Dejé de ver al Madrid la primera semana de marzo. La eliminación frente al Ajax fue la última vez que vi un partido de los blancos. Entraba en Twitter para saber la alineación, miraba el móvil cada diez minutos para ver cómo iba el resultado, pero me negaba a poner el partido. Era un castigo invisible, un acto sin efecto en los futbolistas, que seguirían demostrando que no podían. Admiro a quien se mantuvo fiel y vio desangrarse durante once partidos a un equipo cadáver. No tanto a los que sacaban conclusiones inútiles; menos aún a quienes empezaron a dudar de Zidane por ese barbecho que el Madrid recorre muy de vez en cuando: la postemporada. A Zidane hay que juzgarle por tres Champions y una Liga, y por lo que venga a partir de ahora. Los dubitativos miraban al campo en lugar de centrarse en la sala de prensa, donde el técnico francés anunciaba cambios para el próximo año: había esperanza.
Sí acudí a bajar el telón. A falta de diez minutos para acabar la temporada, en casa contra el Betis, puse la tele para transmitir mi agradecimiento a una generación de jugadores que hizo vivir al madridismo su segunda etapa más gloriosa, si no la primera, pues entra dentro de la lógica pensar que ahora todo es más difícil que antes.
El verano comenzó demasiado pronto, un 6 de marzo, y la parte positiva es que a mediados de junio el Madrid ya tiene cuatro incorporaciones cerradas (más la anterior de Rodrygo). La negativa es que todavía falta mucho para que vuelva el fútbol. Un club tan acostumbrado a vivir en tensión hasta el último partido de la temporada se ve obligado por deméritos propios a respirar con ansiedad la llegada de la pretemporada, que será la más deseada y seguida de los últimos años.
A veces hay que darse un tiempo y ver si el otro reconoce sus errores y acepta cambiar. El Madrid lo ha hecho, ha entendido que se había relajado y que esta relación es muy exigente. No podemos saber cómo van a rendir los fichajes, pero nadie puede negar que cada una de las caras nuevas están entre las dos o tres mejores opciones del mercado, que es muy diferente a ser las mejores opciones del planeta. Me hace gracia cuando escucho que tampoco Zidane estaba en venta en 2001; quien piensa así no ha entendido el cambio que ha experimentado el fútbol en la última década.
A falta de Supercopas que jugar a principios de agosto, me tomaré los partidos contra el Bayern (20 de julio), el Arsenal (23 de julio), el Atlético de Madrid (26 de julio), el Tottenham (sin fecha confirmada) y el Trofeo Bernabéu como una reconciliación donde asentar de nuevo una relación que esta temporada celebra sus bodas de plata. ¡Cuánto hemos cambiado los dos! Pero más él: hace tiempo que se convirtió en centenario y sigue engordando por donde siempre suele hacerlo, por la zona donde se le acumulan los trofeos.
Pues las incorporaciones salvo Hazard va a jugar bien poco se van los reservas y siguen las vacas sagradas y además echan al preparador físico está temporada dejaras de verlo en febrero
A ver, al preparador físico no lo echan, se va él. Que pueda irse por diferencias con Zidane o con algún otro, no lo sé. Pero no lo han largado con cajas destempladas poniéndole los bártulos en la puerta.
Luego nos quejamos de los ciudadanos periodistas!
Te van a denunciar los periodistas deportivos nacionales por plagio. No te has dejado ni una coma fuera de la tertulia de radio marca, o el partidazo de la COPE.
Trolls aparte, a mí lo que me causa gran desazón es el ver que nos vamos a deshacer de lo poco que se savó la pasada temporada. Ojalá me equicoque, pero lo de LLorente me parece un sacrilegio. Que Zidane llegue y se cargue a ungrandísimo jugador como él, canterano y con unas características que son fundamentales en el centro del camp, me parece demencial. Y encima, vendérselo al Atlético, donde no tengo ninguna duda de que se va a salir. Medio centro defensivo, un puesto clave en cualquier equipo, y con unas cualidades portentosas... a un equio rival. Sólo nos queda en esa posición Casemiro, que encima se presenta como una incógnita después de su último añito. Parece que Ceballos tampoco. ¿Le estáis viendo con la selección? Hace y deshace a su antojo, tiene clase para regalar. Pues también le sobra a Zidane. Dicho de otra forma: Zidane pasa de los jóvenes olímpicamente. Demostrado queda. Los siguientes serán Vinicius y Rodrigo, amén de Vallejo. Por no hablar de Reguilón.Y si nos descuidamos, de Odriozola. Y Valverde para jugar la Copa. ¡Qué fácil, Zidane! Nos cubrimos las espaldas con la vieja guardia, en lugar de arriesgar y dar paso a savia nueva que está sobradanente preparada. ¿Estás mirando por el equipo o por tu culo (con perdón)? Tanta "revolución", tanta "limpia",,, para esto... Para que siga un equipo viejo, sin hambre y con el puesto asegurado para los jugadores. ¿Es ésta la revolución que hacía falta? ¿Quitarse de encima a los jóvenes, que no te van a crear problemas a cambio de mantener a tipos como Marcelo, por muchos abdominales que luzca, Ramos, Nacho, Varane, Kross, Lucas, Modric, Casemiro o Benzema? ¿El premio es largar a los que dieron la cara esta temporada (Reguilón, Llorente... y el más fácil de todos (Bale). Y veremos a Vinicius y Rodrygo...
En fin, hablo en mi nombre, pero creo que también en el de unos cuántos madridistas más. ¡Hala Madrid! Pero con serias dudas y la sensación de que estamos haciendo una cagada sideral.
Totalmente de acuerdo. Zidane está aniquilando la estrategia de los últimos años de Florentino y la directiva: la incorporación de jóvenes talentos para ir formando el Madrid del futuro. No hay entrenador menos adecuado para dicha estrategia que Zidane, un entrenador que está deshaciéndose de jugadores con más proyección que la vieja y gastada guardia. Aunque los Kroos, Marcelo, Modric, Casemiro, Benzemá nos dieran una buena temportada 19/20, no tendría mucho recorrido esta plantilla.
Florentino se ha acojonado esta temporada, ha recurrido a Zidane por encima de sus ideas sabiendo que está en los altares de la afición, pero que tira por tierra toda su planificación.
Nos arrepentiremos de vender a Llorente, a Ceballos y a otros que están en la casilla de salida.
Saludos.
Propongo que en cuanto se inaugure el nuevo estadio nos congreguemos todos los madridistas en el cesped del estadio. Luego dinamitamos la estructura para que nos caiga encima el techo retráctil y se acabe ya esta pesadilla en la que consiste ser madridista.
Tanto sufrimiento es insoportable. No es que no haya empezado la temporada. Es que ni siquiera se ha cerrado el mercado de traspasos.
Jajajajajajajajaja. Menos mal que empieza todo con un Trolls aparte.