¿Dónde está el caso Soule?

Buenos días. La prensa deportiva española, o quizás sería más preciso decir la madrileña, había comenzado un tímido intento de compensar 30 años de mirar hacia otro lado mientras duraba la ignominia del villarato. Había empezado a revelar escuchas del caso Soule, sí, ese que llevó a Ángel María Villar a prisión aunque ahora, contra todo pronóstico, esté fuera de ella y continúe como presidente de la RFEF y acuda de hecho a su despacho con regularidad que se ignora y con toda la intención (suponemos) de destruir más pruebas que puedan profundizar en la prueba de sus sucios esquemas de chantaje, clientelismo, prevaricación y corruptelas.

Sí, la prensa deportiva madrileña había empezado a intentar compensar un silencio de 30 años (¿una connivencia, podríamos decir incluso, un disfrute callado de las consecuencias colaterales de las prebendas del villarato?) a base de ofrecer ahora datos de las escuchas. Mucho habría tenido que esmerarse esa prensa para compensar un silencio y una falta de voluntad total para investigar. Pero es que ni siquiera se esmeran.

En las últimas semanas había razones (¿pretextos?) para poner el tema a un lado, para dejarlo para más adelante, devorados como estaban por la actualidad de la situación catalana primero, las ramificaciones de la misma sobre Piqué y la selección luego, y las emociones de la Champions por último. Pero ¿y ahora? ¿Qué excusa hay ahora para no volver sobre el mayor escándalo de la historia del deporte español?

Veamos las posibles razones editoriales para que el caso Soule siga aparcado, en beneficio (suponemos) de otras cuestiones de más acentuada actualidad. Son las siguientes.

Ya lo veis, amigos. Hay por lo menos tres cosas más importantes que terminar de desentrañar, aunque sea a toro pasado (pasadísimo), los entresijos de Villar y las indudables conexiones con el FC Barcelona en sus maquinaciones. A saber: los All Blacks y su premio Princesa de Asturias, el más que hipotético fichaje de Odriozola por un Madrid que en ese puesto ya cuenta con Carvajal y Achraf, y la próxima presencia de Morgan Freeman y Matt Damon en el palco del Nou Camp, no sabemos si para apoyar la independencia de Cataluña, que es a lo que se va por ahí lo quiera uno o no. Todas estas cosas son más importantes, parece ser, que profundizar en la relación existente entre el régimen de Villar y las estadísticas arbitrales, chocantemente beneficiosas para el Barça en los últimos (al menos) 15 años, que ya nos hemos cansado de exponer aquí.

Aunque fuera demasiado tarde para recuperar el prestigio perdido, la prensa debería al menos intentarlo.

Hablen de ello.

Saquen cosas a la luz. Si no las tienen, incidan en lo que ya se sabe y especulen sobre ello. Ya sacaron a la luz que Gaspart presionó en todos los ámbitos posibles para la continuidad de Villar, tanto en 2004 como hace muy pocos meses. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Cómo se relaciona esta variable con ese saldo arbitral favorable al Barça? En el fondo no necesitamos que nos lo cuenten. Pero les cubriría de una precaria dignidad el hacerlo ahora, mientras Villar pasa por su despacho para seguir destruyendo evidencias.

Pasad un buen día.