It’s only el Clásico (but we don’t like it)
Buenos días, amigos. No queremos parecer unos cascarrabias recalcitrantes (o sí), ni unos cínicos redomados (o también), pero respecto al mal llamado clásico que tendrá lugar esta tarde lo más favorable que sentimos es una íntima necesidad de que pase cuanto antes. Si además podemos ganar, nos encantará, pero lo importante es que los sentimientos que desencadena en nosotros sean historia. Claro que quizá el mal llamado clásico los renueve…
¿Que por qué “mal llamado clásico”? Porque la idea de clásico parece implicar una relativa igualdad, de palmarés y ética. No existe tal. Es un choque entre el mejor club del mundo y el más tramposo, que para mayor indignación ha visto (¿y verá?) quedar impunes sus fechorías, entre las que se cuenta —pero no es ni de lejos la única— haberse comprado el favor del estamento arbitral, con facturas pretendidamente deducibles, porque además de ser una institución de probada inmoralidad está regida desde tiempos inmemoriales por granujas de medio o escaso pelo.
¿Veis como no deberíamos ni hablar del mal llamado clásico? ¿Veis cómo saca lo peor de nosotros?
Y, para colmo, está lo de los Stones. De verdad, a ver si pasa de una vez esta pretendida equiparación entre los Stones y el Barça, que es tan insultante como la pretendida equiparación con el Madrid. Qué horrorosa portada, estéticamente hablando, ha facturado encima Mundo Deportivo. Es un diseño como de papel de chicle ochentero. Están los chupa-chups Kojak y los Rolling Barça. Qué completo espanto.
Vamos a dejarlo claro antes de que el Barça salga hoy a jugar con la icónica lengua de Jagger, Richards y Wood en el centro del pecho: no tienen derecho a llevarla, por mucho que Spotify (ni siquiera los propios Stones) hayan pagado por ello. Stones y Barça mezclan como aceite y agua. No puedes pretender combinar uno de los mejores grupos de la historia del rock con el club deportivo más fraudulento de todos los tiempos. No puedes juntar una de las mejores cosas de la vida con una de las más nefastas. Se ha hecho, pero es imposible hacerlo.
La mejor prueba de que este patrocinio es un sindiós es que se lo estás ofreciendo a un público que es mayoritariamente ajeno a la grandeza de los Stones. Supone dar margaritas a ya sabéis vosotros qué especie animal. Si amaras y respetaras a quien llevas en el uniforme, no necesitarías explicar quiénes son.
¿Veis cómo no se lo merecen? ¿Veis cómo todo esto es una aberración? En fin. Señor, perdona a Jagger y compañía, mientras nos otorgas a los demás, tus hijos abandonados en el sinsentido de este punto de la historia, el discernimiento suficiente para disfrutar Hackney Diamonds, el último y espectacular álbum de sus Satánicas Majestades, sin recordar hasta qué punto han resultado ser eso, satánicas. “Don’t get angry with me”, os suplica Mick, ya tras el primer acorde, pero no va a ser fácil.
Marca sigue con la puñetera referencia musical que tanto y tan suavemente nos está matando. Sugiere que el Madrid es los Beatles por lo de “Hey, Jude”, y que el Barça es los Rolling Stones sólo porque Spotify lo ha dictaminado, pero esto no es así de fácil.
Uno no se convierte en un grupo de música simplemente porque a una plataforma musical se le ponga en los dídimos. ¿El Madrid es los Beatles? Puede ser. ¿El Barça es los Stones? El Barça podrá ser, a lo sumo, Milli Vanilli, que se pasaron su desgraciada carrera engañando al personal, haciéndoles creer que cantaban cuando se limitaban a hacer playback a otros que sí lo hacían. El Barça se ha pasado media vida (¿cuánto?, ¿treinta años?) haciendo creer al público que jugaban, pero no hacían más que playback de Enríquez Negreira and the Replays.
Pretender reforzar la pretendida rivalidad entre Madrid y Barça trazando un paralelismo con la rivalidad entre Beatles y Stones es un truco que no cuela. No hay rivalidad posible entre dos entidades separadas por un abismo de éxito y decencia.
Os dejamos con la de As, que también querréis verla.
Pasad un buen día.
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5 comentarios en: El Barça es Milli Vanilli
gerona y farça son la demostración palpable de la futbolización de la política, que es peor aún que la politización del fútbol. Colocados, vía de teto-gol, a martillazos en los primeros puestos de la negreira league.
Con su pan duro se lo coman. Boicot.
*tatxo benet, òscar lago y gargamel , sigan-sigan...
**Fijo que ha habido consignas y maniobras orquestales en la oscuridad Mas negreira para evitar un triunfo del Madrit en el monte de los judíos.
*decreto-gol :))
Que se lo pregunten al pobre Celtiña ayer con su gol anulado. El portero pierde el balón y se encima al jugador del Celta y para más inri como si del dolor fuera a quedarse frito en el césped.
Sigan Sigan Sigan el Gerona también a la Champions
The Rolling Stones no son propiedad del farsa, aunque hay ciertas cosas que si podrían estar relacionadas...
Ganar haciendo trampas no me daría satisfacción alguna.(I can get no satisfaction).
Como dice el artículo,los dos clubes no representan lo mismo: Real Madrid éxito y honestidad, farsa engaños y mafia. Por eso les pedimos que no nos dejen en paz ( Get Off Of My Cloud).
Tienen una envidia enfermiza al Madrid, pero deberían conformarse, no siempre puedes tener lo que quieres ( You Can't Always Get What You Want).
El farsa tiene asociado todo lo que significa corrupción y encima presumen, como si fuera gracioso, pero no puedo tener simpatía por el diablo (Sympathy For The Devil)
Espero que los jugadores del Madrid salgan como caballos salvajes (wild horses), pongan al barsa bajo su pulgar (Under my thumb) y nos den una inyección de moral (Start me up) porque últimamente lo veo como si todo estuviera pintado en negro (Paint it black).
Ya lo sé, es sólo fútbol, pero me gusta. (It's only rock and roll, but I like it)
Buenas tardes, un grupo chino Southwind Media, se hace con el control de Media Pro
https://www.palco23.com/media/jaume-roures-ultima-su-salida-de-mediapro-por-desavenencias-con-el-accionista-mayoritario