De aquella manera

Cuando crees que el verano no puede ser más caluroso, llega el día en que compruebas en sudor propio que sí, que vaya si puede. Cuando piensas que algo ya no puede torcerse más y te consuelas pensando que ir a peor es imposible, apenas un mínimo giro demuestra que virgencita, que me quede como estaba hace unos segundos. Cuando parecía que Alfredo Relaño ya se había cubierto de gloria para los restos con aquello de la "victoria un poquito vergonzante" de la Novena -sí, vergonzante, con el gol estratosférico de Zidane en Glasgow arrasado, obviado, censurado- llega un 17 de julio cualquiera y Alfredo escribe en un nuevo editorial cualquiera que la Undécima -léase cualquier victoria del Madrid para el ínclito director- se ganó "de aquella manera". Qué bonito, Alfredo. De aquella manera.

Así que no se dejen llevar por la frescura de la portada que As nos presenta hoy. No caigan en la trampa de las sonrisas de los jugadores madridistas que marchan de pretemporada con aparentes aires renovados y pieles bronceadas. Ustedes, en su ingenuidad, podrán ver en la foto de As cierta camaradería y hasta ilusión por la vuelta al trabajo. Pero no se confundan. Las manos que no se ven en la foto portan navajas. Las sonrisas son impostadas, obligadas a punta de rescisión de contrato por Florentino, que a buen seguro no es solo el presidente del Madrid, sino también, como todo el mundo sabe gracias a la incansable labor editorial de Relaño, el director deportivo del Madrid, el entrenador en la sombra, el utillero, el portero mayor del Bernabéu, quien diseña los menús del restaurante del estadio, quien decide cuánta agua sueltan las cisternas de sus baños, el gestor de espacios en el aparcamiento, el conductor del autobús del equipo, el piloto del avión...  aquella ama de llaves de Rebeca y hasta la madre de Norman Bates.

Nosotros no podemos más que agradecer a Relaño su trabajo, porque pocos periodistas se atreven a denunciar como él el permanente estado de decrepitud ya no futbolística, sino moral en el que vive el Real Madrid con Florentino. Se ganan Copas de Europa, sí, pero "de aquella manera" y al precio de seguir confirmando la poca agua que sale de las cisternas de los baños del Bernabéu por culpa de Florentino, que escatima en todo menos en su ejercer de Nerón, de Atila y de Gengis Kan tras sus gafas de no haber roto nunca un plato. Alfredo no lo dice en su estupendérrimo editorial de hoy, pero estamos seguros de que es Florentino el fotógrafo de la imagen que vemos en As, pura propaganda, falsa superficie, Un mundo feliz y 1984 dándose la mano en el club blanco, negro negrísimo si le quitas tanta facha-da.

"De aquella manera" hemos ganado la Undécima, queridos galernautas. Arrepentíos. ¿Cómo se nos ocurre celebrar este trofeo cuando en realidad nos cubre de mierda hasta las orejas? ¿Qué clase de desvergüenza ha anegado nuestro espíritu para que veamos coraje, esfuerzo y gloria en una victoria a todas luces menor? Entreguemos esa copa al Cholo, que nunca gana "de aquella manera", y devolvamos todos los trofeos que diga Alfredo, faro de occidente, luz del periodismo, guía moral del madridismo, gurú de la tribu. Habrá gente montaraz que se resista al diagnóstico de Relaño, e incluso alguno podría cantarle bien fuerte a la cara aquello de "I did it my way". Pero Alfredo está del lado de la verdad, o mejor, la verdad está del lado de Alfredo, y nos parece muy verosímil ver a nuestro querido periodista marcándose un Ser o no ser de Lubitsch en pleno concierto de Sinatra, levantándose airado de su butaca justo en el momento en que La Voz comienza la histórica tonada.

-My way, my way, dice el tío. No te jode. Ese my way tuyo es un "de aquella manera" de manual y me lo paso yo por el forro de mi editorial mañana mismo.

Cuando crees que el último integrante de la idílica familia de La matanza de Texas ha doblado su rodilla y ya no puede correr con su sierra mecánica detrás de ti, cuando te ves por fin a salvo, llega Xavi Hernández vía Sport y te suelta un helador y desasogante "el tiki-taka no ha muerto". Cantan todos los coros infantiles del mundo, florecen los cerezos, love is in the air everywhere I look around.

Al respecto recordamos una película titulada Bruce Lee lucha desde la tumba, con el pequeño detalle de que no era Bruce Lee quien luchaba sino un tal Jun Chong (gracias, Filmaffinity) que se hacía pasar por el mito con penosos resultados. No sabemos si Xavi es aficionado al subgénero de artes marciales, pero nos tememos que su extrema coherencia de manual de segundo curso de primaria se lo impide, con lo cual tal vez no entienda qué queremos decir con este ejemplo.

-Las artes marciales para Pepe, ¿no? Yo soy hijo del balón, del césped, de la luna, del sol, del amor y de las flores.

Cuando crees que van a renovar a Messi por enésima vez, va el Barcelona y lo renueva por enésima vez más uno tendente a infinito. Menos mal que la vida aún mantiene alguna cosa predecible a la que aferrarnos como se aferran Relaño y Xavi a la berdad.