. Historia que tú hiciste, historia por hacer. El parcial con Rodrygo en el campo fue pues de 3-1, exactamente el resultado final del partido. Su actuación fue, sencillamente, de matrícula de honor.
Eduardo Camavinga
Si las aportaciones de Rodrygo fueron espectaculares en los tres partidos, lo de Camavinga no es menos destacable. Ante el PSG, el francés nacido en Angola, entró exactamente en el mismo minuto (57') que su colega Rodrygo. Por lo tanto, lo que escribí para uno vale para el otro. Parcial de 3-0 desde la aparición del imberbe franco-angoleño, en el que todos los medios franceses ponderaron su saber estar y su insólita madurez durante los más de 35 minutos en los que participó en la gesta lograda el pasado 9 de marzo.
Ante el vigente campeón de Europa, el Martes Santo (12 de abril), Camavinga se incorporó al juego en el minuto 72', todavía con un 0-2 en contra y con la eliminatoria igualada a 3. Vio el 0-3, marcado por Timo Werner en el 74’ (lo que llevaba al Madrid a un 3-4 y fuera de Europa), pero su energía aportó para que finalmente se llegase a la prórroga (tras gol de Goes) y acabase derrotando a los blues en el 95' con el testarazo de Benzema tras un jugadón de Vinicius. Con Eduardo en el campo, el parcial aquella noche fue de 2-1 a favor de los suyos.
Camavinga protagonizó quizás sus mejores minutos en el Real Madrid ante el City, siendo decisivo en los momentos claves, donde es tan difícil mantener la cabeza fría en una atmósfera tan ardiente y con muy pocos minutos por jugar. Salió en el minuto 74', con la eliminatoria perdida por 2 goles de diferencia (3-5), nada más anotar su golazo Mahrez. Fue de los pocos que logró robar un balón a la estrella del City, Bernardo Silva, y apenas perdió balones. En el minuto 90', fue capaz de ver el desmarque de Benzema por su izquierda y, con un sutil toque de zurda (similar al del 0-2 en Pamplona, con pase a Ceballos), propició la genialidad de Karim, que asistió a Rodrygo para el – más que – esperanzador empate a 1. Tras llegar a la prórroga, Camavinga protagonizó la cabalgada fantástica en el minuto 93', cediendo a su derecha un pase a Rodrygo, que finalmente supuso el embrión del penalti que llevó a su equipo a la final de París. Con él en el campo, el resultado fue de Real Madrid 3 – Manchester City 0. Increíble. Espectacular. Alucinante.
Evidentemente, el Madrid no ha llegado a la final tan solo por el mérito de estos dos jovencísimos jugadores, pero sí es de destacar lo que ha sido su aportación en estos partidos trascendentales, sobre todo en unos momentos en los que todo parecía perdido, o, al menos, estaba muy muy cuesta arriba. Sustituyendo a sus compañeros más veteranos y más experimentados, tuvieron el cuajo y la personalidad suficiente para saber mantener en pie a su equipo y, además, aportar notablemente en acciones ofensivas que, a la postre, fueron decisivas y fundamentales para ir sorteando, uno tras otro, los obstáculos que les habían impuesto tres señores equipazos como el PSG, el Chelsea y el Manchester City. Mi respeto, mi admiración y mi homenaje a estos dos jugadores que han resultado ser dos héroes muy inesperados en momentos tan cruciales.
Getty Images
Que equipazo se esta cociendo para la próxima década
IMPRESIONANTE
No os paséis. Son mucho mejores pedri, gavi, y sobre todo Eric garcia
Justo reconocimiento.
Rodrygo es un jugador de ataque total con calidad exquisita y olfato de gol, sirve para las tres posiciones de arriba.
Camavinga es un mediocampista total y será el medio centro (si, medio centro) del Real Madrid para los próximos 10 años (al menos).