Durante el día de ayer la UEFA anunció que la Eurocopa se pospone a 2021, haciendo buena la tesis que exponíamos en La Galerna la semana pasada. El máximo organismo europeo confirmó que tienen prioridad absoluta las competiciones nacionales y la Champions y Europa League. De hecho, fijó unas fechas tentativas para dirimir los títulos europeos. Desde la UEFA, probablemente en un escenario demasiado optimista, se maneja la posibilidad de que el fútbol vuelva a primeros de mayo.
Por la tarde, Luis Rubiales, presidente de la Federación, se sumó a la tesis de Javier Tebas y confirmó que la temporada se debe terminar como sea y cuando sea. De esta forma alejó por completo la posibilidad de que el Barça ganase la Liga con 11 jornadas todavía por disputar.
En estos días, lo último que nos pasa por la cabeza a la mayoría es el fútbol. De alguna manera, algo que es inherente a nuestras vidas ha pasado a un último plano. Nos cuesta alejarnos del televisor o del móvil para ver la evolución de los contagios, celebramos el número de altas y lloramos con los fallecidos que cada día perdemos. Ahora todo consiste en resistir como sociedad al mal que nos acecha. Todos somos del mismo equipo.
Afortunadamente, llegará el día en que el fútbol nos volverá a apasionar. Que nos tendrá atentos a la tele y provocará discusiones con los hinchas de otros equipos. Ese día ahora parece lejano, pero algún día llegará. Para entonces el Madrid se enfrentará a una mini liga de 11 jornadas y a un partido en Manchester que podría ser muy abierto dadas las circunstancias. Con todos los equipos sin el rodaje propio de los entrenamientos grupales y la competición, con Hazard y Asensio de vuelta al grupo y con el trauma vivido por este tiempo que a todos nos cambiará. Una moneda al aire que Zidane deberá tratar de trucar.
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