El cisco póstumo de Borja Mayoral

Así como se cuenta que El Cid ganaba batallas después de muerto, es constatable que algunos exjugadores del Real Madrid montan lío en el club después de traspasados o cedidos, y en ocasiones en tiempo récord. El que parece haber batido todos los registros de precocidad en montar pollos tras ser carne de cesión ha sido Borja Mayoral, quien no bien puso el pie en Roma, para jugar en el equipo italiano las dos próximas temporadas, se descolgó con unas declaraciones francamente torpes y dañinas cuyas repercusiones no se han hecho esperar en el Real Madrid, a pesar de haber dejado Borja el Real Madrid atrás. Es lo que tienen las ciudades eternas como Roma, que sitúan presente, pasado y futuro del visitante en un mismo y brumoso estado que le impide, se conoce, mirar sencillamente hacia el porvenir desvinculándose de lo que ya no tiene arreglo y, por tanto, poco importa.

Pero parece que a Borja Mayoral le importa muchísimo el pasado, en especial el que acaba de transcurrir, de manera que ni siquiera en la hora gozosa de su arribo en otro (e histórico) equipo ha sido capaz el madrileño de tener un mínimo de prudencia y tacto. Las explicaciones posteriores, poco convincentes, casi le señalan aún más en una presunta condición de patoso que yo no le atribuyo, porque no le conozco, pero que él mismo parece empeñado en colgarse del cuello como un sambenito.

Sea por querer impresionar a su nueva parroquia, sea porque un ego mal gestionado le obliga a poner puntos vacuos sobre íes que a nadie importan, Mayoral ha asegurado que en realidad Zidane le quería en la plantilla (“por eso el club le buscaba una salida a Jovic”), dando a entender que al final las cosas se hicieron justamente al contrario por la imposibilidad, por parte del club, de encontrar precisamente un comprador para Jovic. Es así cómo, en pocas frases, Borja se las ha apañado para desacreditar el prestigio de un compañero y enturbiar el ambiente entre dicho compañero y el entrenador, que ha visto cómo un miembro saliente de la plantilla ponía públicamente en tela de juicio la fe que Zidane le tiene al serbio.

Como prueba fehaciente de que la gasolina ha prendido la mecha, Jovic fue “cazado” -palabra que tomo prestada de la jerga del programa que lo emitió- a su llegada a Barajas, donde se mostró parco en palabras pero patentemente molesto. “Preguntad al club”, espetó el atacante al reportero, en clara señal de que daba visos de verosimilitud a lo que dice Borja mientras el club, o Zidane, o alguien, no saliera a desmentirlo. Precisamente Zidane, en rueda de prensa y a pregunta de un periodista del mismo programa que “cazó” a Jovic en el aeropuerto, se ha visto forzado a calificar de “tontería” todo el asunto y revelando que fue él (Zidane) quien pidió al serbio, aunque es muy posible que el daño ya esté hecho.

No es la primera vez que el delantero natural de Parla, a cuya localidad natal no faltará ahora quien quiera mandarle para hacer allí lo que estime oportuno, mete la pata de manera pública. Legendaria fue su actuación tuitera, siendo todavía jugador del Castilla, en referencia a un partido de la selección española. Arrobado por un gol de Morata, Borja tuiteó que este es mucho mejor que Benzema, metiéndose así en un jardín multicolor y demostrando, aunque luego afirmara risiblemente que su cuenta fue hackeada, que ocasionalmente es posible ser bocachanclas incluso sin abrir la boca (no las hay en twitter), ese bocachanclas 2.0 que tal vez Borja no sea, insisto, pero a quien la reincidencia ya empieza a asimilarle de manera alarmante. Quién sabe si no se reencontrará pronto con Morata, que no solamente es mucho mejor que Benzema sino que siempre ha soñado, como todo el mundo sabe, con jugar en la Roma.

Bocachanclas sin fronteras.