Día 15
Lunes 5 de diciembre feo y lluvioso. Trabajo antes de librar 4 días seguidos.
Día 16
Caminata matinal desde el desayuno hasta la hora del aperitivo para mantener mi constitución a tono. Nací el mismo año que la carta magna y habrá que homenajearla ejercitando el cuerpo. Debido a las lluvias previas, las zonas habituales están embarradas, por lo que discurre por asfalto. Sobre un puente peatonal me obstruye el paso una pareja que camina lento ocupando todo la pasarela sin intención alguna de dejar pasar. Esta actitud define a una persona, ya sea a pie o en vehículo. Él no tiene cuello, parece un mikolápiz con la punta roma. Cabeza afeitada. Tiene el cuero cabelludo arrugado como si llevase el cerebro por fuera. Ella habla con si tuviera la lengua enfangada en arenas movedizas. Hacen planes para el partido de España.
La selección juega contra Marruecos a las 18:00, pero tengo otros planes. Caray, como diría el Buitre, de repente me entero de que el partido es a las 16, así que me siento a verlo con la misma preocupación que quien contempla una batalla entre dos aficiones rivales.
Partidazo. Cómo compite España. Qué bueno es Ferran Torres. Y el portero, el portero de la selección es el mejor desde aquel Zubizarreta que lo bordó frente a Nigeria en Francia 98. Comento el choque con un amigo por WhatsApp y me dice que “Gavi es la vaquilla del Gran Prix del verano”. Genialidad. Vamos a aprovechar para hacer estas bromas ahora, no vaya a convertirse en un Urdangarin II.
Los tratados internacionales antitortura me impiden presenciar la prórroga. Salgo hacia Madrid para ver un museo curioso y cenar. Me encantaría que esta España perdiese, pero me juego la cabeza a que terminará eliminando a Marruecos.
Me coloco la cabeza sobre los hombros. Sigue funcionando igual que antes, no se aprecian cambios. El motivo es que la he recogido del suelo antes de tres segundos que es cuando comienzan a subirse las bacterias, como cuando se te cae una aceituna al piso de casa.
Día 17
Miércoles. No tengo claro que este día haya existido.
Día 18
Me parece haber oído de refilón que han echado a Luis Enrique. Medida tomada con años de retraso, pero bienvenida sea. Ojalá contraten a Mourinho como seleccionador. Seguramente los independentistas catalanes —grupo social que apoya a España con más fervor— pusiesen problemas porque Mou no es español. Razonan de ese modo.
Ajeno a todo salgo a caminar y me encuentro a unos zapatos sin persona. Lo mismo son de Luis Enrique.
Día 19
No viene Mou. Ni Guti tampoco, otra opción que me apetecía. El nuevo seleccionador es Luis de la Fuente. Oh, qué ilusionante para la afición.
Salgo a caminar por la tarde. Me empapo, pero el paraje es bello.
Por la tarde juega Lukita, y aunque este mundial es basura, en el fondo quiero que gane porque sé que le hace ilusión. Se enfrenta a Brasil, donde militan varios cachorros nuestros y un exjefe. A Vini, Militao, Casemiro y Rodrygo los quiero mucho, pero Lukita es único, es una persona Luka Modric.
Comienzo a ver el partido ya en la segunda parte. ¡¿Qué se ha hecho Rodrygo en el pelo!?
Marca Neymar y los comentaristas lo ensalzan hasta la desmesura, aseguran que el gol ha entrado ya en la historia de los mundiales. Yo, en cambio, en lugar de creer que Neymar merecía una carrera con más éxitos pienso que demasiado ha conseguido teniendo en cuenta sus actitudes. No lo quiero ni regalado.
Ojalá empate Croacia, pido a Van Gaal que saque a Súker. No me hace caso, pero marcan gol. A Brasil se le empieza a poner la cara que se le suele poner en muchos mundiales, pese a ser la número uno histórica.
