Lo único que me molesta de ser madridista es el miedo que provoca cierto abundante madridismo al pobre destinatario de sus afectos. Es como un padre autoritario. Más que eso, es el padre cruel. Es el padre de Agassi. Ese madridista quiere que ese hijo golpee mil pelotas al día.
No le perdona ni uno. Ni una. A ese madridista ni siquiera le sirve el triunfo. Ni siquiera le sirven tres copas de Europa seguidas. Quiere Ligas, y cuando haya Ligas y no haya copas de Europa querrá copas de Europa. Él es así. Le sirve más un partido malo de Marcelo, esa rareza futbolística maravillosa y madridista, que todos los buenos.
Yo, que soy un padre que podría estar mirando a sus hijos todo el día como si viera E.T. como la vi la primera vez, salto del asiento cuando a Marcelo, por ejemplo, le viene un balón por alto y de pronto lo hace desaparecer y mira alrededor como preguntando por él al resto de los jugadores, incluidos los rivales, justo antes de hacerlo aparecer como si se lo sacara de la faltriquera.
Esas cosas a mí me dan la vida. Yo, cuando era niño, si no jugaba Butragueño no me interesaba el partido. Butragueño tenía esas cosas, como Marcelo o como Benzema. Es una cosa un poco currista o morantista: la tarde se puede dar mal, pero la ilusión, el deseo, antes de llegar no te lo quita nadie. Imagínense si sale.
Ese madridista que exige, que no parece disfrutar. Ese madridista insatisfecho que escudriña la fealdad para ir a poner un simple acento (donde generalmente no lo hay), alimentando debates horrendos por insustanciales, polémicas menos absurdas que sus propios planteamientos, es un generador de miedo, de presión.
Uno no puede hacer nada bien de malas maneras, sin alegría, como para que a un futbolista le estén ladrando constantemente por cualquier cosa sus propios aficionados, laboriosos, tremendistas, catastrofistas, censuradores, implacables en sus pejiguerías.
¿Qué haría ese madridista en su trabajo, en su vida, si permanentemente tuviera miles de vigilantes subjetivos cuestionando no sólo su hacer y su profesionalidad sino todos sus movimientos? Yo digo que está bien la supervisión, la disciplina y esas cosas, ¿pero acaso no se va al fútbol a disfrutar?
Hoy hay derbi y el Madrid comparece triste por nada y con ese lastre a cuestas mientras el rival se presenta ligero y querido por una afición que lo adora a pesar de todo, como mejor debe de ser. El Madrid va a salir sabiendo que muchos espectadores están con él, pero también va a salir sabiendo que muchos espectadores no están con él. Y hablo de sus propios aficionados.
Haciendo algo parecido a un cálculo matemático, eso significa que, en igualdad de condiciones, en una final, por ejemplo, aparte de la mitad en contra, el Madrid tiene a la otra mitad de su mitad también en contra a poco que a alguno no le guste cómo le ha mirado Bale de casualidad.
Es inquisitivo el asunto, desde luego. Inquisidores en el fútbol. Los inquisidores no son felices nunca porque cuando terminan de quemar al hereje ni siquiera son capaces de echarse unas risas o un pitillo porque enseguida ya están buscando al siguiente. Un ejemplo es el de esta semana y los saqueadores de Marcelo.
Toda la semana he estado viendo pedazos de Marcelo mientras, con Marcelo ya despedazado, seguían despedazando a Marcelo. Yo les indicaría alguna cosa gruesa (y dolorosa, quizá) para hacer con esos pedazos, aunque esos pedazos no sean suyos sino de Marcelo, el mejor lateral izquierdo del mundo, que manda cojones.
Pero tan sólo le diré que los devuelvan, esos pedazos todos, hombre, que mañana hay derbi y yo quiero ver cómo, ya que no puede ser a Marcelo, le llega un balón a Benzema y de pronto se lo empieza a pasar de un pie a otro mientras Juanfran y Godín se preguntan qué pasa, justo antes de que Karim se lo enseñe como si le hubiera dado la vuelta al forro.
¡Bravo, Don Mario! Verdades como puños.
Lo peor del Madrid es parte de su afición; cada vez más convencido de ello.
Autocrítica SÍ. Autoflajelación, autoescarnio, automofa o autoburla, NO.
Es cierto que esa parte de la afición no perdona ni una. A veces ni eso. No vale ganar; hay que hacerlo siempre como ante la Roma... Y la excusa es lo que ganan los jugadores... Como si en otros equipos jugaran por el sueldo base...
El Bayern ha perdido 2-0 ante el Hertha de Berlín. ¿Estarán sus aficionados diciendo que este año no ganan ni el Trofeo de la Galleta...?
