El primer detalle que vi fue un mantenimiento de balón de Kroos (el jefe con pata chula) con baile de cancán. Luego le pisaba Marcelo en un córner a Cancelo, que es como llamarse Cerrojo, un hombre con los lados de la cabeza rapados (niños, no os rapéis los lados de la cabeza), y la grada mestallista intentó hacerse honor al nombre sin lograrlo. Lo intentó durante toda la noche con Ronaldo (“vamos a pitar a Ronaldo esta tarde, qué diver”, se debió decir el valencianismo al despertar el domingo por la mañana), pero el portugués no se lo permitió jugando al pizzicato, con el que además participó en un gol de antología.
Se oían cánticos en honor de Benítez, un entrenador glorioso por allí en Levante cuyo culmen madridista está siendo la llegada de un pie tierno al Oeste atado de pies y manos a una mesa de saloon volcada mientras los autóctonos hacen prácticas de tiro. Falta por ver si saldrá de la ciudad sobre un poste embadurnado de alquitrán y plumas, y eso casi nunca era justo sino salvaje.
Allí sobre la hierba había algo diferente. Luego diría Ramos no sé qué del orgullo, pero no era nada más que un acierto casual. Ramos tiene tres frases en el caletre y de vez en cuando alguna le sirve. Lo que ya casi no le sirve al Madrid es su fútbol, amortizado (y sin embargo renovado) el futuro del Madrid que veía en él Mourinho.
Benzema aceleraba y salía humo del tubo de escape. Lo hemos visto muchas veces, pero no le habíamos visto pasar una y otra vez como el ruido de todas aquellas Vespinos durante una siesta de verano en la sierra. A mí no me dejó dormir, y su desempeño fue como volver a disfrutar del resto de olor de un ciclomotor canicular conducido por Natalia y con Verónica de paquete en bañador.
André Gomes era el problema, como si nos fuera a robar a las chicas. Yo veía a Pepe nervioso y a Gomes haciendo chirriar la tiza en la pizarra en su cara como para empezar a darle vueltas la cabeza igual que a Linda Blair, que de poseída en la pantalla acabó apareciendo desnuda en Playboy, quien sabe si como acabará el pobre Kovacic, a lo mejor posando junto a Danilo.
El brasileño no fue el de siempre. Yo le vi recorrer la banda, lo cual ya es algo (incluso con Bale en la misma dirección), e irse a los medios como es habitual en él antes de llegar al área contraria. Aunque también llegó. Yo creo que lo que quiere es brindarle desde allí un toro al personal, y luego cortarse la coleta.
Gareth Bale ejercía de trapecista jugando colgado de las corvas, mientras Benzema seguía pasando una y otra vez para mi disfrute casi sicalíptico. Recuperaba Kovacic que salía con soltura, aunque era levantar la vista y toparse con la niebla, la niebla que lo explica todo, como decía Camba de la de Londres.
Fue en el dieciséis cuando se disipó. La controlaba Cristiano en el área pero se le marchaba un poco. Luego apareció Benzema que la cogía y se hacía un eslalon bello de Alberto Tomba antes de frenar para Bale, que no quiso mirar para enviársela (la pelota) de tacón a Cristiano, que sintió envidia y tampoco quiso mirar antes de devolvérsela a Karim, que marcó gol ajustado al palo. La faena fue del francés, el pellizco del galés y el remate por bajo del portugués. La BBC, amigos, para la posteridad, casi nunca mejor dicho porque Ronaldo, esta vez, ya no parecía jugar en Technicolor sino ser de cera.
André Gomes seguía percutiendo, como apostado en una esquina soplándose el flequillo mientras las niñas le miraban al pasar, y no se caía. El árbitro no pitaba nada y Mestalla se rasgaba la ropa. Yo veía volver a planear los pases de Kroos al tiempo que Benzema se abría el pecho como para que Elizabetha le chupara la sangre. Había tanto romanticismo en él que una pelota de Modric se le quedaba enganchada entre las ruedas de la moto, la de Natalia y Verónica en bañador.
