25 de marzo de 2020
Segundo miércoles de confinamiento. A pesar de todo lo que ya ha ocurrido, nos acercamos a los peores momentos, que superaremos, sin duda. No importa que se suspendan grandes eventos deportivos como la Champions, los Juegos Olímpicos o el Torneo Mundial de Enhebrar Agujas de Colmenar de Oreja. Estamos dentro de una maldita película de guerra que por desgracia es real y hemos de aguantar. No necesitamos ser héroes, fuera de las películas sirve más la cooperación organizada que ser un Stallone o un Chuachenéguer. Se necesitan las rotaciones de Zidane para que todos aportemos lo que podamos, que en la mayoría de los casos es quedarnos en casa y respetar las normas al máximo.
Al hilo de esto, el martes, Lourdes y Esther, dos tuiteras y sin embargo personas, se echaron al monte sin salir de casa para fabricar todo ese material urgente que ahora mismo es más escaso que la disciplina de Cassano, pero necesario para proteger al personal sanitario y no sanitario en su lucha contra el coronavirus. Esther había contactado con un taller que podía confeccionar mascarillas, habló con Lourdes para conseguir telas adecuadas y ella, cual posesa descerebrada, se puso a llamar hasta al Pato Donald por señales de humo y consiguió más kilómetros de telas que la longitud del campo de fútbol de Óliver y Benji. Algunas de hecho las han recibido ya. He de decir que, conociéndola, de Lourdes y su familia no me extraña ningún logro.
Estas chicas también han conseguido que una lavandería industrial realice la esterilización —que no es convertir en Esther a quien vaya al tinte— de todo el tejido de manera gratuita. Además, han logrado que un grupo de voluntarios comiencen a imprimir viseras a destajo reduciendo a la mitad el tiempo de impresión. Incluso han contactado con estamentos oficiales y hospitales. Pero necesitan aún mascarillas, material TNT para hacerlas, viseras y demás materias primas, hermanas y primas lejanas.
Y todo esto lo han llevado a cabo en un día. Por favor, si alguien tiene posibilidad de aportar alguno de estos materiales que se ponga en contacto con ellas. Gracias. (@lrmegustaleer y @_esther_sanz)
Cambio de tercio, del épico al cotidiano.
La mayor parte del día lo paso dedicado a tareas grises como C. C. Baxter en las oficinas de la compañía de seguros, pero sin las peripecias que suceden en su apartamento o en su ascensor, más que nada porque solo tenemos escalera. Carece de interés. Se me ocurre la idea absurda de que cuando las competiciones se reanuden, se podrían recuperar encuentros aplazados disputando partidos-prórroga de 30 minutos, 15 por cada tiempo, para reducir el agotamiento de los futbolistas y cuidar su salud. Aunque veo más sensato suspender todo durante el tiempo que sea necesario.
La situación actual es el 2-6 que nos encasquetó el Barcelona, pero recordemos que ese momento fue un instante antes de comenzar a ganar Champions casi por castigo. Si se hubiesen bajado los brazos, no habríamos vivido la llegada del Tío SAM (Segundo Advenimiento Madridista).
Ahora nos toca sostener un minuto 93 de varios meses para poder celebrarlo después con copas por la calle.
La Galerna trabaja por la higiene del foro de comentarios, pero no se hace responsable de los mismos