Con la explosión del Barçagate o también llamado caso Negreira, el barcelonismo pasó al ataque acusando al Real Madrid de manejar a su antojo el arbitraje español durante más de 75 años, (desde 1917 a 1993) en el pasado siglo XX. Acusan al equipo blanco de controlar el Colegio Nacional de Árbitros con presidentes que habían sido antiguos jugadores del club, directivos, socios o simples aficionados.
Lo han hecho mostrando datos inexactos, incorrectos y tendenciosos. Tras un exhaustivo repaso a distintas hemerotecas repasaremos a cada uno de los presidentes, con su historia personal, su actividad en el mundo del fútbol, su recorrido en el Colegio Nacional de Árbitros y el palmarés de ganadores de los títulos más importantes del balompié español en el tiempo que estuvieron activos como mandatarios de dicho comité.
Alfonso Albéniz Jordana fue el primer presidente del Colegio Nacional de Árbitros que se constituyó en junio del año 1917. Albéniz, hijo del famoso compositor de nombre Isaac, jugó cuatro partidos en la temporada 1912-1913 en el Madrid FC y luego fue vocal de la directiva de Pedro Parages. Albéniz inició su carrera futbolística en el Barça y fue el primer futbolista catalán que jugó tanto el equipo azulgrana como el merengue. Permaneció seis años como jefe del arbitraje y en aquel momento que no había Liga, pero sí Copa, ganaron la competición en dos ocasiones el Athletic y Barça y en una Real Unión y Arenas de Getxo.
A pesar de que se ha publicado que el siguiente fue Carlos Dieste Vega, el gran ideador de la creación del Colegio Nacional de Árbitros en 1917, lo cierto es que nunca fue presidente del Colegio Nacional sino secretario y ayudante de Albéniz. Sí tuvo el mando del Comité de árbitros de la región Centro. Fue futbolista del Madrid FC entre 1909 y 1912.
Tras Albéniz, llegó Luis Colina Álvarez durante el verano de 1923. En su juventud practicó atletismo y fútbol en el Sport Club Badajoz y la Real Gimnástica Española, hasta que en 1914 empezó como árbitro. Fue el primer español en dirigir un partido internacional y arbitró en los Juegos Olímpicos de París en 1924. Perteneció a la junta directiva de Pedro Parages en el Madrid FC como vocal en 1919 y 1920. Al frente del Colegio Nacional de Árbitros solo estuvo un año en el puesto. Posteriormente fue secretario de la Federación Española, miembro del Comité de selección junto a Rosich y Olave y una leyenda del Valencia como secretario técnico. Aquella campaña conquistó la Copa el Real Unión.
El tercer presidente fue Antonio de Cárcer y Disdier, que ascendió al cargo tras una Asamblea extraordinaria en agosto de 1924. Nacido en Málaga y educado en Madrid, ejerció como colegiado durante más de 10 años. Fue vocal en la junta directiva madridista de Adolfo Meléndez en 1915, mientras que su hermano Federico era vicesecretario. Su otro hermano, Fernando, estuvo con Santiago Bernabéu y Juan, portero merengue y del Athletic de Madrid, entrenó al Real Madrid tres campañas. En la Asamblea de junio de 1928 fue reelegido, pero descartó seguir en el cargo. Se nombró en su lugar a Eulogio Aranguren, que no lo aceptó, y por tanto Cárcer siguió de forma interina hasta noviembre de aquel año. En su periodo al frente del colegio de los trencillas del fútbol español levantaron el título de la Copa el Barça en tres oportunidades y el Real Unión en una.
Después del cisma de la asamblea en verano y la convocada en el mes de noviembre de 1928, regresó al cargo Alfonso Albéniz. Por tanto, no presidieron como se ha escrito ni Luis Iglesias Gracia de forma interina ni durante dos meses Julián Ruete Muniesa, antiguo jugador y secretario del Madrid FC y también futbolista y máximo mandatario del Athletic de Madrid. El primero tuvo cargos en el Colegio aragonés y el segundo lo que presidió fue el Colegio de Árbitros de la Región Centro. Esta segunda etapa de Albéniz duró hasta 1931, el último año viviéndolo como presidente transitorio. Fue en este periodo cuando se creó la Liga española logrando un entorchado el FC Barcelona y dos el Athletic Club. En la Copa los vencedores fueron los bilbaínos por partida doble y el RCD Español.