Penaltis. Casemiro la revienta. Falla Rodrygo. La culpa de la posible eliminación de Brasil será del Madrid. Lukita clava su lanzamiento y lo celebra con rabia. Se dispone a chutar un brasileño que parece Jesús Quintana de El Gran Lebowski. Se marca un Juanfran y eliminados.
En casa se celebra el pase de Lukita. Están presentes mis padres, mis tíos y una máquina de coser Singer que también canta los goles.
Comienza Argentina que se enfrenta a Países Bajos, unos loosers de campeonato desde que los conocíamos como Holanda. Messi da una buena asistencia y ejecuta un libre directo que sale fuera rozando el larguero. Encima marca el segundo de penalti. Que le den el Balón de Oro antes de que acabe el partido.
Una persona mala, Iván Alejo, se mofa de la eliminación de Vini tuiteando emoticonos de mono. Luego dice que no quería, como siempre. Ya le conocemos. Imaginaos ser él. O quienes se lo consienten.
Contra todo pronóstico, empata Van Nistelrooy. Los naranjas sacan una falta al borde del área que recordó a aquel penalti indirecto de Cruyff. Al menos a mí.
Mateu termina el partido jugando de stopper con Argentina.
Penaltis otra vez. Gana Argentina y bastantes futbolistas albicelestes se comportan como lo que son. Un comportamiento moralmente a la altura del mundial de Catar. Aunque Argentina es especialista, ya ganó aquel del 78 perpetrado con Videla asesinando a compatriotas y no puso muchas objeciones.
Día 20
Cumpleaños de mi padre. Le felicito y no se acordaba de que era su cumpleaños.
Voy a recoger a mi hija para comer y celebrarlo. De camino me piden por favor que pase a recoger unos álbumes por una tienda de fotos. Al llegar me extraño de que haya una cola que sale del establecimiento. Pido la vez y aguardo. Pasan unos minutos en los cuales va avanzando lentamente. Al fin miro al escaparate y compruebo que estoy esperando en la panadería de al lado de la tienda de fotos. Parezco Messi. Paso al local de fotografía y, al enseñarle el resguardo que me habían enviado por WhatsApp, la dependienta, con cierto alipori, me indica que es de la competencia, de la tienda que está a varios cientos de metros. Salgo abochornado. Parezco Morata. Al fin consigo recoger los álbumes.
A la hora de soplar las velas nos damos cuenta de que se nos ha olvidado comprar un seis. Lo sustituimos por un langostino.
Por la tarde, después de trabajar, salgo de paseo. Noto la garganta rara, no me encuentro muy católico, pero Marruecos tampoco y miren dónde ha llegado.
Día 21
Convocamos el tradicional Certamen La Galerna de Cuentos Madridistas de Navidad. Ya es la tercera edición. Los animo a participar, el ganador obtiene una camiseta del Real Madrid firmada por una leyenda del club.
A mediodía, cuando me disponía a escribir este diario, empeoro. Después de comer llego a la peligrosísima temperatura de 37,5 grados centígrados. Siento que la vida me se va. Comienzo a despedirme de los seres queridos.
Tras varias horas yacido en cama, moribundo, una amiga me insufla ánimos. No sé si será suficiente. Le envío una foto para indicarle lo que veo desde mi lecho de muerte. Apenas todo negro con un puntito brillante. Temo que sea la luz al final del túnel porque descarto que se trate del led del televisor. Ella responde de inmediato que no me preocupe, que esa luz es Júpiter. Lleva razón, siempre que vas con alguien caminando y señalas algo brillante en el cielo te responden: “nada, eso es Júpiter”.
Me duele la espalda tras tantas horas tumbado. Me levanto y compruebo que el hecho de haberme estado clavando la funda del termómetro durante cuatro horas puede que también haya influido.
Me arrastro al ordenador y procedo a escribir estas líneas con la esperanza de concluir antes de que para mi mal venga a buscarme la parc…
Getty Images.
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