Dice el amigo/colaborador de La Galerna Manuel Matamoros que el clásico es un invento de Canal+ y, por tanto, de Alfredo Relaño, jefe de deportes de la cadena de pago que revolucionó las retransmisiones de la Liga a principios de los años 90. La teoría tiene bastante sentido, especialmente si recurrimos a las declaraciones de jugadores históricos, desde Di Stéfano hasta Santillana, pasando por Pirri: todos dejaron claro que el rival natural del equipo blanco era el Atlético de Madrid. Por tanto, podemos situar la década de los noventa como origen de una rivalidad que ya había tenido episodios intensos incluso en la prehistoria, como el recordado 11-1 de 1943, pero que alcanzó un grado de globalidad a partir de la última década del siglo XX.
La mecha prendió en Tenerife y se llevó todo por delante. Mis primeros recuerdos difusos de fútbol los sitúo a finales de 1993 y siempre he creído que el enemigo viste rayas azulgranas; el Atlético nunca ha pasado del segundo escalón, bastante lejos del primero. En este mismo foro, Antonio Valderrama afirmaba el pasado martes que los Madrid-Barça últimamente “son agotadores, mucho más que hace diez años porque hace diez años eran de verdad”, para defender su tesis de que los clásicos de la actualidad son sucedáneos de los de entonces, sin apenas morbo entre dos contrincantes que van de la mano en el camino supranacional de la Superliga.
Sin embargo, para mí, un Madrid-Barça, sea cuando sea, significa retroceder treinta años, al origen de la rivalidad que mueve el planeta futbolístico, precisamente desde el momento en que el fútbol comenzó a ser global. En cada antesala de un Madrid-Barça vuelvo a esos días previos de los clásicos de los noventa, cuando todavía no se llamaban clásicos sino derbis, porque los noventa fueron una década defectuosa. En aquellos tiempos, se disputaba "el partido del siglo" en cada encuentro que enfrentaba a ambos, como si el siglo XX hubiera dejado lo mejor para el final.
Así se fueron acumulando imágenes y recuerdos, como la devolución del 5-0 (algo que por alguna extraña razón los jugadores del Madrid nunca han tenido la motivación de repetir, incluso cuando el Barça ha invitado a ello), el Bernabéu celebrando un gol de Mijatovic coreando el nombre de Andrea -el hijo de Pedja que fue operado unos días antes del partido y que obligó al montenegrino a pasar varias noches en vela en el hospital-, la butifarra de Giovanni, las celebraciones ostentosas de Luis Enrique, quien unos años antes había confesado a Ramón Mendoza que soñaba con llegar a ser capitán del Real Madrid, las declaraciones provocadores del propio Mendoza, Lorenzo Sanz y Gaspart, Raúl mandando callar al Camp Nou el día que debió romperse la racha tras 16 años sin ganar en Liga en el feudo culé pero que impidió la mala vista del colegiado Díaz Vega al no advertir una mano clarísima de Sergi sobre la línea de gol…
En cada antesala de un Madrid-Barça, vuelvo a esos días previos de los clásicos de los noventa. En aquellos tiempos, se disputaba "el partido del siglo" en cada encuentro que enfrentaba a ambos, como si el siglo XX hubiera dejado lo mejor para el final
A esos cimientos noventeros siguió el fichaje de Figo para confirmar, por si había alguna duda, que no existía otra rivalidad mayor en el universo futbolístico. Continuó agrandándose con el recibimiento al portugués, el gol de vaselina de Zidane en la Champions 2002, la rendición de Schuster y, por supuesto, la época Mou-Pep, con la mejor final de Copa de la historia y la mayor intensidad que se haya vivido en el seno de cualquier rivalidad deportiva, y eso que el planeta, que aún no estaba preparado para desaparecer, conspiró contra ambos para evitar un Madrid-Barça en una final de Champions.
Un clásico nunca puede salvar la temporada, como en algún momento de la historia cíclica del Barça han parecido manifestar, pero tampoco es un partido más, porque una victoria frente a ellos da la mayor de las satisfacciones: se junta la doble felicidad de ver triunfar a quien más deseas que gane y contemplar perder a quien más disfrutas ver caer. Será que soy hijo del invento de Relaño.
Relaño tb popularizó la palabra villarato y le puso aguanís al gol de Raúl en la final de la Copa intercontinental, del resto decir que clásico viene de Argentina creo y era una forma de no llamarle derby porque se entendía que esa palabra era para dos equipos de la misma ciudad o de la misma región en todo caso (tenía que haber cercanía geográfica).