Hasta la Guerra Civil, ostentó el cargo del CNA (Colegio Nacional de Árbitros) de nuevo Antonio de Cárcer. Después de unos meses de incertidumbre se reestructuró el comité y fue elegido en el mes de julio de 1931. Como declaró en ‘Blanco y Negro’, después de su primera etapa “necesitaba descansar” y volvió a petición de la Asamblea para una labor “con momentos nada fáciles ni agradables”. En ese lustro en la lista de ganadores de títulos en el panorama nacional aparecen el Athletic Club y el Madrid republicano con dos Ligas y dos Copas, el Betis con una Liga y el Sevilla con una Copa.
Durante el conflicto bélico, el General Franco constituyó una Federación de Fútbol en la que designó en 1937 a Pedro Escartín Morán como directivo y representante de los árbitros. Jugador en su juventud de la Real Gimnástica Española, fue un célebre árbitro que pitó en los JJOO de 1928 y actuó como linier en el Mundial de 1934. Además, llegó a ser seleccionador español en dos etapas, periodista en Pueblo o el diario Marca entre otros, miembro del Comité Disciplinario de la FIFA y escritor. Solo le faltó “ser balón”, como él mismo declaró. En su periodo solo se disputó la Copa conquistada por el Sevilla.
Después de la guerra que sacudió España, tomó las riendas Eulogio Aranguren en julio de 1939 del rebautizado como Comité Central de Árbitros. La institución arbitral llegó a ser incautada en agosto de 1936 por el Frente Popular. En esta oportunidad el dirigente sí aceptó el cargo y permaneció hasta 1946. Aranguren, nacido en Argentina, se crio en el País Vasco y jugó en el Madrid FC un total de once temporadas. Era hermano de Sotero, fallecido prematuramente con 28 años. Empezó a arbitrar en su etapa de jugador y continuó tras colgar las botas. Tuvo más cargos en el comité arbitral y también en la Federación Española de Fútbol. En sus años de mandato alzaron el título de Liga el Atlético Aviación y el Valencia en dos ocasiones y el Atlético de Bilbao, Barça y Valencia en una. Mientras que la Copa la conquistaron tres veces el Atlético de Bilbao y una el RCD Español, Valencia, Barça y Real Madrid.
En la primavera de 1946, el ‘caso Antúnez’ se llevó por delante a todo el Comité Central de Árbitros que dimitió en pleno. Durante unos meses hay un caos en el colegio arbitral hasta que la Federación Española nombra en agosto a Manuel Álvarez Corriols. Colegiado madrileño, tuvo una extensa carrera dirigiendo en Primera y Segunda división. Sin ninguna vinculación madridista también fue árbitro internacional de hockey patines y hockey hierba y llegó a presidir el Comité Nacional de Árbitros de Patinaje. Su estancia en el cargo fue muy corta y apenas duró nueve meses hasta su dimisión en mayo de 1947. Aquella temporada ganó la Liga el Valencia y la Copa el Real Madrid.
Su sucesor fue Emilio Suárez Marcelo, un dirigente polifacético del mundo del deporte español. Antes de ser el máximo mandatario de los árbitros, también tuvo un cargo en el Comité arbitral madrileño y llegó a presidir la Federación de balonmano y de boxeo. Socio del Real Madrid, fue secretario de la Comisión para las Bodas de Oro del club blanco y fue jefe de expedición en la sección de baloncesto madridista a principios de los 80. Su paso por el comité arbitral fue efímero e intrascendente. Entró en el cometido en el mes de junio de 1947 y salió en septiembre. Dimitió debido al nombramiento de árbitros internacionales por parte de la Federación Española sin consultar al Colegio Nacional.
En octubre se designó como nuevo jefe arbitral del fútbol español a Ramón Echarren Laurnagaray. Antiguo jugador del Amaya y CA Osasuna, fue también fundador de la Sportiva FC, germen del club rojillo, y uno de los primeros capitanes del cuadro pamplonica. En la década de los 20 ejerció el arbitraje y formó parte de la constitución del Comité Navarro de Árbitros junto a los señores Huici y Redín. Sin ningún contacto directo con el Real Madrid, algunos le acusaron en su periodo presidencial de ser aficionado merengue. Ostentó el puesto hasta el verano de 1949 y en sus dos campañas ganó la Liga el FC Barcelona y la Copa el Sevilla y el Valencia.
