–¿Qué te pasa, hijo?
–Que el Real Madrid va a desaparecer.
Esa fue la corta conversación que tuve con mi madre este jueves cuando me vio por casa mirando al suelo como si estuviera buscando explicaciones a algo en concreto. Me miró preocupada, consciente de lo que me duele el Real Madrid. Mientras me observaba pudo ver entre mis manos el extracto de una noticia de 'Marca' que tenía el siguiente titular: "Números rojos". Sus ojos dibujaron un gesto de incredulidad propio de una persona que no entiende de fútbol y se encuentra, de repente, con que el club más importante del mundo está contra las cuerdas.
Colgué la noticia en un trozo de pared que yo llamo "La eterna crisis blanca". Lo empecé en 2002, justo después de ganar la Novena en Glasgow, tras ver a Alfredo Relaño, director de 'AS', decir que el Real Madrid había ganado una Copa de Europa "al contragolpe". Su intento de infravalorar aquel logro me pareció tan llamativo que decidí guardármelo para siempre. En un principio, el trozo de pared no era más que un pequeño bloc de notas titulado "Mi Real Madrid" en el que anotaba las críticas que había sobre la entidad blanca. Más de una década después, el bloc ha pasado a ser pared y tuve que cambiar su encabezado al comprobar que llevábamos años hundidos en la miseria más absoluta. Si sigo recopilando historias no descarto tener que alquilar un local para poder mantener mi 'hobby'.
Mi padre vino a mi habitación minutos después de la ligera charla con mi madre. Él es madridista, pero de estos que se dedica a animar durante los partidos y no lee ni escucha medios de comunicación. Le admiro y le envidio. Evidentemente, su distancia con la 'información' le obligó a preguntarme cuál era la situación real.
–Me ha dicho tu madre que el Real Madrid va a desaparecer, ¿qué ha pasado?
–Nada, lo de siempre, que el entrenador ya cansa, el presidente busca beneficios personales, el crack de turno está acabado y perder el próximo partido generará una catarsis imparable. No sé si sobreviviremos a esta temporada.
Aguantó en silencio unos segundos y se marchó. Sentí que mi padre no le había dado importancia a mi frase. "¿Acaso le da igual que desaparezca el Real Madrid?", pensé. Mi mente permanecía atormentada a la vez que asustada. Me imaginaba guardando bufandas y banderas en una caja que jamás volvería a rescatar. Como cuando cortas con tu pareja y borras las fotos del móvil para rebajar el sufrimiento.
Mirando la pared vislumbré un tweet del periodista Héctor Fernández que rezaba lo siguiente: "Os empeñáis en hablar del Madrid como un club de fútbol cuando es una multinacional…". Una multinacional con 10 Copas de Europa, 32 Ligas, 19 Copas del Rey... ¡Lo que darían Siemens o Nestlé por tener un historial así!
Decidí salir de casa para pasear mi pena por la calle. No hacía mucho frío, pero sí el necesario como para llevar un jersey fino por encima de la camiseta y una cazadora. En pocos minutos llegué a una plaza de mi barrio en la que muchos niños estaban jugando un partidillo. Las porterías estaban formadas por latas de coca-cola y el balón era el de la Eurocopa 2004. Algunos de los niños lucían la camiseta del Real Madrid. Uno tenía la roja de hace varios años con el nombre de Sahin a la espalda, otros llevaban escrito "Ronaldo" encima del número siete. "Pobres inocentes", pensé.
Seguí caminando y choqué sin querer con un hombre al que se le cayó algo al suelo. No se dio cuenta y marchó sin recogerlo. Me agaché con intención de hacerme con ello y dárselo, pero algo despertó mi curiosidad. Se trataba del 'Marca' del 30 de septiembre de 2013. En una de las primeras páginas se podía leer lo siguiente: "La crisis de los 100 días. Ancelotti está cuestionado. La afición, con muchas dudas: sistema de juego indefinido, falta de intensidad, debilidad defensiva y bajo tono físico". Me la guardé en el bolsillo para colgarla en mi pared de "La eterna crisis blanca" como una prueba más de que mi teoría de la desaparición estaba cerca.
Ya de noche, cogí dos chinchetas de colores y me dispuse a colgar mi enésimo recorte, pero entonces se abrió la puerta de la habitación. Era mi padre otra vez. Me asusté y una de las chinchetas se me cayó al suelo. Levanté la cabeza y observé a mi padre mirando fijamente la pared sin observar nada en concreto. Era un simple vistazo cargado de desinterés. Lo que sí hizo fue quitarme la página del 'Marca' y aclarar su garganta para hablarme como cuando tiene que darme un consejo que debo memorizar de por vida.
–¿Otra vez agujereando la pared?
