Diario de un madridista confinado (días 13, 14 y 15)

28 de marzo de 2020

Sábado soleado. Es menester salir a por víveres, así que me ducho, me peino y me echo colonia de la buena. Los supermercados de más renombre venden más y también sufren más escasez de ciertos productos, ya lo he comprobado, de modo que acudo a uno muy digno de ámbito regional y precio contenido. En este también han adoptado ya las medidas necesarias de protección y la cola gira la esquina. Es tan larga como la fila de expertos que vaticinaron que el Real Madrid sufriría una debacle tras la marcha de Mourinho. Sí, cuando justo después se comenzaron a ganar Champions. La Séptima la ganó Heynckes, pero la construyó Capello. El mundial de España en Sudáfrica lo ganó Del Bosque, pero lo encofró Luis y de las cuatro Champions no diré que Mourinho fue el responsable, pero sí tuvo mucho que ver.

Sumido en estos pensamientos trascurre la espera, veinte minutos y el ánimo no decae. Solo hay pequeñas aglomeraciones distantes al confluir la cola del supermercado con la de un estanco y la de una frutería. Si estuviese Gallardón, habría hecho un túnel para evitar estos atascos y arreglado. Por Twitter me dan consejos para hacer llevadera la espera; Pepe Kollins me recomienda que no respire. Sigo a rajatabla la recomendación y a los 7 minutos me se estalla un ojo y varios viandantes me miran con reparo. Me examina la avería ocular un sereno que llevaba perdido por allí desde 1959 y me indica que prosiga y que no me queje. Yo le pongo al tanto de la situación actual, él me mira, se traga el manojo de llaves y se lanza a una alcantarilla que desemboca en los Países Bajos.

Me recoloco el ojo con la ayuda del codo para no tocarme con las manos porque voy sin guantes. La compra se desarrolla según lo previsto. La garrafa magnum de cinco litros del gran reserva Vegas del Rivilla ha bajado de precio hasta los 4,95€. Gran noticia.

Para comer, preparo algo sencillo: espárragos y setas a la plancha con huevos fritos de segundo mientras el día sigue hasta que se acaba.

29 de marzo de 2020

Domingo. No sé si han cambiado la hora, algo me suena. Al igual que suenan y mucho algunas personas. Parece que al estar encerrados quisiesen comunicarse con sus interlocutores ayudados solo por la fuerza de su voz. Todo esto es triste, pero escuchar los asuntos personales de otros provoca un pudor insoportable. Ya podían aprender algo de Benito Floro en Lérida.

El español es una lengua polisémica y para comer aprovecho medio pollo y medio conejo que sacamos del congelador el día anterior. Los preparo como surge, improviso, no sé, alineo, como dicen que hace Zidane. No voy a insistir en lo rico que estaba. Sabía como el gol de Asensio a la Juve en la final de 2017.

Ante la imposibilidad de mejora, llega el lunes.

30 de marzo de 2020

El enfermo que tenemos muy cercano no mejora y precisa ingreso hospitalario. Las posibilidades de no verte atropellado por la pandemia de algún modo son las mismas que evitar que te arrolle el tren si un día pasa por tu bañera mientras te duchas con los ojos cerrados.

No sé si de manera acertada, reflexiono sobre lo descorazonador que es la atmósfera de odio que nos rodea. Tal vez se esté confundiendo la exigencia de responsabilidades y la crítica ante los innumerables errores cometidos en la gestión de esta crisis con la venganza y el odio. Creo que es un peligro, pero ya somos todos mayorcitos para actuar con responsabilidad. Yo no pienso perder ni un segundo en hacérselo pasar peor a los demás, no aporta nada bueno. Tampoco voy a discutir con quien opine lo contrario.

Entre tanto, el Madrid resiste sin recurrir al ERTE y parece que es el equipo que mejor gestionado está de entre los grandes. También digna de elogio es la iniciativa de completar el sueldo de los empleados del club tomada por los jugadores de Barcelona y anunciada por Messi en un comunicado que muestra que la coordinación entre plantilla y junta directiva es como un sketch de Pepe Viyuela.

Día 1

Día 2

Día 3

Día 4

Día 5

Días 6, 7 y 8

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Día 10

Día 11

Día 12