Pedro Escartín Morán regresó en una segunda etapa a la presidencia del Colegio de Árbitros español en julio de 1949. No perteneció nunca al Real Madrid, aunque se le consideraba simpatizante del equipo blanco y tuvo que lidiar con ello en el cargo, al que llegó “obligado” porque “nunca lo ambicioné”, según sus propias palabras. Pero el equipo merengue no ganó ningún título con él. Hasta su dimisión a mediados de diciembre de 1950 ampliaron su palmarés el Atlético de Madrid en Liga y el Atlético de Bilbao en Copa.
Antes de que terminase 1950, la Federación remitió una nota a la prensa en la que comunicaba el nombramiento de Luis Saura del Pan como nuevo presidente del Comité Central de Árbitros. Médico militar de profesión, en su juventud fue jugador del Madrid FC nueve campañas y también poseía el carnet de socio. Además, vistió otros colores como los del Chatelin de Neuchatel en Suiza, el Athletic Club y el Vasconia. A continuación, ejerció de árbitro, de secretario del Colegio Nacional de Árbitros y tras la guerra civil como presidente de la Federación Española de Fútbol. Permaneció apenas seis meses de jefe arbitral al dimitir en el mes de mayo de 1951. Ese curso sumó la Liga el Atlético de Madrid y la Copa el FC Barcelona.
En verano de 1951 entró Arturo López Espinosa. Jugador del Madrid FC y la Real Gimnástica Española en los años 10, durante la siguiente década se dedicó a ser árbitro y antes de presidir el Comité Central dirigía el Colegio Castellano. No terminó la campaña y en el mes de marzo de 1952 presentó su dimisión que le fue aceptada. El curso que presidió acabó por revalidar el título de Liga el Barça. La Copa, por su parte, no se había iniciado todavía.
Con la explosión del Barçagate o también llamado caso Negreira, el barcelonismo pasó al ataque acusando al Real Madrid de manejar a su antojo el arbitraje español durante más de 75 años, (desde 1917 a 1993) en el pasado siglo XX. Lo han hecho mostrando datos inexactos, incorrectos y tendenciosos
Para resolver esta crisis en el Comité Central de Árbitros se recurrió otra vez a Eulogio Aranguren Labairu, un dirigente muy respetado, relevante y ponderado. Le nombraron a principios del mes de marzo de 1952 y su etapa concluyó trece meses más tarde tras dimitir en abril de 1953, por el fallo de Comité de Competición en el polémico caso Kubala-Oliva (tras agredirse mutuamente ninguno fue sancionado). Su primer curso terminó por certificar la Liga el Barça y en el siguiente la ganó el Real Madrid. La Copa de 1952 fue para los azulgranas, mientras que la de 1953 estaba en curso.
Un nuevo nombre ascendió a la presidencia arbitral nacional en la primavera de 1953: Emilio Álvarez Pérez. Colegiado toledano, fue un árbitro con enorme presencia en la Primera y Segunda división del fútbol español en los años 40. Antes de dirigir el Comité Central de Árbitros estuvo al frente del Colegio Castellano. Sin ninguna filiación madridista conocida dio estabilidad a la presidencia al permanecer un total de casi tres años y medio. Las Ligas en ese tiempo fueron para el Real Madrid en dos ocasiones y el Atlético de Bilbao en una. En la Copa, por su parte, los bilbaínos también ganaron dos Copas, una el Valencia y la de 1953, que se quedó a medias con Aranguren y que finalizó con Álvarez Pérez, fue para el Barça.
En julio de 1956, tras la salida de Álvarez Pérez, otra vez se recurrió al presidente del Colegio Castellano para que diese el salto al Central. El mandatario del comité regional era por entonces Nivario de la Cruz Hernández. Árbitro tinerfeño, llegó a Madrid tras la Guerra Civil como profesional militar. En los 40 pitó en Primera y Segunda división para posteriormente pasarse a los despachos. No tenía ningún vínculo directo con el Real Madrid ni era conocido públicamente el equipo del que era hincha. Aguantó un lustro en la presidencia en una época en la que el cuadro merengue conquistó tres Ligas y el Barça dos. La Copa se resumió en dos triunfos azulgranas, dos del Atlético de Madrid y uno del Atlético de Bilbao.
