Antes del partido las cámaras enfocaban a Maicon, que andaba por el túnel de vestuarios con la mirada perdida respirando con cierta tranquilidad al no ver por ahí a Gareth Bale, un galés que lo destrozó durante un histórico Inter-Tottenham. El Real Madrid se plantaba en la primera ‘final’ de la temporada sin un hombre que se lesionó cuando mejor estaba jugando. Aún así, Italia y la propia Copa de Europa exigían lo máximo con o sin Bale. Y echar de menos al que no está, nunca es una opción para el Real Madrid.
Zidane salió con todo, incluido Marcelo, que acortó plazos en su recuperación como si estuviera en el Barcelona de Guardiola. Decían que estaría tres semanas de baja y ha tardado menos de quince días en volver. La música de la Champions League es un canto de sirenas para los futbolistas, más todavía si vistes la elástica del Real Madrid y asumes desde el minuto uno que esta es tu competición.
Tuvo un comienzo extraño el partido. Intentó poner pausa el equipo blanco, pero le duró un abrir y cerrar de ojos. La Roma, liderada por un notable Salah, agitó el vaso hasta derramar todo por el suelo. Del guión previamente establecido apenas quedaban los nombres y cuatro garabatos en los vestuarios. Los italianos parecían ingleses y por momentos el choque recordó a la versión más primitiva de la Premier League.
Sergio Ramos tardó en entender que al jugador más rápido del equipo rival hay que atarle en corto, no dejarle espacios. Las arrancadas de Salah generaban pánico en un Real Madrid que no contaba con el ex del Chelsea como figura principal de una película con mejores actores. La primera media hora del atacante egipcio fue monumental. Le faltó la precisión que diferencia a los buenos jugadores de los cracks mundiales. Lo quiso hacer todo tan rápido que se olvidó de la pausa. Lanzó un all-in al vértigo descontrolado y no tuvo recompensa.
El Real Madrid fue poco a poco situando las piezas del puzle en sus respectivos lugares, aunque mantenía tics de equipo dubitativo y anárquico. Cristiano Ronaldo bajaba a recibir alejándose un mundo del área, Benzema se mostraba impreciso en la zona en la que siempre encuentra la luz y Marcelo parecía el único fino en ataque. Sin embargo, ese aparente desaguisado le bastó a los de Zidane para gozar de alguna ocasión clara y llegar 0-0 al descanso en la siempre difícil Italia.
La segunda mitad tuvo otro color. James Rodríguez decidió aparecer y la pareja Kroos-Modric tomó el control del centro del campo con la naturalidad que necesitaba el Real Madrid. Lo agradeció Cristiano, que ocupó su zona de influencia con asiduidad hasta el punto de sentirse omnipresente en todos los ataques. Era la primera vez en mucho tiempo que el Madrid volcaba su juego a la izquierda… sin buscar a Marcelo.
El 0-1 llegó precisamente por banda zurda. Cristiano controló, levantó la cabeza, tiró el uno contra uno y chutó a puerta. Szczesny la vio entrar y el Olímpico, entusiasta toda la noche, guardó silencio. Son muchas las veces que un estadio ha pasado de abuchear a CR7 a simplemente callar mientras él celebra. Y eso que no marca fuera de casa. Zidane lo abrazó dejando para la historia una foto entre dos de los mejores jugadores que han pasado por el Real Madrid en décadas. El pasado y el presente unidos por el obligatorio sueño de seguir haciendo historia.
El gol le quitó toneladas de presión al equipo blanco, que pasó a jugar relajado, brillante por momentos, sabedor de que la eliminatoria estaba de cara y el fuego romano quemaba menos que nunca. Los jugadores eran tan conscientes de lo que había en juego que no se permitieron el lujo tantas veces visto de dormirse en los laureles. Italia no perdona las siestas. En el país de la bota el madridismo ha vivido noches de pesadilla que tumbaron incluso a los ‘Galácticos’.
Zidane dio entrada a Kovacic para que las transiciones, ahora sí con espacios por delante, fueran más eléctricas. El guante de James siguió mandando regalos a sus compañeros y la pareja Modric-Kroos mantuvo la compostura. Solamente un par de despistes de Sergio Ramos y Carvajal inquietaron al madridismo. Jesé entró por el colombiano y sentenció el choque -y casi la eliminatoria- con un gol en el que le pusieron la alfombra, él la pisó hasta llegar al área y definió con remate cruzado. 0-2 y puñetazo encima de la mesa en el partido en el que había que hacer ambas cosas: ganar y golpear. El Real Madrid regresa de Roma diciéndole a Europa que ya está aquí y tiene intención de quedarse.
LAS NOTAS
Keylor Navas (7): Estuvo rápido y seguro durante todo el partido.
Carvajal (6): Algún despiste que no tuvo consecuencias.
Varane (7): Corrigió los errores de sus compañeros y recuperó parte del nivel que espera el madridismo.
Sergio Ramos (6): Tardó en darse cuenta de que Salah debía ser atado en corto y no darle espacios. Mucho mejor en la segunda mitad.
Marcelo (7): Estuvo cerca del gol del año y durante la primera parte asumió la responsabilidad que no le tocaba en ataque.
Toni Kroos (7): De menos a más, brilló en la segunda parte dando un recital.
Luka Modric (7’5): Pisó la zona de ataque menos que otras veces, pero volvió a transmitir seguridad con el balón en los pies.
Isco (6): Irregular y con poca influencia en el juego.
James (7): Se desató en la segunda mitad y estuvo cerca del gol.
Benzema (6): Más impreciso que otras veces, aunque siempre presente en zonas de apoyo.
Cristiano Ronaldo (8): Marcó un golazo y se gustó en la segunda. Fue decisivo la noche en la que debía serlo.
Kovacic (6’5): Apenas cometió errores y le dio dinamismo al equipo.
Jesé (7): Entró, mostró descaró y sentenció con un buen gol.
Pues yo al Jesé le pondría por lo menos un 9, entra en los minutos finales y mete un gol crucial que deja la competición muy favorable para el Real Madrid. Zidane en la rueda de prensa posterior remarcó mucho el gol de Cristiano y el juego en equipo, pero no dio el elogio merecido a Jesé. Error.
No hay nota para el caradura de Sergio Ramos? Hoy me supongo k no irá donde Florentino a pedir la ficha del mejor jugador del mundo...CR7. Si no hubiera estado Varane o Keylor, sus cagadas nos hubieran costado más de un gol..,,y no es la primera vez este año.
Para mí el partido fue un muermo. En varias ocasiones ya, he visto a este Madrid de Zidane parecerse mucho al barça del rondo infinito. Suerte que la Roma estuvo flojita e imprecisa, si no podían habernos goleado. Muchos pases perdidos. El Madrid insistió en jugar por abajo contra un equipo muy compacto y bien posicionado atrás. Las contras del Madrid han desaparecido. Y la defensa está teniendo muchos problemas. En fin, así no se puede ganar la undécima.
Yo le subiría la nota a Kovacic.
Lo que esta claro es que el RM juega con dos medios "defensivos" (Modric y Kroos) que serían medias puntas de lujo en cualquier equipo. Pero, para este servidor, ahí radica la singularidad (y dificultad) de esta grandísima institución; el poner disponer de jugadores de tanto talento juntos y, hasta cierto punto, sin importar cuales son sus posiciones ideales. O lo aceptas o te haces seguidor de otro equipo. Hala Madrid!