La alineación. Risas en el bar en donde sigo el partido. La gente, ya sabes, que cuando no bebe se pone insoportable. Nunca veas fútbol con abstemios. Durante toda la previa, el cachondeo. Bale, ja, ja. Hazard, jo, jo. ¿Isco saldrá en ayunas, je, je? Lo típico. Pero a mí me llegó con ver a Modric calentando y con la cara que puso Benzema al saltar al campo para saber que, tal vez, podían ocurrir cosas bonitas, como dicen ahora los intrigantes. Y en la resaca de la primera goleada de la temporada traigo dos conclusiones, quizá impopulares, que defenderé a muerte: Nacho es uno de los mejores delanteros de la liga, y el madridismo debe dar una oportunidad a la redención. De hecho, voy a encargar unas cuantas camisetas, para competir con las de Ramón, con el lema setentero revisitado: “Give redemption a chance”.
Y lo digo porque, durante mucho tiempo, nadie ha tenido más reservas que yo con Bale y Hazard. Es una manera elegante de explicarlo. En realidad, les he llamado de todo. Pero es que me molesta la mala actitud. En el Madrid o estás o no estás, pero el mamoneo es de pésimo gusto si vas de blanco, ya sea en una boda o en el Bernabéu. Sin embargo, por cristiano, creo en el perdón, y ayer Bale y Hazard, con actuaciones desiguales, dieron muestras más que sobradas de querer recomenzar con el madridismo.
Hazard mostró destellos de magia de esos que hasta ahora solo le habíamos podido ver en YouTube con la camiseta de otros equipos, y embutidos, como consecuencia, en una densa melancolía. Y Bale corrió la banda hasta el borde de su propia área con la misma furia que si el atacante del Alavés le hubiera tirado del moño. Sospecho que son dos recuperaciones bastante más inteligentes y realistas que la de tratar de resucitar a Isco.
Leo a los expertos decir que Alaba todavía está en periodo de adaptación al Real Madrid. ¡Bendito sea Dios! ¿Es que aún puede jugar mejor que lo que hizo ayer? Son los mismos comentaristas que decían ayer por la tarde, no recuerdo en qué televisión, que tipos como Modric y Benzema aún necesitarían un montón de partidos para alcanzar su nivel después de un verano tan intenso y casi sin vacaciones. Lo del croata ayer volvió a ser un recital. El golazo de Nacho es, antes de nada, su bicicleta y su centro envenado e indefendible. Y qué puedo decirte de Benzema. Está en tal momento de inspiración que, si lo dejas en el banquillo y se limita a mirar fijamente al portero rival, la bola entra sola sin que nadie la toque. Es ya el Uri Geller de las pelotas (con perdón).
Ancelotti, que no te engañe su pose tranquila, lo ha cambiado todo. Más allá de las individualidades felices, la mejor noticia para el Real Madrid es que el equipo ha dejado de estar obsesionado por pasarse el balón en horizontal durante horas en su propio campo –esa quimera, zidanera y blaugrana, de las estadísticas de posesión-, y se ha lanzado a lo que, desde siempre, ha sido el fútbol merengue: atacar, atacar y volver a atacar. Incluso se ha atrevido a abrir el melón psicológico de Vini, explicándole lo evidente: que, con veinte pases por acción, puedes hacer la mejor jugada de la historia, pero no marcar un maldito gol. Y ríete si quieres del quesero de Reggiolo, pero ayer el chico marcó.
Ancelotti, que no te engañe su pose tranquila, lo ha cambiado todo. Más allá de las individualidades felices, la mejor noticia para el Real Madrid es que el equipo ha dejado de estar obsesionado por pasarse el balón en horizontal durante horas en su propio campo
Tras el pitido final, los que se choteaban en el bar fueron circulando con su abstemia a otra parte, en una procesión del silencio que habría hecho lagrimear a Antonio Banderas. Alguno, célebre culé del barrio, ya apuraba las excusas para anticipar una posible hecatombe dominguera del Barça sin Messi, que desde que se ha ido con las hormonas a otra parte, lo están pasando fatal. Pero aquí, lo que nos importa, en la zona blanca de la vida, sin estar todo claro, no está ya tan oscuro como hace diez días.
Sin duda, la llegada de una nueva estrella podría situarnos en el plano competitivo que todos queremos (oh, cielos, disculpen el “plano competitivo”, cada vez escribo más como los comentaristas de los partidos en televisión). Soñamos, y quizá ya nos estamos volviendo un poco cansinos, con Mbappé, aunque a mí me gusta más Haaland. En todo caso, a estas alturas de agosto, resulta un poco indigesta la petro-prepotencia del jeque, casi reconvertido en secuestrador de futbolistas, que ya trata a las estrellas del balón como si fueran su harén. Pero tampoco vamos a negarlo. Sin el fichaje estelar, la nueva era de Carletto ha empezado muy bien. Con el fichaje estelar, volveríamos a soñar con ganarlo todo, que es lo propio del madridismo, ganar sin parar. Que para vender camisetas ya está el PSG.
Fotografías: Imago
Cada entrenador conocido pide en la plantilla lo que era de esperar, el Valencia da muchas más patadas, como si tuviera media docena de Albeldas, y el Madrid comienza a jugar más vertical.
Por cierto, los primeros 10' del Valencia fueron de escándalo bordalenco sin escandalizar a la prensa. A eso le llaman intensidad.
A mi me encantó el Madrid el sábado, soy de Zidane pero reconozco que el año pasado no vi más que 2 o 3 partidos del equipo jugar con ésa autoridad e intensidad del sábado.
Y luego la rueda de prensa de Ancelotti hablando de la gestión de Vinicius con la definición y el "pesimista" Nacho fue una delícia.
Perdón por la discrepancia. A mí el gol de Nacho me pareció un centro que se quedó corto, que parecía que iba a ir mansa a las manos del portero, pero que de la nada apareció un señor de blanco para clavarla dentro. Sin desmerecer la gran actuación, una más, del señor de los 42 millones para tapar vergüenzas.
Si Bale quiere recomenzar que empiece por reconsiderar el dinero que lleva cobrando los últimos tiempos. Que se prescinda de Ramos y él siga en plantilla es surrealista. Ramos se pasó de frenada , pero éste es que no arranca la moto .No sé yo si lo de los recortes también va con él.
La prensa habla del partido de Bale. No debieron ver el partido como los que hacen la crónica de un concierto que se suspendió.
Vinicius, continuamente denostado, salió a jugar un rato. Hizo una jugada de Benzemá , cada vez que cogió el balón buscó puerta y metió un gol que no fue una carambola, en carrera venía con la mano levantada pidiendo el balón. Le queda mucho por aprender , es verdad, pero se deja la piel y cuando le citan equipos de postín siempre dice que su equipo es el Madrid.
Tenemos en plantilla a un tal Rodrygo que cuando da un pase no es una pedrada al viento y que tiene al menos la calidad de un tal Pedri.
Si me dan a elegir, también me quedo con Asensio. Irregular y exento de carácter , de acuerdo. Pero como dice José Mota y ¿ Y si sí ?
Lucas Vazquez en este panorama si no se arranca Hazard , esperemos que lo haga ya que sería una bendición, va a jugar muchos partidos . Bien adelante o atrás no da un balón por perdido y lo suyo aunque le nieguen el pan es la batalla continua y las asistencias. Muchos partidos los ganan él y Carvajal.
A veces pienso que ningún entrenador , en el Madrid actual, quiere a Brahim ni en pintura porque en el panorama actual si le hubiesen dado unos cuantos partidos...