La elogiada etapa de Nivario de la Cruz Hernández por su esplendor y longevidad llegó a su fin en noviembre de 1961, instante en el que accede al puesto Manuel Asensi Martín. Valenciano, practicó el fútbol como portero en el CD Pellicer, pero pronto lo dejó para usar el silbato. Su carrera fue extensísima y duró casi un cuarto de siglo desde que debutase en Segunda división con 25 años. Dirigió partidos internacionales entre selecciones, un partido del Mundial’54, encuentros de la Copa de Europa y la Copa Latina y dos finales de la Copa del Generalísimo. Todo ello le hizo ser la elección de Benito Pico para dirigir el Colegio arbitral español durante casi seis años hasta que dimitió en 1967. Sin ninguna filiación madridista en su mandato, los blancos conquistaron cinco Ligas y una el Atlético de Madrid. En la Copa, el Real Zaragoza levantó dos títulos y Real Madrid, Barça, Atleti y Valencia uno.
En julio de 1967 accedió al cargo uno de los presidentes más famosos y que más polémica sigue generando: José Plaza Pedraz. Salmantino de nacimiento, con apenas 6 meses se trasladó a Madrid con la familia. Fue futbolista del CD Pardiñas, el Imperio, que era en ese momento un conjunto nodriza del Atlético Aviación, y el Plus Ultra en la temporada 1946-1947, cuando el equipo asegurador todavía era un conjunto independiente. Fue en mayo de 1947 el momento en el que llegaron a un acuerdo oficial de colaboración con el Real Madrid, por lo que, durante la etapa de Plaza en la entidad, no era el filial del club blanco como se dice habitualmente. Ingresó como árbitro auxiliar en el curso 1947-1948 y en la siguiente ya fue principal en categoría regional, ascendiendo por todas las divisiones hasta llegar a Primera en 1958. Llegó a ser internacional y cesó como colegiado al cumplir la edad reglamentaria en 1966. Siempre se le acusó de ser madridista, algo que negaba en las entrevistas, como una en AS en 1987, en la que declaró que “no soy de ningún equipo. Además, fíjese, en mi etapa jugador actué en el Imperio, que era el equipo reserva del Atlético de Madrid”. Aquella primera etapa presidencial duró tres años hasta que dimitió por la sanción a Guruceta tras un polémico Barça-Real Madrid de Copa. En ese mandato el Real Madrid se llevó dos Ligas y el Atleti una. En cuanto a la Copa, los vencedores fueron Barça, Atlético de Bilbao y Real Madrid.
El sucesor de Plaza, nombrado a finales del mes de julio de 1970, fue José Fernández de la Torre. Árbitro sevillano, llegó como máximo a pitar en Segunda división y también en algunos partidos coperos. Cuando el comité directivo de la Federación lo eligió, ocupaba el cargo de presidente del Comité Andaluz de arbitraje. Su periodo como jefe de los trencillas finalizó antes de terminar el año a petición propia y en diciembre dejó de ser presidente. No tenía vinculación con el Real Madrid y cuando se marchó las competiciones estaban en marcha.
A finales del mes de diciembre de 1970 se eligió como presidente del Colegio de Árbitros a Juan Francisco Pardo Hidalgo. Toledano y de profesión contable, fue árbitro una temporada en Primera división y siete en Segunda, sin llegar nunca a la internacionalidad. Su partido más importante pitado fue una semifinal de Copa. La experiencia como dirigente arbitral que tenía se limitaba a una colaboración anterior en el Colegio Castellano de Árbitros. Tampoco contaba con una relación directa con el Real Madrid y permaneció en el cargo hasta que fue cesado en julio de 1973. En sus tres cursos presidenciales alzó la Liga el Valencia, el Real Madrid y el Atleti, mientras que la Copa fue a parar a Barça, Atleti y Athletic Club.
Después de Pardo Hidalgo, alcanzó el máximo cargo del Comité Nacional de Árbitros Ángel Rodríguez Barroso. Se le confirmó en el puesto en el mes de agosto de 1973. Colegiado vallisoletano, su historial arbitral se centró principalmente en la Segunda división española. Más tarde, tuvo el puesto de presidente del Colegio Regional Castellano. Sin filiación merengue, ostentó la presidencia hasta el verano de 1975. En aquellas dos temporadas conquistaron la Liga Barça y Real Madrid y la Copa en ambas campañas el conjunto blanco.
