Día 22
Al final no vino a buscarme la parca. Padecía el comúnmente conocido como constipado de autónomo, que es aquel que afecta al trabajador en esa situación y se caracteriza porque comienza a mostrar los síntomas cuando la persona física ha terminado su tarea, bien sea fin de la jornada laboral, bien sea viernes tarde, por ejemplo; azotan al sujeto durante el periodo de sueño y descanso (fiebre, dolor de garganta, etc.) y desaparecen, o merman mucho, cuando ha de reincorporarse a su labor.
Jesús Bengoechea, en lugar de azotarme con un látigo, como es costumbre en las galeras de La Galerna, se interesó por mí e insistió en que descansase, sobre todo si fallecía, ya que en ese caso iba a tener complicado trabajar, más aún si me incineraban, hecho ceniza no hay quien aporree un teclado. No le hago caso, si bien es cierto que tampoco fallezco del todo.
Tomás Guasch me llama para felicitarme las fiestas, porque luego todo son prisas y se nos olvida. Es más grande aún fuera del periodismo que dentro.
Día 23
Despierto con la sorpresa de que Mundo Deportivo pone a Modric a la altura de Messi en su portada. Milagro. “No hay fanatismo que resista a Luka Modric” titulamos nuestro Portanálisis.
Pese a que me había propuesto no ver este infecto mundial, hoy tampoco lo cumplo y me planto frente a la tele para ver si Lukita alcanza la final. No sé qué tienen los televisores de ahora que cada vez los veo más borrosos, deben de estar fabricados con el mismo material que el resto del mundo, con el que me sucede igual.
No comienza mal el partido, pero un córner no pitado a Croacia se convierte en un penalti sui géneris a favor de Argentina. Han señalado más penas máximas al equipo de Messi en unos días que al último Madrid de Zidane en toda aquella liga sospechosamente preparada en la que le birlaron el título para dárselo en ofrenda al Atleti.
A partir de ahí Croacia se desmorona. En la celebración, los argentinos vuelven a hacer gala de su educación y mientras saltan en manada empujan a un trabajador de seguridad del estadio. Se ve que les estorbaba.
Después de esto —y aunque no fuese después de todo esto— siguen leyéndose en Twitter comentarios que vienen a poner el grito en el cielo porque un español prefiera que pierda Argentina. Y lo dicen en serio. El caso sería el mismo si cambiáramos Argentina por otra selección y español por otra nacionalidad. La gente lleva muy mal que el resto de personas tengan gustos y opiniones diferentes a las suyas, no lo entienden. Uno afirma que no le agrada cierto grupo musical famoso y ha de soportar hordas de fans recriminándole tal postura. Es como si te regañaran por tener los ojos marrones. Dejen al personal en paz.
Día 24
El Bernabéu cumple 75 años. Le regalo una rebequita muy mona que le he comprado en Confecciones Jiménez. En La Galerna vamos a celebrarlo publicando una serie de artículos que conmemorarán grandes momentos vividos en el estadio del Madrid. El primero de ellos versa sobre el partido inaugural contra Os Belenenses y lo escribe nuestro mosquetero Athos Dumas. Athos, o bien ha estado presente en todos los momentos históricos madridistas de los últimos 75 años, o ha estado presente algún miembro de su familia, o está relacionado con ello de algún modo. Es un lujo.
Por desgracia hay un tema espantoso, el futbolista iraní Amir Nasr-Azadani, de 26 años, será ejecutado por haberse significado a favor de la defensa de los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su país. Mientras tanto, desde el mundial ni mu. Tampoco esperaba más, la verdad. Detener el mundial hasta que se revierta la sentencia podría ser una medida de utilidad para salvar una vida, pero ninguno de los actores implicados en el campeonato se enriquecería con ella.
En La Galerna no podemos influir, pero mostramos nuestro rechazo con este artículo.
Por la tarde es el turno de que Francia elimine a Marruecos. Le cuesta, los africanos realizan otro gran partido. Espléndida la capacidad de este equipo para explotar sus recursos y competir.
El arbitraje sigue siendo pésimo, a Mbappé solo faltó por pegarle un zurriagazo Tarzán Migueli sin que el colegiado señalase ni falta. El francés tiene sus cosas y a muchos madridistas no nos cae especialmente bien, pero de ahí a inflarlo a patadas hay un trecho.
Una de las pocas cosas buenas de este mundial es refrendar que Tchouaméni es un futbolista excepcional.
En Madrid seguimos navegando, intento encontrar el sol y me pregunto ¿quién parará la lluvia? La Creedence ha tomado el mando. No puedo salir a caminar, así que, en un acto poco habitual en mí, reflexiono:
Gestionar el Real Madrid no es fácil, del mismo modo que no lo es dirigir una empresa como Coca Cola o presidir un país. Todos los días hay que tomar decisiones que no son sencillas ni unívocas, más aún cuando toca vadear crisis, pandemias, un ecosistema hostil, etc. Es imposible fichar o mantener en el equipo a todos los futbolistas que desea cada —sí, cada— aficionado. El objetivo ha de ser la estabilidad del club sin perder de vista la victoria, fin último del Real Madrid, porque sin estabilidad la institución caería, lo que le impediría ganar. Si uno está muerto, no puede disfrutar de una lubina al horno. Visto con perspectiva y teniendo en cuenta todos los factores, no parece haber ido mal la cosa, sin embargo, tras cinco Champions en ocho ediciones —crisis, pandemia y Messi mediante—, no faltan madridistas que en lugar de disfrutar con ello prefieren poner de relieve, por ejemplo, que el Madrid vendió a Achraf y Theo y ahora triunfan en el mundial. Si hay que explicar esto a un adulto funcional, mal vamos.
Día 25
La sorpresa del día es que Luka Modric ya estaba presente en Police. Hay testimonios gráficos que lo confirman.
No es de extrañar, every little thing he does is magic. Además, Luka: Every breath you take / And every move you make / Every bond you break / Every step you take / I'll be watching you.
Hay quien afirma que en ciertos partidos embarullados del Madrid le ha dicho a Casemiro o a Kroos que don’t stand so close to me. Y también es obvio que futbolísticamente en ocasiones se ha sentido en Croacia so lonely.
Las nubes se levantan —no mucho— los pajaritos cantan —con faringitis— lo suficiente como para poder volver a caminar en lugar de nadar por Madrid.
Ya solo queda que se levante este nubarrón llamado mundial de Catar y vuelva el Real Madrid.
Getty Images.
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