Por lo demás decir que si el Madrid no ha ganado éstos años por goleada tantas veces al trampelona como el VARsa al Madrid ha sido lisa y llanamente porque no ha podido, no porque no haya querido, no es la primera vez que leo eso en la galerna y me parece que es autoengañarse pero bueno, cada uno que piense lo que quiera, aún así mucho más importante es ganar la liga al resultado que consigan los dos equipos entre sí y como ejemplo el 0-4 del año pasado donde el campeón con varias jornadas de antelación fue el Madrid.
Daniel lamento contradecirte pero la palabra Clásico de fútbol llega desde Uruguay entre Peñarol y Nacional en el año 1900. En Argentina el primer clásico entre Boca y River fue en 1913. Y el primer clásico sudamericano por algo serio fue en la final de la 1ra, Copa del Mundo de 1930. Ya sabes quién la ganó.
Saludos desde Montevideo, Uruguay,
Les dejo un trabajo de un historiador del
Río de la Plata sobre la rivalidad clásica.
http://www.efdeportes.com/efd88/uruguay.htm
No seamos ingenuos. El principal motivo para que el Real Madrid no fulmine nunca , en las últimas décadas, al Barsa es la política. Sin lugar a dudas. Acciones y omisiones de todo tipo, normalmente ilegítimas , encaminadas a que el Madrid , si es que consigue ganar, no lo haga de manera ostensible. Desafortunadamente el fútbol de élite en España está muy condicionado por la política. Y ,en realidad ,es estúpido el hecho de aparentar que vivimos en plena democracia. Pero de estupideces e insensateces está llena la vida. El més que un club , el de la periferia, no puede salir demasiado malparado ante el equipo de la capital del Reino. No vaya a ser que se establezcan conclusiones antipopulares; por no decir antipopulistas. Es lo que hay.
No cuadra la superioridad de un equipo que en épocas recientes e incluso actuales haya dominado Europa y no lo haya hecho, curiosamente, en España. "Piensa mal y te quedarás corto" (Richard Dees).
Típico pensamiento victimista que tanto criticamos ( y con razón) del lado culer, si el Madrid no ha ganado tantas ligas en estos últimos años como champions ha ganado es porque ha estado peor que el trampelona en esas ligas por lo general, no ha tenido la constancia de tomarse los partidos ante equipos menores tan en serio como los de la champions que exigen competitividad y esfuerzos de alta intensidad (aparte de calidad por supuesto), también pasó en las copas de europa ganadas en los años 98, 2000 y 2002 donde tb le costaba mantener esa disciplina en la liga.
Al farsa pues lo contrario, ganaba con solvencia (y con messi) ante equipos de medio pelo y en champions no le daba para el fútbol del más alto nivel éstos últimos años,de hecho más recientemente no le da ni para el fútbol de menos nivel en Europa.
Lo mismo digo en los partidos directos entre los dos clubes, el Madrid no es que no haya querido meter más goleadas sino que no ha podido y punto, no pasa nada, tampoco es lo más importante, lo importante son los títulos.
Quién se pica ajos come. Hay que tener una mejor perspectiva y tener una mente abierta, aunque no tanto como para que se caiga.
Que coño hace una foto del canapés en la galerna, como la entrevista de Sánchez el mellon
Para un servidor el partido contra los catalanes es un partido más, que ni es nada, ni significa nada
3 puntos como cualquiera de las otras 37 jornadas, no me molesta perder, (obviamente no me gusta), ni me produce especial felicidad ganar, resumiendo que los más antiguos de La G alerna ya
sabrán por donde voy, lo que me molesta es tener que jugar con la recuag esta, tener algo en común con ellos, no la soporto a toda esa horda de racistas y pequeño burgueses
Yo era niño a finales de los 60s y en los 70 y el Barsa era el rival verdadero, el Barsa de los Rifé, Gallego, Eladio, Asensi, etcétera, luego, Cruyff, Sotil...
El Atlético era el segundo equipo de muchos madridistas. Era el mío en los tiempos de Gárate, Ayala, Adelardo, etcétera, cuando llegó a la final de la copa de Europa. Eran otros tiempos; hoy ya no voy con ellos por la manía que nos tienen.
Pero, según mi criterio, el sempiterno rival ha sido el Barcelona.
Claro, el Patético es el segundo rival histórico y puede que para muchos madridistas madrileños sea el primero pero para el resto...
Madrileños, manchegos, andaluces, asturianos o extremeños. Todo aficionado del Madrid que ha vivido o le han contado sus padres o sus abuelos quién era el rival del Madrid sabe que era el Atleti, que el Barcelona empezó a asomar la patita cuando llegó Cruyff, porque ni con Kubala, Kocsis y Luisito Suárez había ésa rivalidad. Pero como tienes delirios de grandeza y necesitas meter al Barcelona donde sea, porque eres un frustrado y quieres convencer a la gente que eres del Madrid cuando no lo eres, pues te inventas otro cuento. Porque al fin y al cabo los inventos tuyos sólo te los crees tú.