Sucedió el pasado mes de julio mientras repasaba los comentarios de los aficionados a la NBA especulando sobre los fichajes que se podían llevar a cabo. Durante el periodo de agencia libre, las franquicias pueden negociar con aquellos jugadores que ya no tienen un vínculo contractual con un equipo o negociar el intercambio de otros que sí los tienen jugando con el coste de sus contratos. De este modo, en base al tope salarial que tiene fijado cada franquicia, los seguidores pueden calcular qué contrataciones o intercambios se pueden realizar. Viene a ser como jugar al PC Fútbol, pero con normas y cifras reales. Así que lo primero que me vino a la mente es ¿y por qué no podríamos hacer lo mismo los aficionados al balón?
La respuesta, no obstante, fue tan rápida como contundente: por la sencilla razón de que en este deporte impera una opacidad que hace imposible que podamos saber qué cobra cada jugador o si una cláusula de su contrato se ajusta a las normas o no.
Al igual que en la NBA, la LFP tiene fijados unos límites salariales para cada equipo, pero la organización que preside Tebas, a diferencia de la liga profesional de baloncesto americana, no publicita convenientemente los criterios con que los regulan y, sobre todo, no da a conocer los contratos de los futbolistas.
En los últimos años hemos tenido noticias de diferentes clubs de Primera División que no han podido fichar a jugadores al haber cubierto el cupo salarial establecido por la LFP. Por tanto, la norma existe y se aplica. Lo que no sabemos es cómo y en base a qué. Nadie comprende como el F.C. Barcelona puede hacerse cargo de la mastodóntica ficha de Messi, de la de Neymar, de la Griezmann y de la Suárez, mientras que equipos como el Real Madrid, con mayores ingresos ordinarios, confiesan no poder acometer según qué fichajes precisamente para no descompensar la ya famosa escala salarial. A esto suelen contestar aficionados de otros equipos que no es poco lo que cobran los jugadores blancos, pero todo el mundo da por hecho que el que más cobra del Real Madrid no llega a la cifra de ninguno de esos cuatro citados, que presuntamente podría tener el Barça el año que viene.
Pero, efectivamente, que nadie se enfade, tan solo son hipótesis. En realidad, nadie sabe lo que cobra cada jugador (ni cómo lo cobra). En ocasiones algunos medios han publicado las cifras de los contratos de algún equipo o futbolista. Pero estas difieren mucho de unas fuentes a otras. Así que lo que veamos publicado también queda bajo sospecha puesto que los contratos son secretos.
A 5 de agosto de 2019, Rafa Nadal lleva ganados 7,027,843 de dólares, algo menos que Djokovic (8,911,411) o un poco más que Federer (5,751,088). Lo podemos certificar porque la ATP publica todas las ganancias de sus jugadores en tiempo real. Es más, hasta podemos tener constancia de cuánto ha ganado el tenista balear a lo largo de su carrera (126,266,0005).
Del mismo modo, el PGA Tour publica todas las ganancias de cada jugador de golf. Brooks Koepka lleva acumulados 9,551,384 o el español Jon Rahm 4,102,110. Esta práctica de transparencia está presente en casi todos los deportes. Quizás pueda parecer que no es lo mismo dar luz a lo obtenido por premios conseguidos que a lo firmado en un contrato, pero, como ya he indicado antes, cualquier aficionado del mundo puede tener constancia de lo que cobran hasta el último dólar, cualquier deportista de una liga profesional en Estados Unidos, tan famosos y tan bien pagados como los futbolistas mejor remunerados: NFL (futbol americano), NBA (baloncesto), MLB (béisbol), NHL (hockey sobre hielo), MLS (fútbol), WNBA (baloncesto profesional femenino)…
La transparencia no se reduce a la publicación de los contratos de los jugadores, también de los convenios que rigen las contrataciones. Hay unas reglas claras que permiten proyectar cuánto se le puede ofrecer a cada jugador, el tipo de contrato, las cláusulas que no están permitidas, etc. Los clubs pueden hacer numerosas combinaciones y triquiñuelas, pero todas claras y tipificadas. En definitiva, todo el mundo, aficionados incluidos, saben a qué atenerse y las cuentas de cada uno.