Pase lo que pase hoy ante el Atlético, ¡a seguir animando, hombre...!
Ya estamos con los buenos y los malos madridistas....lo de inquisidores me ha parecido tremendo, pero bueno, sé que todo es metafórico y que de verdad no pensáis que lo vamos a quemar todo jsjajajaajajaj.......
Los malos madridistas se enfadan con su equipo cuando las cosas no salen bien y los buenos madridistas se enfadan con los malos madridistas..en fin...todo va de enfados jaajajajajajajaj y de desahogarse y de culpar a alguien cuando las cosas no salen bien...no somos tan distintos jaajajajaj sólo nos distingue la diana de nuestros dardos jajaajajajaj
Y es muy bonito que Marcelo salte al campo como al patio del colegio...la pena es que eso te cueste un título....está bien disfrutar con el trabajo y ser alegre pero no todos los partidos o todos los momentos de un partido están para la lírica..a veces uno en su trabajo también se tiene que concentrar porque hay momentos y tareas que requieren de nuestra concentración porque si no las cosas salen mal..
Siempre: ¡Hala Madrid!
Magnífico, Mario!
Quien se enfada por las críticas, reconoce que las tenía merecidas.
Tácito (55-115) Historiador romano.
Mis críticas son ligeras y sin hiel, porque no la hay en mi corazón, y la detesto en literatura.
Cecilia Bohl de Faber (1796-1879) Escritora española.
La función última de la crítica es que satisfaga la función natural de desdeñar, lo que conviene a la buena higiene del espíritu.
Fernando Pessoa (1888-1935) Poeta portugués.
La mejor crítica es la que no responde a la voluntad de ofensa, sino a la libertad de juicio.
Fernando Sánchez Dragó (1936-?) Escritor español.
ENHORABUENA D. MARIO!!!
SIEMPRE HALA MADRID!!!
Lo supongo un lapsus, pero me ha encantado la interrogante en la fecha de fallecimiento de Sánchez Dragó...
Pues significa que vive.
Y como él afirma de los que vemos fútbol, "en una adolescencia perpetua"
Sin olvidar su viejo madridismo!
Muy buen análisis antropológico Don Mario, y eso de que si ganas la Liga quieres la Champions, y viceversa, es de nota.
Pero eso es la grandeza del Real Madrid.
Llevo viendo al RM desde el 53, y siempre es igual, lo que pasa es que antes no había Twitter.
Ya tenemos suficientes enemigos como para que nos convirtamos en el peor de ellos, cual Saturno devorando a su hijo. Apoyemos siempre. Con crítica cuando la ocasión lo merezca, pero constructiva. A veces leo a madridistas que se ensañan más de la cuenta. Juntos siempre seremos más fuertes. Vernos divididos es lo que quieren. No les demos ese gusto
Genial Don Mario!
La actitud inquisitorial de algunos madridistas hacia su propio equipo responde, creo, a la ilusión de estar por encima de éste. Es jugar a estar, no digo legitimado —los socios lo están, por definición—, sino cualificado para juzgarlo. Sentenciando, a menudo tajantemente, sobre tal o cuál decisión del entrenador, o del presidente, los inquisidores "sientan cátedra", cuando, en realidad, carecen de la información mínima para emitir cualquier opinión que no sea muy tentativa.
Otra cosa es la actitud del consumidor que reclama más satisfacción por su dinero; ése es, sin duda, el signo de los tiempos. Pero, en justicia, esa reclamación sólo la podrán hacer los que paguen.
Se me olvidaba añadir que apoyar al equipo sin juzgarlo ni esperar (y menos, exigir) nada a cambio es el tipo de actitud generosa y humilde —de humildad verdadera, no de la que tanto se ha atribuido, sin sonrojarse, a gente como Xavi Hernández— que nuestro mundo actual, con sus redes sociales y su conductismo narcisista, no tiende precisamente a estimular.
Muy de acuerdo con tu comentario.
Respecto al segundo párrafo, efectivamente, los que de verdad pagan (los socios) son quienes tendrían derecho a quejarse, si hay motivos para ello.
En la última Asamblea, parece que un 93% de ellos no es que estén muy descontentos...
Hay que valorar lo que se tiene, que no es poco (ver sala de trofeos, por ejemplo). Yo he sido testigo de gente que, tras ganar el Madrid por 5 ó 6 goles a cero a algún equipo, protestaban amargamente por no haber metido más...
Como dice Mario en el artículo, esa gente no es feliz con el Madrid. No aprenden a disfrutarlo. Solo a sufrirlo... Como eternos sufridores, encajarían mejor siendo seguidores del Atlético...