En el mes de julio de 1975, con Pablo Porta recién llegado a la presidencia de la Real Federación Española de fútbol, se decidió volver a otorgar el máximo mando arbitral en una segunda etapa a José Plaza Pedraz. El dirigente rompió el récord de estancia en el cargo con casi 15 años. Nada más regresar destapó el `Caso Camacho’ y tuvo que hacer frente a las palabras del excolegiado que le acusaba de decir que iba a perjudicar al Barça y con él no saldría campeón. También recibió duras críticas de los medios de comunicación, de presidentes de diferentes clubes y de periodistas con un gran poder mediático. En el ambiente siempre reinaba su inclinación madridista, pero la relación directa con el club blanco nunca existió. En esos tres lustros el Real Madrid ganó nueve Ligas, Athletic y Real Sociedad dos y Barça y Atlético de Madrid una. La Copa fue a parar en cinco ocasiones para el Barça, tres para el Real Madrid, dos para el Atleti y una al Real Betis, Valencia, Athletic Club, Real Zaragoza y Real Sociedad. Además, surgió otro torneo a principios de los 80, la Copa de la Liga, que tuvo como ganadores al Barça en dos ediciones y Real Valladolid y Real Madrid en una.
En febrero de 1990, José Plaza anunció su dimisión que sería efectiva en el mes de mayo. El encargado de regir la junta gestora en ese breve periodo hasta las elecciones fue el navarro Javier Lorente. En esos comicios, que se producen en el mes de julio, resulta elegido Pedro Sánchez Sanz tras la retirada de los otros postulados. Los meses posteriores fueron de mucha tensión y de guerra en el estamento porque Plaza se arrepintió de su dimisión, presentó un recurso para que se anulase el nombramiento de Sánchez Sanz y anunció que se presentaría a unos nuevos comicios. Todo ello hizo que quedase en el aire el resultado de las elecciones y se nombrase una junta gestora presidida por Fernando de Andrés Merino hasta el fallo definitivo del Tribunal Superior de Madrid. Finalmente, la justicia desautorizó el resultado de las elecciones y anuló la presidencia de Sánchez Sanz. La junta gestora estuvo toda la temporada en la competencia arbitral en un curso que vio al Barça ganando la Liga y al Atleti la Copa.
Hasta el siguiente verano, en 1991, no se realizaron unas nuevas votaciones a la presidencia del CNA. Plaza no presentó candidatura y Pedro Sánchez Sanz superó en votos a Urízar Azpitarte y Albert Giménez. De esta forma se consagró como presidente legítimo. Colegiado madrileño que como máximo llegó a dirigir partidos en la categoría Regional Preferente, tenía como empleo habitual un puesto en el departamento informático de un gran banco nacional. Fue durante muchos años estrecho colaborador de Plaza y también ostentó la presidencia del Colegio de Árbitros de Madrid. No guardaba relación ni vínculo con el Real Madrid y solo estuvo un año y nueve meses. Barça y Atleti levantaron la Liga y la Copa respectivamente en su única campaña completa al frente de los árbitros. En mitad del curso 1992-1993, Sánchez Sanz dimitió tras una petición personal de Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de fútbol.
Desde marzo de 1993 hasta de mayo 2018 atesoró el cargo Victoriano Sánchez Arminio, que con esos 25 años se convirtió en el presidente que más tiempo ha estado como jefe arbitral. A continuación, le sucedió durante tres años y medio (2018-2021) Carlos Velasco Carballo y después su sustituto fue Luis Medina Cantalejo, que sigue siendo el actual presidente del CTA (Colegio Técnico de Árbitros).
A continuación, las tablas con cada presidente del CTA, el periodo durante el cual ejerció el cargo, su vinculación con clubes y los títulos obtenidos por Real Madrid y Barcelona durante su presidencia. Infografía por cortesía de Kollins:
Fotografías: archivo Alberto Cosín
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D. Alberto, excelente artículo bien documentado y veraz
Para tapar bocas
Gran y necesario artículo para desmontar a los manipuladores antis, creo recordar que hay uno que es seguidor del patético que aparece en Gol TV que escribió un libro sobre ésto para atacar al Madrid, que eso vende y mucho, y lo dice un seguidor del Atlético Aviación.
Buen trabajo.
Menos mal que existe este artículo bien investigado y argumentado, increíble trabajazo para callar a esos antimadridistas que intentan desviar el tiro sin tener ni puñetera idea, gracias por esto.
Vamos, que de los 10 presidentes del CTA con pasado blanco, "desmientes" (y MUY entre comillas) a UNO, y nada menos que porque "aún no se había convertido en el filial del Madrid FC"
Estupendo, esto debe ser peak IQ madridista, imagino que podemos considerar ya a DASNIL en empresa estatal y borrar esa incómoda parte del CV de Tebas donde menciona compartir pagador con el intelectual que ha escrito semejante chiste de "artículo". GENIO!
Primer bulo del artículo.
El Barçagate no tiene nada que ver con el caso Negreira.
Este articulo es un auténtico despropósito.