Es muy importante destacar que no solo conviene poner el énfasis en lo que se paga sino también en el modo en que se efectúan dichos pagos, ya que, en no pocas ocasiones, los clubs de fútbol utilizan artimañas que permiten sortear los límites y normas (ahí está el caso Neymar). Desde pagos de primas por fichaje o primas por renovación (una modalidad muy utilizada por el F.C Barcelona tanto en fútbol como en baloncesto) - de los que sabemos porque constan en sus balances anuales - y que, probablemente, no se computen en la limitación a la que les exige la LFP. Como también y, sobre todo, las famosas variables, más o menos, garantizadas. No tenemos una certeza absoluta sobre su uso - porque insistimos que los contratos son secretos y los criterios de la LFP, a la hora de evaluar, también lo son –, pero sí podemos afirmar que la totalidad de los medios - incluidos los de Barcelona -, confiesan que una parte importante de los salarios de los futbolistas azulgranas se componen de variables, algunas, tan disparatadas, aseguran, como clasificarse para la Champions. ¿Acaso alguna vez no lo han hecho? Por tanto, la cobrarán seguro, aunque no puede ser incluida como salario ya que la LFP no la puede dar por ejecutada. ¿O sí? No lo sabemos. Lo único que podemos asegurar es que ni conocemos lo que cobran, ni las artimañas contractuales que utilizan - si las hubiera -, ni cómo las interpreta la LFP en cada caso. Todo queda supeditado a un acto de fe en el señor Tebas. Si se lo explicásemos a un aficionado americano alucinaría.
¿Por qué no podemos saber lo que cobra con certeza Sergio Ramos o Kylian Mbappé y sí lo que cobra Rafa Nadal O LeBron James? ¿Por qué no podemos conocer si el contrato de Coutinho, o el de Neymar o el de Messi, incorporan cláusulas que les permiten sortear el límite salarial? ¿Por qué no se puede certificar oficialmente si el Atlético de Madrid tenía 17 fichas la temporada pasada porque su masa salarial no le permitía incorporar a más jugadores? ¿Por qué no podemos disponer de una normativa que regule con claridad las contrataciones para saber, entre otras cosas, si en arreglo a dichas normas una prima de fichaje o de renovación debe o no computarse como montante salarial? ¿Por qué no está prohibida la confidencialidad en los contratos con los futbolistas como sucede en la inmensa mayoría de deportes?
Y mucho me temo que no se puede porque esta opacidad, este secretismo, es precisamente el punto crucial en el que se apoyan los grandes organismos futbolísticos tanto para controlar, en su propio interés, el mundo del fútbol como para permitir que esa barbaridad de dinero que mueve este deporte lo haga, en ocasiones, en la dirección que, a ellos, personalmente, también, les conviene. De ahí que la lista de presidentes de clubs, de federaciones o de FIFA o de UEFA procesados o condenados por corrupción sea interminable.
Para cambiar este escenario lo tienen muy sencillo: que den luz a los contratos de los deportistas y a las transferencias entre clubes – como sucede en el resto de deportes -, que todos los medios y aficionados dispongan de la información de lo que cobran y cómo lo cobran, así como de las normas para regular esas contrataciones y el fútbol podrá librarse de una gran parte de las sospechas (muchas veces certezas avaladas por tribunales judiciales) que le acechan.
Esperen sentados.
... No se puede porque hay que repartir entre Agentes, intermediarios, Accionistas Mayoritarios, Directivos,....
