(Este artículo debió publicarse ayer, pero unos duendes hackers [y culés] lo robaron y lo tiraron a la papelera. Hoy, afortunadamente, lo hemos recuperado)
No logré encontrar canal que retransmitiera el partido con la Real Sociedad, y reducido a ver los goles y alguna jugada extra tampoco puedo opinar con conocimiento de causa sobre el lance. Sin embargo, tampoco me parece que Zidane haya intentado siquiera ganarlo, porque a estas alturas de temporada no es de recibo insistir desde el principio con jugadores tan poco firmes hoy por hoy como James y Marcelo, añadiendo el bisoño Brahim al experimento. ¿Acaso no están en plena forma Courtois, Varane, Casemiro y Mendy? ¿Acaso son los blanquiazules una escuadra flojita, idónea para otorgar más minutos al pelotón de los menos aptos actualmente?
Y si pensaba hacer cambios en el segundo tiempo ¿por qué no empezó intentando asegurar el primero? Solo me lo explico por renunciar de antemano a la Copa –reservando fuerzas para la Liga y la Champions-, o por una regresión al horroroso comienzo de temporada, donde el “aquí todos valen lo mismo” reeditó la versión Cotolengo para el equipo más exigente y exigido de cuantos hay en el orbe. Con aquellas declaraciones de “ganan y pierden todos”, o “no hacemos diferencia”, los merengues parecían avocados al desastre del año previo, y volver a la competitividad implacable fue lo que –ayudado fundamentalmente por el brío de Valverde- evocó una quincena de partidos buenos y muy buenos. Se diría que el desempeño mediocre de Militao no era previsible; pero es en todo caso forzar el recurso a la suerte, y a la inercia positiva de los últimos tiempos, ignorando que las cosas podían ir como en efecto fueron.
Tampoco hay dudas de que a Benzema le está costando recuperarse de su última lesión, aunque a despecho de lo uno y lo otro el míster se salió ayer con la peregrina idea de que todo cabría librarlo a la inspiración de Vinicius, con el apoyo Modric desde la segunda parte. Y Vinicius fue el mejor, aunque prescindir a la vez de Courtois, Varane, Carvajal y Mendy era ponérselo en bandeja al rival de ayer. Como ZZ me ha dado un montón de razones para considerarle fantástico en su oficio, puestos a elegir entre un desliz técnico y una estrategia a largo plazo me quedo con lo segundo. Dios sabrá por qué pudo parecerle el mal menor quedar apeado de la Copa, salvo temiendo perder un gramo de ímpetu para las otras dos competiciones. ¿Recuerda alguien cuándo hizo el Madrid su último triplete?
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Yo me quedaria con que las dos variables son validas, "todos valen" , "tirar la copa". A los jovenes, Brahim, Vinicius, Militao, les va dando esa confianza que necesitan ante un grande como la Real. De hecho Vini fue el mejor. Respecto a Marcelo, para mi deberia haber jugado Mendy, no se si el ladino de Zidane le puso para cargarse de razones y cuando lleguen los partidos "calientes", sacar al lateral frances de titular.
Pues creo que todos expresamos el sentir idéntico al de don Antonio Escohotado.
Desde nuestro sofá, no pocas veces no entendemos a Zidane pero intuimos un plan detrás (con el que podemos estar de acuerdo o no). Afortunadamente, los resultados y, por fin, las sensaciones, acompañan a las decisiones del míster.
Sin embargo, el jueves, desde que se supo la alineación, hubo un runrún que supongo compartiríamos muchos Madridistas como me pasó a mí en los Whatsapps con mi familia y amigos Madridistas. A nadie nos daba buena espina. Trasteé un poco en las redes entre los tuiteros que más respeto me merecen, algunos de ellos colaboradores de La Galerna y, por primera vez en mucho tiempo, la sensación de alerta máxima o incluso de "crónica de una muerte anunciada" era amplísimamente compartida. Y la lógica, esta vez, se impuso, si bien es cierto que todos tuvimos la sensación, meridianamente clara también, de que si el partido dura cinco minutos más no es que vayamos a la prórroga, es que, corregida en algo la sangría y a la épica desesperada, a lomos de Vinicius, Rodrygo y comandados por Modric, remontamos.
No sé por qué en el derbi se reaccionó de manera tan certera y acertada en el descanso y aquí se esperó a un 1-4 y al minuto ochenta para poner toda la carne en el asador.
A falta de una eliminatoria para la final, que hubiese sido contra el Mirandés a doble partido y con todos los respetos, la Real era el único grande que nos podía inquietar más allá de las lógicas sorpresas que puede deparar el fútbol. Mi impresión es que "tiramos" un título que se había puesto muy barato y, además, no economizamos, a estas alturas, esfuerzo alguno.
En fin, hoy ha habido una vuelta a la seriedad en Liga que era muy complicada en el campo del Osasuna y hay que aplaudirlo.
Pero nos seguiremos preguntando qué se buscó el jueves y por qué se utilizó, cuando la vida se escapaba como era previsible entre los dedos, todo el oxígeno disponible, como si hubiera un arrepentimiento súbito en la decisión trágica del suicidio que llegó demasiado tarde.
En fin, una mata que no ha echado.
Hala Madrid!!!
Don Antonio, me imagino que ese "avocados" que se le ha colado en el texto se debe a las prisas, ya que no creo que una pluma como la suya sea capaz de cometer semejante error de ortografía.
Perdón.
"(Este artículo debió publicarse ayer, pero unos duendes hackers [y culés] lo robaron y lo tiraron a la papelera. Hoy, afortunadamente, lo hemos recuperado)"
Je je je je je...tranquilamente ha podido ser...
Me imagino que la pregunta es retórica pues nunca el Madrid hizo triplete en toda su historia.
En cuanto a "tirar la copa" me parece que no se ajusta a la realidad, la copa es la tercera competición en importancia de las que aún se están disputando. Se debe competir claro está, pero sin perjuicio de las principales. Otra cosa es que en liga ya se hubiera tirado la toalla como otrora...
Zidane es bien listo y pone el acento en la liga porque de la Champions no necesita decir nada. En la copa es lícito que use el comodín para motivar a los que aún no han encontrado su sitio. Si sale mal, es un palo pero entra dentro de la normalidad de los casi 120 años de historia del club. Además pienso que para el míster y a la par para el grupo, la decisión es un win-win de manual. Si gana, todos salen reforzados, si pierde, todos saben el lugar que les corresponde de cara a mantener el equilibrio en el vestuario.
Yo al principio creí leer algo relacionado con los aguacates...jajaja