Andaba Buffon elogiando al Madrid en vísperas del partido de esta tarde. Que es un equipo glorioso, ha afirmado. El mejor del mundo. Qué iba a decir Gigi, después de lo de Cardiff. Se estaba curando en salud, que ya tiene una edad. Probablemente, además lo piense. En realidad, lo piensa todo el mundo; otra cosa es que todo el mundo esté dispuesto a reconocerlo. Da igual. Es un hecho objetivo, verificable e inapelable. Pero sólo es eso. La historia y la estadística no ganan partidos, como la historia y la estadística demuestran. Lo único que ambas disciplinas permiten vaticinar con razonable garantía de éxito es que en Turín marcará Cristiano. Lo contrario sería una anomalía.
No debemos hacer caso a Buffon, por más razón que le asista. No conviene escuchar a quien te regala los oídos. Que la cortesía y el fair play que nos demuestra el italiano no nos lleven a engaño. Nuestro objetivo es amargarle la eliminatoria, por simpático que nos resulte. Si nuestra alegría depende de sus lágrimas, las mismas que derramó en el césped del Millennium, que llore desconsolado al ver cómo se aleja de nuevo su sueño de conquistar Europa. Honrémosle como corresponde, metiéndole todos los goles que podamos. Cuantos más, mejor. Ya que ha de perder, que sea contra el mejor del mundo jugando sin piedad, que es como se demuestra el respeto al rival. La Juve es un gran equipo y a los grandes equipos hay que temerlos, no compadecerlos. Detecto un entusiasmo exagerado en el madridismo, como si en lugar de en ida de cuartos ya estuviéramos en Kiev. Afortunadamente, Zidane sabe perfectamente que eso no es así. Ucrania queda muy lejos todavía y, como el francés repite una y otra vez, tendremos que sufrir para llegar a nuestra Ítaca particular; el camino es largo, ya nos lo explicó por aquí hace nada Número Dos.
Lo que nos hace falta hoy es ardor guerrero, pero corren malos tiempos para la épica. Está totalmente devaluada. Hoy día, cualquiera entona ‘El Novio de la Muerte’, hasta un ministro con corbata. Si por lo menos se hubieran abierto la pechera y hubieran mostrado un poco más de apostura viril… Seguro que Lola Montes le ponía más ganas cuando el himno era todavía un cuplé y se cantaba en los cabarets en lugar de en los cuarteles. Las cosas se hacen bien o no se hacen; para canturrear esa letra necrofílica como si fuera una canción de misa postconciliar, mejor guardar silencio. En su elogiosa y apasionada crítica del estreno en París de la ópera prima de Luis Buñuel, Un perro andaluz, el escritor vigués Eugenio Montes (nada que ver con la cupletista, cuyo nombre verdadero era Mercedes Fernández) decía:
“Nada de decorativismos. Lo español es lo esencial. No lo refinado. España no refina. No falsifica. España no puede pintar tortugas ni disfrazar burros con cristal en vez de piel. Los Cristos en España sangran. Cuando salen a la calle van entre parejas de la Guardia Civil”.
la juve es un gran equipo y a los grandes equipos hay que temerlos, no compadecerlos
Esta extravagante maravilla la escribió en 1929 un escritor católico y miembro fundador de la Falange a mayor gloria de la obra de un surrealista ateo y comunista. Eso sí que es transversalidad. Para que vean el deterioro que ha experimentado el país en todos los sentidos. Esos raperos absurdamente procesados deberían leer a Eugenio Montes y tomar buena nota de lo que es un verbo afilado como una navaja:
“La belleza bárbara, elemental –luna y tierra– del desierto, en donde ‘la sangre es más dulce que la miel’, reaparece ante el mundo. No. No busquéis rosas de Francia. España no es un jardín, ni el español es jardinero. España es planeta. Las rosas del desierto son los burros podridos”.
Repito: 1929. Pónganle un poco de flow y un buen beatboxing y a petarlo en las batallas de gallos. ¿Y qué les parece la mención explícita, profética, al jardiner indepe? ¿No puede ser legítimamente interpretada la prosa ultraísta del gallego como una invectiva contra el tiki-taka y el guardolismo en general? En las rosas de Francia yo quiero ver una alusión al derrotado PSG de los jeques. Ahora le toca el turno a la Vecchia Signora.
A lo que vamos. Esta tarde hay que salir a resolver la eliminatoria; no estoy para filigranas y largas posesiones. Lo dicho: nada de decorativismos ni de falsificaciones. Que truenen los tambores de Calanda en el Juventus Stadium. El cachirulo bien prieto en la cabeza y la faca entre los dientes. Que la plegaria de Keylor revolucione a todas las jerarquías de ángeles y desate el infierno. Que Cristiano haga buena la estadística. Y que dentro de una semana, en el Bernabéu, llore Buffon como un hombre por otra ocasión perdida.
Número Tres
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"Y que dentro de quince días, en el Bernabéu, llore Buffon como un hombre por otra ocasión perdida."
Dudo que pueda llorar dentro de 15 días en el Bernabeú Buffon, más que nada porque estará jugando (o en banquillo) frente al Crotone, allá por la punta de la bota italiana en Calabria. Si no está lo mismo asiste al Real Madrid - Athletic de Bilbao, que es el partido que también se disputará ese 18 de Abril, es decir, dentro de 15 días. Vamos que es en 8 días cuando se disputa la vuelta.
Por lo demás muy buen texto
Toda la razón, Larios. Perdona el lapsus. Lo corregiremos. Un abrazo.
Lapsus sin importancia de todas formas, era perfectamente entendible la frase en ese contexto. Fíjese, que ahora entre una eliminatoria y otra hay o bien 1 semana cuando son Cuartos y Semifinales o 3 en el caso de los Octavos de Final, en Champions me refiero. No se si el año próximo habrá más cambios, a parte del doble horarios de 18:55 y 21:00. Un abrazo
Me ha chiflado tu artículo, tan Buñuel y Dalí, sólo me faltó Lorca y me habría rechiflado y perdido aún más de lo que lo he hecho, tanto me ensimismé con la lectura que me olvidé de Turín y de Buffon y de sus cantos de sirena, de letra cierta pero cuya melodía me parece que como bien dices pretende desviarnos de nuestro camino....
Muchas gracias por escribirnos esta delicia
Saludos
Exquisito articulo en el fondo y en la forma. Me ha encantado.
El tercero de los faerna... Que se apliquen los dos primeros para mejorar lo presente.
Gracias a todos por vuestros comentarios. Pareciera que los jugadores me hubieran leído porque, en efecto, salieron a jugar sin piedad y le metieron a Buffon tres goles como tres soles. Cristiano hizo buena la estadística, y cómo. Su chilena pasará a la historia, como el filo de la navaja cortando el ojo en la película de Buñuel. Ahora, a rematar la faena en el Bernabéu. Y a seguir acercándonos a Kiev. El Madrid es planeta.
No puedo con la escena, nunca he podido mirarla, cierro los ojos en cuanto veo la cuchilla, aunque sea una vaca...bien distinto a lo que me pasa con la preciosa y perfecta chilena de Cristiano, que no me canso de mirarla.... 😉
Y sí, ahora a rematar la faena previo artículo de uno de los Faerna jeje...
Saludos
Leído a posteriori del partido de ayer, estará usted contento.
Lo clavó. Tal cual. Visionario. Redondo.
Muy contento, Juan Antonio. Madridismo happy y profético. Un abrazo.