–Sí, porque he encontrado esto de 2013 y me sirve para reafirmarme en lo que ya pensaba.
–¿De verdad crees que el Real Madrid va a desaparecer?
–Sí, ya lo sabes. Lo que me molesta es que tú hagas como si nada.
–No, pero te diré lo que pasa. Tengo más de sesenta años y he escuchado y leído historias de todos los colores, incluso más sonadas de las que tú cuelgas en esta pared. Pero decidí, cuando tú todavía eras un niño, que no iba a perder más tiempo en preocuparme por esto o enfadarme por lo otro. Mira, hijo, el Real Madrid es el club más importante del mundo y todos quieren meter la mano en él. Harán lo imposible por destruirlo por fuera para poder reconstruirlo desde dentro. Que un periódico o un periodista te diga algo no quiere decir que ese algo sea real. Con el tiempo aprenderás a discernir entre lo veraz y lo inventado. Te dirán que al entrenador de turno -sea quien sea- no le interesa hablar de fútbol, pero si te paras a escuchar una rueda de prensa descubrirás que es la propia prensa la que no quiere hablar de ello. Te intentarán vender que el presidente ficha figuras, no futbolistas, pero luego recordarás maravillosas tardes de James, grandes exhibiciones de Ronaldo Nazario o inolvidables partidos de Zidane. Buscarán convencerte de que hay jugadores que lo merecen todo y otros que poco menos no deberían ni cobrar, pero analizando te darás cuenta que los primeros sí les cogen el teléfono, mientras que los otros no...
Frené en seco a mi padre. Me gustaba su discurso, pero había algo de mí que no terminaba de convencerme. Pese a que lo que me comentaba era cierto, yo seguía sintiendo dentro de mí que más de 110 años de historia iban a desaparecer como el polvo de la estantería al pasar un trapo.
–¿Pero entonces no es verdad que el Real Madrid va hacia ninguna parte y que acabará desapareciendo si no cambian las cosas?
–No lo es, no. Lo que sí es verdad es el palmarés, los éxitos, el gol de Zidane en Glasgow, el 'aguanís' de Raúl, los baños de masas en Cibeles, la carrera de Gareth Bale en Mestalla, el 5-0 en un Clásico en el que Luis Enrique se sentía madridista, los pases de Laudrup. Todo eso es verdad. Eso no lo puede manipular nadie. Esos momentos siempre llegan. Ibas a colgar un recorte de un periódico que hablaba de una crisis. ¿Sabes qué pasó meses después? Que el Madrid ganó cuatro títulos. De la crisis se dejó de hablar. ¿Por qué? Porque nunca existió o porque, simplemente, el Real Madrid lleva más de un siglo sobreviviendo a estas historias. Y lo seguirá haciendo. Este bendito club desaparecerá el día que se canse de ganar.
–¿Y cuándo llegará ese día?
–Nunca.
Ja, ja, ja, ja, Quillo tienes un padre repleto de sabiduría. Lo que hacen los años ¿Verdad?.
Un abrazo.
Excelente artículo, y excelente reflexión de tu padre.
Yo que tu, agrego justo al lado de esa pared casi hemeroteca deportiva, una pared similar, pero con las noticias siguientes a esas publicaciones inquisidoras donde el Real Madrid les calla las bocas a punta de fútbol, tal como hizo Raúl Gonzalez a todo un Campo Nou. Así jamás volverás a esos momentos que te has pasado. Y de encabezado pongas "Mi Real Madrid" como en tu primer bloc de notas, eso si, con la imagen de esa mítica celebración de Raúl.
Te confieso que a mas de uno, nos ha pasado tal cosa. Te lo aseguro.
Un saludo desde Venezuela, desde el otro lado del gran charco.
Que dramatico es este autor. Manda mecha.
Alguien dijo una vez, creo que Nicolás Casaus vicepresidente del Barceroba, que al final, en el fútbol, nunca pasa nada y tenía razón.
Este bendito club desaparecerá el día que se canse de ganar.
–¿Y cuándo llegará ese día?
–Nunca.
¡Hala, Madrid! Y nada más.
Los que están en crisis son los ciudadanos periodistas,tanto como si ganamos o perdemos nunca juega bien,y para superar esa crisis tanto monetaria como moral nada más que saben es criticar al Real Madrid,ni puto caso.
Que verdades se leen aquí
Marca y as son claramente periódicos anti madridistas
Hace mucho tiempo que se les ve el plumero pero nadie dice nada dejad de comprar y leer estos diarios es lo mejor que He podido hacer lo mismo pasa con radio marca ,punto pelota ,jugónes,el chiringuito de pedrerol y compañía salvando a unos pocos ,muy pocos siempre critican con mala intención al real madrid
Y los árbitros !!!! Que asco da todo !!!!
Muy bueno.