Eden Hazard: el peligro de disfrutar demasiado 

Buenos días. Cómo estáis, amigos. ¿Nerviosillos? Nah, está hecho. Nada temáis. Nos consta que el acuerdo con el Chelsea es un hecho y que lo de Eden Hazard estará rubricado y será oficial de manera inminente.

-¡Otro con lo de la manera inminente! ¿Cuándo? ¿Qué significa “De manera inminente”?

Tranquilos. Eden Hazard va a firmar por el Real Madrid en las próximas horas.

-¿Cuántas horas? Sean más específicos. ¿7 horas? ¿2 horas? ¿7.552 horas?

Calma. Si estas cosas no son capaces de precisarlas ni siquiera preclaras plumas de la información fichajil como Manolete o Pipi Estrada, ¿cuánto menos estará capacitada para hacerlo una modesta publicación de opinión y entrevistas relacionadas con el Real Madrid? Nosotros sólo podemos decir que tanto en Marca como en As ya hay becarios permanentemente dedicados al hallazgo de juegos de palabras que incluyan el muy promisorio término “edén” (nuestro favorito sería el bautizo de la banda derecha como “Al este del edén”, ya que quedará como el flanco a la diestra de la zona por donde se moverá Hazard).

Eden Hazard, amigos. Qué nombre tan increíblemente fabuloso. Nada más halagüeño que la perspectiva de un edén (con o sin sus correspondientes doncellas vestales), y nada más inquietante -sólo que para el rival, claro- que el término hazard, que en inglés significa peligro. Podríamos, pues, traducir el nombre y apellido Eden Hazard como “el peligro de disfrutar demasiado”. En La Galerna somos madridistas happy, y por tanto nos enfrentamos siempre con arrojo y gran entereza a la perspectiva de pasarlo demasiado bien. O sea, que somos de Hazard. En definitiva, respondiendo a nuestra pregunta inicial, y a pesar de que sabemos que todo está hecho, no podemos esquivar algún nerviosismo. Porque nos importa mucho que Hazard venga.

También en As, estamos seguros, hay amplia concienciación sobre la importancia de la llegada de este extraordinario jugador. No se trata sin embargo de un asunto que les preocupe tanto como el partido que hoy disputan Nadal y Federar, como se verá. Es decir: se verá eso y también se verán las ganas quizá excesivas de sorprender a la audiencia con algo nuevo, y ese algo nuevo es un formato cómic. ¿Por qué? No tenemos ni la más remota idea, pero sin duda el nuevo director de As, que ahora mismo no recordamos cómo se llama, ha pensado que se trataba de una idea genial.

Relaño, vuelve.

En realidad, la portada tampoco está mal.  O sí? La estupefacción nos domina, hasta el punto de sojuzgar nuestra capacidad para emitir juicios de valor. Ayer noche había en la redacción de La Galena división de opiniones respecto a la pertinencia de esta primera plana estilo Marvel. Abundaban las opiniones contrarias:

“La infantilización de todo es el signo de los tiempos”.’

“Es horrible”.

“Federer con la raqueta en la izquierda y Nadal en la derecha. Puaj”.

“Qué espanto”.

Mayoría, pues, de opiniones críticas que nos limitamos a plasmar aquí y ahora, no sin antes matizar que hubo una opinión favorable a esta portada en el consejo de redacción de La Galerna. Nos limitamos a exponerlo en salvaguarda de la exactitud pero con la discreción que semejante revelación demanda. En ningún momento os contaremos que el miembro del consejo de redacción de La Galerna al que le gusta esta portada es Fred Gwynne.

El mundo cataculé, por su parte, vive en una permanente tormenta fichajil. Quieren a Neymar pero no lo quieren, y otro tanto puede decirse de Griezmann. A todas horas llevan a cabo encuestas para ver si la afición aprueba o no la llegada del carioca y/o el francés. Por Rashford aún no han preguntado a nadie, seguramente por pudor: si hay que consultar a la afición acerca de todas y cada una de las ocurrencias que les vienen a la mente, no van a ganar para encuestar. El Barça venga a consultar a su gente quién le conviene fichar, y el Reino Unido condenado a dirigirse al Brexit porque no quieren volver a hacer la consulta.

Pasad un gran día.