Ha venido a decir Gistau que lo de Florentino es gilismo. Yo mientras lo leía me santiguaba compulsivamente al mismo tiempo que se levantaban a mi alrededor los oscuros muros de una abadía cisterciense a través de las cuales se oían rezos y lamentaciones y susurros en latín. Hacía frío y el ambiente era tétrico. Por un momento pensé que era Lutero el que hablaba y yo me tapaba con las manos los oídos corriendo desesperado al refugio de mi celda.
Desde entonces no me atrevo a salir de ella. Sé que Benítez ya no está, como deglutido con una voracidad desconocida por el agujero aquel al que querían echar, pasado por la quilla, a Luke Skywalker. También sé que el jedi no era él sino Zidane (pónganle una capucha monástica a Zinedine: le queda mejor que una de Mango) y que Florentino ya no es un ser superior a pesar de que lo dijera Butragueño.
Todas estas novedades sólo pueden ser obra del Maligno que ronda la Casa Blanca a la que todo el mundo, incluso Gistau, pinta de negro como a aquel Supermán de mirada turbia. Me resisto a ver dibujado al presidente hasta por los fieles como al senador Palpatine (el emperador de esta guerra de los galácticos) atrayendo al lado oscuro del banquillo a su más joven valor.
Me santiguo y retrocedo ante esto empuñando mi pequeña cruz de cadena como si fuera aquella enorme y pesada de Caravaca que llevaba consigo como un fetiche Juan Luis Panero y mostraba junto a un caballito japonés, una navaja automática, una fotografía de Albert Camus y otra de Scott Fitzgerald en la terrible exposición de 'El desencanto'.
Veía hace poco esa película sobre los Panero y me imaginaba al Madrid resquebrajándose del mismo modo, arruinándose como los restos de aquella familia puesta a secar prendida por las débiles pinzas de la poesía que se le iban escurriendo. El Madrid en blanco y negro sacándose en público los trapos sucios es un espectáculo grotesco y perturbador. Yo he visto, entre otros, a los mejores entrenadores de mi generación, como a aquellos mejores hombres de Ginsberg, destruidos por esta locura.
No veo el gilismo sino al Maligno definitivamente instalado en la abadía. El gilismo era un capricho neroniano, coreano del norte, y el florentinismo es la vida en el asedio a pesar de la opulencia interior. El único exorcismo posible, la única alternativa, es, de una vez por todas, la victoria (y más que eso su sensación) de la que habló sin tapujos y sin adjetivos Zidane, el penúltimo caballero poseedor de la Fuerza. Si no lo consigue quizá haya llegado la hora de echarlo todo, una verdadera lástima, por ese agujero de Tatooine.
Aunque Florentino y Gil en apariencia no se parecen en nada, uno tiene pinta de monje y el otro la tenía de facineroso; sin embargo sí se parecen en la forma de llevar el club en lo deportivo. Ambos son presidencialistas a tope, y aunque uno era el "dueño" y el otro dice no serlo se conducen los dos de la misma forma. Ellos hacen y deshacen a su gusto y como está claro que de fútbol ambos han demostrado tener poca idea pues así va el Madrid, sin rumbo fijo y dando tumbos y bandazos en función de la idea q tenga en cada momento el presidente y los que pagan el sinsentido son los entrenadores.
Saludos
Dígame usted: Bernabeu (tótem sagrado de los piperos) era presidencialista?. Comparar las maneras o la forma de dirigir de Gil con las de Pérez, es lo de Dios y el gitano. Esto es la Campaña que no cesa. Es como lo de Mou y el Nazi portugués o cuando Palomares le acusó de poder hacer un "Farruquito".
Ya lo dije una vez en un artículo. Son ustedes los que dan el PODER A LA PRENSA. No hay un minuto de reflexión. Si la penúltima barbaridad se ajusta a mis "gustos" la doy como buena. Es una trampa continua en la que siempre pierde el Madrid.
Dumas en su Conde citaba "esperar y confiar". Como buen Madridista (eso me considero) lo practico y no nos va mal, ahí están los títulos conseguidos con la victoria y/o su sensación, tal y como cita. Magnífico artículo de fe y señorío Madridista. Enhorabuena!
Claro q era presidencialista Bernabéu, claro que sí, pero no se arrugaba ante las estrellas como hace Florentino, porque es presidencialista pero también es miedoso, no le gusta verse envuelto ni en pitadas ni en pañoladas y de ahí sus concesiones a la grada y de paso a los medios. El que da el poder a la prensa es Florentino no yo.
Y lo que no voy a hacer es ir en contra de lo que pienso porque a veces coincida con la prensa. Voy a mi bola y digo lo q me parece bien y lo q me parece mal, equivocado o no soy honesto con lo q pienso y creo, y no me debo a nada ni a nadie. Soy libre y no pienso llevarme la contraria a mí mismo solo porque me digan que doy poder a la prensa o que formo parte de la campaña antiflorentinista.
Estoy hartito de que me den lecciones e instrucciones para ser un buen madridista. Seguiré diciendo lo que pienso vaya en contra o favor de Florentino o en contra o a favor de la prensa. Con Florentino solo me une el madridismo y por lo tanto supongo que querer los dos lo mejor para el Madrid, pero el suponer que Floren quiere lo mejor para el Madrid no me va a impedir ser crítico con él cuando considere que está equivocado, porque yo a diferencia de Butragueño y muchos más no le considero un ser superior.
Mi madridismo y la manera de vivirlo no obedece más q a mis sentimientos y emociones, no está condicionado por ningún otro tipo de interés. Y lo seguiré viviendo a mi modo, moleste o guste a quien sea.
Saludos
Fantástico, majestuoso articulo don Mario.
Estoy con Maximo y Alex, somos responsables (los seguidores) de parte de lo que nos pasa, necesitamos hacer una pausa, respirar y contar hasta diez antes de soltar nuestra ultima reflexión, "esperar y confiar", no creo en la mala voluntad de la dirección del club. Un poco de paciencia por favor, necesitamos "algo" de sosiego, no es posible que el Real Madrid sea continuamente una cascada de sucesos TODOS, ABSOLUTAMENTE TODOS negativos, esto es un no parar.
Tras el partido de ayer a quedado mas patente que nunca donde está el mal dentro del club (fuera creo que todos lo tenemos claro, la prensa), vamos a dar tiempo para ver si se tomen medidas sabiendo que los cambios se deben producir poco a poco, no se puede cambiar casi toda una plantilla de golpe.
Gracias por dejarnos participar a los lectores.
Gracias don Mario.
Gracias La Galerna.