Luka fallaba un poco gripado. Cancelo casi marca de cabeza y Danilo se anticipaba en alguna ocasión. Todo era un rebote como si el balón de unos niños golpeara constantemente en la calle a los transeúntes. El comentarista Robinson decía ver un Madrid correcto (uh, qué valiente) y Kovacic seguía rellenando huecos como un camarero los cuencos de aperitivos en una fiesta. Era curioso observar cómo parecía hacer retumbar el suelo cuando trotaba y todo lo contrario en su correr liviano, una explicación que requiere de la Física.
Al filo de la primera parte hubo un penalti a Bale que Sánchez Martínez prefirió no mirar, como el galés a su taconazo, y de ahí un contraataque de André que desestabilizó a Pepe a fuerza de cambios de ritmo, al que acabó haciéndole echarse sobre él con los miembros descontrolados como conminándole al sexo. No es que lo tirara, como Orban a Bale, sino que se lo tiró.
La segunda parte comenzó con Benzema y su espada en lo alto como si no pudieran quitarle la libertad. El francés era Maradona y Marcelo un tronco sin cintura en algún lance que salvó Kovacic (hasta encontrarse con la niebla) cargando en todo momento con la bolsa gigante de las galletitas. Danilo continuaba queriendo ser artista diciéndoselo a mamá, como Concha Velasco, y yo era verlo intervenir y acordarme de aquella canción: “En el espejo de mi habitación/ soñaba una chica en camisón/ en vez de preocuparse de jugar/ le daba solamente por soñar…”.
Era Gomes, joder con Gomes, quien se las llevaba de calle a pesar de Benzema, pero estaba Keylor para salvar nuestro honor de pandilla como un superhéroe. El rebote ya era una exageración. Modric, que había dado señales de ahogo, se arrojaba. Luka juega arrojándose como Karim derramándose hasta que llegó la sustitución misteriosa.
Salía Lucas Quinto por el francés y uno pensaba en que Benítez había firmado su renuncia oficial al artisteo. Algo debía de haberle pasado a Benzema. Ronaldo, convertido en perdiz, era derribado en vuelo por Abdennour, pero Sánchez Martínez tampoco vio caer al portugués en barrena, inerte, al prado. Luego llegó Kovacic tan tarde a por la pelota que Cancelo se dolió en diferido y al croata lo expulsaron en directo.
No cambió el partido a pesar de la descompensación. Salió el orgullo con el que Ramos hoy acertó de chiripa (otro que también se rapa los lados de la cabeza: niños, no os rapéis los lados de la cabeza), y vi a Bale marcharse por la izquierda a tal velocidad que a Barragán se le aparecía entre las manos un caja de ACME, y después a lo lejos, una pequeña nube de polvo.
Dejaba pasar Luka, incansable, el balón para Lucas Quinto, justo antes de que Kroos pusiera el balón para el gol de Bale en el treinta y séis, una cabeza a la escuadra con efecto que hizo equipo, piña, en la banda, mientras Benítez se llevaba a Toni a un reservado para tratar de conservar aquello mientras los niños festejaban. Pero ni con esas pudo ser. Un minuto después marcaba Alcácer, un fantasma, como si hubiera marcado Del Bosque.
LAS NOTAS:
Keylor: Destaca (D). Salvó el empate al final.
Marcelo: Progresa Adecuadamente (PA). Sus detalles como sus labores. No acababa de subir como un globo con demasiado lastre.
Pepe: Progresa Adecuadamente (PA). Estuvo bien. Fue seducido por Gomes y eso lo desconcentró.
Ramos: Muy Deficiente (MD). Y se rapa los lados de la cabeza.
Danilo: Necesita Mejorar (NM). También se rapa, pero en él se entiende. Quiere ser artista.
Kovacic: Progresa Adecuadamente (PA). Tarjeta roja. Hay que disiparle la niebla. Lo hizo bien.
Modric: Destaca (D). Arrojo.
Kroos: Destaca (D). Ingeniería alemana.
Cristiano: Progresa Adecuadamente (PA). No estuvo mal en su papel secundario, pero no es el goleador salvaje que conocíamos.
Bale: Destaca (D). Si yo fuera un niño sería mi jugador favorito.
Benzema: Destaca (D). Tiene que oler a crema bronceadora y a chicle de sandía.
Lucas Quinto: Exento.
Benítez: Progresa Adecuadamente (PA). Quizá debió parar el partido en los momentos clave de algún modo que no fuera dar instrucciones a sus jugadores porque no parecen escucharle. Qué sé yo: fingir un desmayo o salir desnudo al terreno de juego.