Es insultante, el tema salarios del VARsa. Todos nos pasamos discutiendo sobre los gastos de los clubes, en realidad todos los grandes andan muy parejos, probablemente el VARsa ha sido el que más ha gastado, aunque hay varios clubes cerca a nivel de inversión estas últimas temporadas. Algunos lo han suplido mejor, y otros peor en cuanto a las ventas para compensar este apartado. Pero como bien indicas en el artículo, nadie se hace eco de los sueldos que se pagan, que en este caso, y por lo que se ha sabido a través de diferentes medios fiables es el VARsa el que paga unos salarios absolutamente fuera de lugar a sus estrellas, y aquí como bien indicas están Messi (100), Griezzman (40 o más), Suárez (34-36), Neymar si llegase (70), Dembelé (en torno a 30), Coutinho (34), y luego el núcleo de jugadores Alba, Busquets, Piqué, Rakitic, Umtiti, Ter Stegen que no cobran poco precisamente, y seguramente oscilen entre los 14 y 40 y tantos millones. Todas las cifras son salarios brutos. En el Madrid con iguales fuentes, se estima que el que más cobra es Bale, donde se dice que cobra entre 14 y 17 millones, lo que en total harían 34 brutos a lo sumo. Las diferencias de escalas salariales son muy notables, y es algo que no se investiga o se aprecia. Si existe ese tope salarial porque algunos como el Madrid con Florentino lo cumplen a rajatabla, y no hace fichajes de más para mantener el club a salvo, y hay otros que están reventando el mercado siendo un club de socios, ya que hasta donde sabemos el VARsa no pertenece a ningún jeque, ¿o sí?.
Lo que hace distinto al fútbol sobre los otros deportes es que en el fútbol los que se llevan una buena mordida de cada traspaso son los representantes, todos sabemos los nombres de Mino Raiola, Ginés Carvajal, Jorge Mendes, Paco Casal , Zoran Vekic o los famosos fondos de inversión etc etc. Más las que se llevan los padres- representantes NeyPai o papá Mbappe.
En cambio en los otros deportes los representantes no son tan conocidos y no tienen tanto poder, entonces no existe ese oscurantismo en cuanto a los distintos conceptos en los contratos.
A cualquier directivo de la NBA le dices que un club que no es SA como el Barcelona soporta sin pestañear las altísimas fichas de Messi, Suárez, Griezmann, Coutinho sin incurrir en el incumplimiento del fair play financiero y sin caer en bancarrota y no lo podría entender.
Buenas tardes, la respuesta a su reflexión es muy sencilla, La Orga, pertenece al circulo del poder
y como tal, cualquier norma que limite su poder no sola la obvia, sino que directamente con ella se limpia el culo. Claro que entre el nepotismo de La Orga, y el maricomplejinismo de la actual dirección del Madrid hay mucho trecho. Una recomendación cariñosa siéntese a esperar, que esto va para largo,
Saludos blancos, castellanos y comuneros
Me parece que te cuesta comprender "the tinglado". El establishment es pro-culer. Politiquería; en definitiva, jurdeles.
Pepe, te has lucido. De "pe" a "pa".
Los recurso económicos, la colaboración de clubes "amics", el VAR , los "àrbitres". Con todos esos aspectos clave a su favor, todos y cada uno de ellos, como no van a llevar tantas ligas en el zurrón en los últimos años. El que no quiera verlo, que no lo vea. No hay peor ciego que el que no quiere ver.
Ovación de gala.
La clave de este incomprensible absurdo la da el propio autor: porque no les conviene. Ni a presidentes de clubes, ni a Tebas, FIFA, UEFA, ni a representantes, porque la opacidad juega a favor de sus bolsillos. No conviene tampoco a jugadores porque todos esos contratos múltiples son los que les permiten escaquear a Hacienda. De ahí tantas inspecciones a futbolistas, pues no debe ser sencillo perseguir los ingresos "extra" por derechos de imagen, o los de padres de estrellas por ejercer de ojeadores (se supone que de futbolistas y no de meretrices).
A este fútbol de La Orga o el The Tinglao ko le conviene.