D.E.P. Antonio Gento

Ayer, día de Navidad, falleció a la edad de 80 años en Santander, Antonio Gento. Hermano pequeño de Francisco, la ‘Galerna del Cantábrico’, tuvo un breve paso por el Real Madrid en 1962 cuando se le conoció con el apelativo futbolístico de Gento III.

Antonio descubrió el fútbol en su Guarnizo natal cuando jugaba con sus hermanos Francisco y Julio (también ya fallecido). Su primer equipo fue el Unión Club Astillero, de donde pasó al Plus Ultra por recomendación de su hermano Paco. El Plus Ultra era un club con el que el Real Madrid inició un acuerdo de colaboración en 1947 para surtir de jugadores de manera gratuita cuando el cuadro blanco lo estimaba oportuno. En el equipo asegurador Antonio Gento estuvo desde 1958 a 1962 disputando la Segunda División con unos buenos registros goleadores, como en la campaña 1959-1960 cuando logró ocho dianas, o en la temporada posterior, en la que anotó diez tantos.

En 1959, concretamente el 28 de enero, se realizó la famosa foto de los tres hermanos vestidos de blanco en el Santiago Bernabéu. Aquella noche el Real Madrid se midió al Zúrich suizo en un amistoso que terminó 5-2 a favor de los merengues. Antonio era un joven interior derecho o delantero del que habló así el periodista José Carrasco en su crónica de MARCA:

“En cuanto a Antonio (...) si podemos decir que (...) el tercero de la dinastía santanderina llega con una reconocida fama, pese a su juventud. Y a que este año no actúa, por una postura caprichosa de los dirigentes de la Federación Cántabra, que no autoriza el traslado de Antonio al Plus Ultra, a pesar de contar éste con la baja del equipo de procedencia: el Astillero. Pese a que no ha podido intervenir en encuentros de competición (...) Antonio Gento hizo patente, frente al equipo suizo, la habilidad que posee de dominio de la pelota y las cualidades técnicas de que está dotado para triunfar en el fútbol. El Plus Ultra tenía mucha ilusión con este valioso refuerzo, que salió, nada menos, que con el número 9 del Madrid en la espalda. Pese al carácter amistoso de la prueba, y a que era un novel (...), la sombra de Di Stéfano en la delantera blanca habría de restar muchos enteros del éxito al joven Gento.”

Su debut con los mayores tuvo que esperar tres años, hasta la temporada 1961-1962. El equipo de Miguel Muñoz dominaba con suficiencia la Liga y, llegado el momento de los partidos importantes europeos, se decidía jugar algunos choques domésticos con los suplentes. Antonio Gento fue solicitado al Plus Ultra para reforzar a los merengues y se estrenó el 11 de febrero de 1962 ante el Real Zaragoza. Tres días más tarde esperaba la Juventus en Turín y contra los maños actuaron, además de Gento III, otros suplentes como Félix Ruiz, Vidal, Isidro, Pepillo o Antonio Ruiz. Los locales se impusieron por 2-1 y Gento III no tuvo el debut soñado al recibir una fuerte entrada que le dejó renqueante toda la segunda mitad.

Quince días más tarde, el interior cántabro volvió a enfundarse la camiseta blanca en Sevilla contra el Real Betis. Muñoz utilizó la misma fórmula de rotaciones, ya que tres días más tarde se jugarían en un desempate con la Juve el pase a semifinales de la máxima competición europea. El Real Madrid cayó en el Benito Villamarín por el mismo resultado que en Zaragoza y Gento III en punta apenas fue suministrado de balones.

Su último encuentro en el conjunto madridista fue en la penúltima jornada en la visita al Atlético de Madrid en el Metropolitano. Los blancos habían cantado el alirón la semana anterior ante el Mallorca y entre semana lograron un triunfo fundamental en la ida de semifinales de Copa de Europa ante el Standard. Muñoz tiró de los menos habituales y junto al cántabro jugaron los Canario, Manolín Bueno, Marquitos, Antonio Ruiz o un Zárraga al borde la retirada. En el bando colchonero también hubo bastantes suplentes que dieron una alegría a su afición tras una victoria por la mínima. Las crónicas describieron un partido malo y de poca emoción donde Gento III tuvo una oportunidad muy clara para poner las tablas en el marcador en la segunda mitad.

Al término de aquel curso Antonio Gento se marchó al Levante, con el que obtuvo el ascenso a Primera en 1963. Sin embargo, no se quedó a orillas del Turia y fichó por el Racing de Santander donde coincidió con su hermano Julio. En el equipo de su tierra ofreció años de muy buen fútbol en la categoría de plata hasta que tras cinco campañas y un descenso a Tercera de los santanderinos firmó por el Real Oviedo. El club asturiano pagó 750.000 pesetas por su traspaso y militó allí en Segunda desde 1968 a 1971. Con 31 años decidió regresar a su querida Cantabria para vivir una segunda etapa en el Racing con ascenso a Primera incluido y su última parada fue el Unión Club Astillero, donde colgó las botas.

Fotografías: Getty Images