EFEMÉRIDE DESTACADA:
Nace Sergio Leone (1929).
Definitivamente, tengo que cambiar de tele. Después de la cadena de despropósitos de ayer protagonizada por Pepe, Marcelo y Ramos (los tres defensas (?) que, junto con Casillas, han sido los culpables del 98% de los goles recibidos en los últimos 7 años, por lo menos), decidir que los dos primeros progresan adecuadamente, lo considero un insulto a mi -supuesta- inteligencia.
A no ser que se refiera a que progresan adecuadamente en su continuo descenso a los infiernos futbolísticos. En ese caso, concuerdo, D. Mario.
Pepe está más amortizado que la torre Eiffel y se mueve en defensa tanto como ella. Eso sí, siempre está peor colocado.
Lo de Ramos, me remito a mi comentario del último partido en que tuvimos la desgracia que participara.
Y, Marcelo.... Antes, se medio toleraba su desidia defensiva porque participaba y, bien, en el ataque pero, en los dos últimos años no ha dado un centro adecuado y destroza cuanto ataque apoya como si de un Higuaín o un Di María redivivos se tratara. Nefastas actuaciones encadenadas una tras otra. Esa tripleta dizque defensiva es el mejor ataque de cualquier adversario y, a los resultados me remito.
Por lo demás, me sigue gustando el ritmo de sus crónicas, totalmente distinto -por mejor- que las que solía leer, cuando leía, los medios de manipulación deportivos españoles.
Estimado Mario
Muchas gracias por su crónica. Divertido, elocuente, con un un ritmo narrativo que hubiese apludio en mi madrid ayer por la tarde. Es usted, en mi opinión, duro en terminos generales con el equipo, y generoso con nuestros bravos y atolondrados centrales.
No olvide la simbiosis generada por la pareja, cual power rangers, Pepe y Sergio (si el de las sienes rapadas) En mi modesta opinión, el MD debería ser compartido por ambos. A falta de un término, que describa mejor su desempeño en Mestalla
Un saludo
Buenas tardes son las 20:00 horas y de repente la cadena de televisión, que vemos en familia, cesa
sus emisiones y se traslada al Santiago Bernabéu, aparece nuestro acabado presidente, para
anunciarnos el cese del Sr, Benítez y su sustitución por el argelino nacionalizado francés Sr, Zidane.
Esta es sin duda la crónica de una muerte anunciada, por cobarde, por injusto, por no tener
ni una mala palabra, ni una buena acción, yo que te he defendido a muerte, ahí están mis
comentarios, deje de creer en ti, la semana del Madrid -Barcelona, hasta entonces venias
jugando con un 4-3-3- y a veces un 4-3-2-1, como el que sacaste en el Parque de los Príncipes
donde aunque no ganamos, jugamos el mejor partido de la temporada, pero la semana del
partido contra los catalanes, cediste a la presión bestial de la C.E.M.A.M. que se paso los 7 días anteriores al partido, en una campaña feroz, contra Casemiro, curiosamente nuestro único medio defensivo
y que sujetaba al equipo, no en balde fue nuestro mejor jugador en los 10 primeros partidos
de esta temporada. Te torcieron el brazo, no aguantaste el pulso y al final jugaste un 4-2-4,
con James en lugar del brasileño, el resultado lo conocemos todos, con el Barcelona bailándonos
con 5 tíos en el centro del campo y un sólo delantero -Suarez- , que se basto para fijar nuestra
defensa él sólo. Desde el partido contra el Barcelona si lees La Galerna, deje de apoyarte y creer
en ti, te empecinaste en el 4-2-4, con todas las estrellas en el campo, tocándose las narices
pensabas que si al final les lamias el culo, iban a cambiar de actitud y te salvarían tu culo.
Ayer te remataron, sino como te explicas que el Valencia nos empata a 2, apenas a un minuto
del 1-2. Mírate Benítez el gol de Paco Alcacer, remata tranquilamente en el área pequeña, entre
2 centrales que le sacan la cabeza. AL final por no morir con tus ideas y con tus jugadores,
( los Kovacic, Casemiro, Lucas Vazquez, etcc..) no has tenido ni honra, ni barcos.
Saludos blancos, castellanos y comuneros