Buenos días, amigos. Considerando nuestro madridismo galernauta, y aun a riesgo de adentrarnos en traicionero terreno pantanoso, hemos de reconocer lo evidente: a la hora de ser culé todo son ventajas. Fijarze bien, que diría Don Manuel Ruiz de Lopera. No hace falta ir muy lejos, basta con echar un vistazo a las portadas deportivas de por allí arriba a la derecha, tierra de Peras y Rufianes.
Es que no se cortan un pelo. A calzón quitao que se dice vulgarmente. ¡Força Pep! Con dos collons. O tres. Como tetas tenía aquella marciana de Desafío Total que casi deja bizco al bueno de Arnold. Es el culerío transversal, una suerte de “Sumar” de soçis, aficionats, Messilievers, panenkoides y demás exégetas, estetas y papanatas. En el culerío transversal para todos y todas y todes vale tot per tothom.
El culé medio de hoy puede celebrar una Liga cocida a fuego lento en los fogones en la forja de la ignominia del CTA. El aliño vicepresidencial no importa en absoluto. Tampoco que un señor bilbaíno del furgol pasara por allí antes de que lo llevara la Benemérita esposado. Ni que decir tiene que los que mandan ahora sean un luchador de Motril sin piernas o su amigo Javi, el tuitero compulsivo que cosecha sentencias desfavorables.
Pero el culerío transversal es mucho más. Te permite ganar hasta Eurocopas y Mundiales. El último, catarí que te vi, causó furor en la Ciudad Condal de la mano de un Messi, cuyo papá ha dejado ingentes muestras de cariño y trolas al més que un club en su penúltima visita Barcelona y en su última reunión con el tahúr de Laporta.
Culerío transversal, amics, la primera plana del diario Sport así lo demuestra.
Este fenómeno aglutinador permite al culé medio que lleva unos añitos cosechando bochornosas humillaciones en el Viejo Continente —de Manolas al bizcOCHO muniqués, pasando por sendas primeras fases al carrer— ganar esta noche nada menos que una Copa de Europa. Lo hace vía Pep (¡Força!), sumo pontífice de la libertad de los pobles oprimits del món y profeta de todo lo blaugrana, todo un filósofo como se refería a él con sarcasmo el bueno de Ibrahimovic.
Fíjense en la azotea de esta primera plana donde Pep, El Humilde, asegura que su mérito es haber tenido a Messi o Haaland en sus filas (y a unos cuantos más). Efectivamente, aquí razón no le falta. Estaría bueno ver a Guardiola manejando la receta Deco-Maniche-Carvalho para ganar una Champions League como la que ganó D. José Mourinho Félix. Pero como diría Conan Rey, esa es otra historia.
El caso es que hoy se disputa la final de la Champions tal y así lo refleja prácticamente unánime la prensa deportiva. La excepción —para comer cerillas— la dejamos para el postre. Dice el diario As que hoy se enfrentan TRADICIÓN (Inter de Milán) y RENOVACIÓN (Manchester City) y bueno, podríamos decir, que es una manera un poco hippy de ver el mundo, en tanto que el tradicional Inter es propiedad de un joven chino aspirante a Madoff y el dueño del City es todo un emirato teocrático que sólo tiene que abrir el grifo del gas en las arenas del desierto para llevarse el fichaje multimillonario del verano.
El balompié mundial ha cambiado, mecido por vientos de corrupción, panoja y fondos de inversión, pero el chou debe continuar, prensa mediante. No dejes que Negreira te chafe una buena noticia.
Y si se la hemos colado al culerío transversal con el retonno de Messi, cómo no les vamos a colar que la Farsa está a punto de fichar a Kimmich como hizo con Lewy —añaden— pero con 150 años menos. Claro que se la van a colar. Recordad que está gente va a Canaletas a celebrar mundiales argentinos y Champions ajenas.
El colofón es para Marca que pasa de la final, pero no así del culerío transversal. Como siempre, a su rollo, pero, claro, es que su rollo de hoy es particularmente espantoso. “Les habla el capitán” dicen, oiga, suélteme el brazo, será el suyo, a nosotros déjenos en paz. El culerío transversal todo lo cubre, todo lo alcanza. También a la selección española, por supuesto, piedra angular de todo el movimiento. Así nos va que nos habla el capitán Fantastic de la Roja, el mismo al que toreó hasta el escarnio absoluto Chiellini delante del orbe entero en una tanda de penaltis. En fin…
Así son las cosas y así se las hemos contado, que decía ufano Buruaga en el Ente como si hubiera pronunciado una frase digna de Todos Los Hombres del Presidente.
PD: Mucho madridismo ayer en la pista Philippe-Chatrier de París. Fuerza, Carlitos.
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4 comentarios en: Culerío transversal
Yo estoy de acuerdo con lo del culerío transversal, pero no se puede acabar el artículo apuntando como madridistas los éxitos o fracasos de un tenista. Por coherencia. A ver si ahora el Real Madrid va a poder ganar Roland Garros.
Es una contradicción humana. Muy humana...quizás , y de forma inconsciente, para que haga de contrapeso en un texto divino.
Culerío transversal, pajiplantilleo, Negreirato… no sé a qué espera la Real Academia para incluir en el Diccionario términos tan necesarios para explicar España.
Pues sí, el balompié ha cambiado y la panoja manda, pero no sé si para bien o para mal, el tiempo lo dira, pero los derroteros por los que va no auguran un final feliz. Y hablando de determinada prensa le diría: apaga y vámonos. Hala Madrid.