Yo creo que cierto espíritu de insatisfacción, de aspirar siempre a más, es muy beneficioso para el Madrid. Me suena, de hecho, que en la época de las cinco Copas de Europa se solía decir desde el club: "Queremos más". Lo único que reclamo es un poco de prudencia al opinar, y mucha más aún al juzgar. Y recordar siempre quiénes son los nuestros, y a qué está contribuyendo, aunque sea muy poco, lo que decimos.
Tuve la suerte de ver desde el primer anfiteatro, justo encima de vestuarios, las primeras seis copas de Europa y nunca oí "queremos más" por otro lado, hubiera estado bien porque demuestra ambición de ganar con nuestro equipo. Por cierto, cómo tiene demostrado.
Bernabéu solemnizó en sus citas lo que
venimos a ser:
“En el fútbol, el público se cansa de sus grandes figuras antes que éstas empiecen a fallar”.
"La camiseta del Real Madrid es blanca. Se puede manchar de barro, sudor y hasta sangre, pero jamás de vergüenza”.
Es una manera de opinar deslumbrante y maravillosa y comulgo tanto con lo de Butragueño... Tal vez es que esos otros madridistas no están hechos para catar esas glorias, van al resultado porque aunque ellos no lo sepan ganar sin esas maravillas en el campo es ser meramente resultadista. Recordarán muchos años la chilena de Bale, sin acordarse que lo denostaban por su irregularidad, e ignorarán, no olvidarán porque en realidad ignoran, que Marcelo manejó el balón sin mirarlo, paró el tiempo y a los jugadores del Liverpool, y lo mandó manso pero sin curva, preciso y con suficiente impulso para que el mundo comprendiera que ciertos momentos del fútbol son Dios tirando los dados. Y no, lo gozaron pero no lo comprendieron.
Ésta noche hala, Madrid, aunque no se vea a Dios tirar ningún dado.
Cuando me iniciaba en los - entonces - misteriosos arcanos del fútbol, mi padre tuvo a bien advertirme de una máxima perentoria "no se puede ganar siempre". Eso pienso que ha de ser un concepto básico a manejar antes de introducir cualquier crítica deportiva.
Esa máxima, como todas, demuestran sabiduría e implican educación. Yo también tuve esa suerte!
Conforme me hago mayor entiendo que la fe del carbonero es la verdadera fe.
Es que, en verdad, es maravilloso eso de pinchar un balón que viene del cielo mientras giras sobre tu eje, continúas con un sombrero al primer adversario, un caño al segundo, quedando libre de marca para avanzar por tu banda. Todo eso, en menos de 30 espléndidos segundos, para disfrute y solaz de todos los buenos madridistas. Y, tocarte los eggs durante los 44 minutos y 30 segundos restantes del partido. Sí; es maravilloso. Y, los que admiramos esa jugada y no aguantamos el resto del partido, somos unos malos madridistas.
Sobre todo, los que, durante el partido nos desgañitamos animando al equipo y es, después, cuando criticamos esas actitudes o, mejor dicho, esas desidias.
pues por ir un poco contracorriente apuntaría 2 cosas:
la 1a , no se critica a Marcelo y benzema por hacer un mal partido , más bien se hace por su indolencia y apatía, algo que va en contra de lo que representa nuestro equipo históricamente .
Y lo segundo, sin este punto de exigencia extra que muestra el Bernabéu y que no tienen el resto de equipos ( en eso estoy muy de acuerdo contigo ) , a lo mejor no tendríamos 13 champions y los equipos con afición de palmeros tendrían 0 .
Marcelo, lateral izquierdo, marco en octavos, cuartos y semifinales de la última Champions, vayan su detractores al mercado y encuentren algo parecido. Hoy, se ha visto que el Madrid sin Marcelo puede ser más sólido, pero mucho menos incisivo. Para ganar algo este año, necesitamos más a Marcelo que a ningún otro jugador.
Buenas. Veamos lo que yo tengo claro es que el miércoles al finalizar el encuentro ante el sevilla, dudo que hubiera muchos madridistas dispuestos a acunar a Marcelo, y digo que dudo, porque dudo que ningún madridista se acostara contento aquella noche. Como dije hace poco en un tweet a mi Marcelo me pone cachondo con las cosas que hace en ataque, pero me encabrona sobremanera verle, como en esa noche, defender un contragolpe con un trote cochinero. Igual soy demasiado exigente con el equipo, pero es que somos el REAL MADRID y eso no te obliga a ganar todo siempre (no se ha hecho jamás), pero si a dejarlo todo en el campo ya sea liga champions copa o entrenamiento.