Crónica del Real Madrid, 3; Villarreal, 0

Luis Suárez le dio un empujón a la Liga en Riazor ante un educado Deportivo de La Coruña y el Real Madrid comenzó su partido contra el Villarreal con el convencimiento de que hay otros en la partida de póker con mejor mano y turbios ases en la manga. Nada que no supiéramos antes de esta 34ª jornada.

Zidane apostó por Lucas Vázquez como sustituto de Gareth Bale para la batalla. Apuesta segura la del gallego. Es el típico hombre al que quieres en tu bando en los momentos delicados. Incansable, generoso en el esfuerzo e incisivo. También con calidad y desborde, porque sólo con buenas intenciones no te dan minutos en el Real Madrid las noches en las que arde el coliseo.

El resto de la alineación fue la esperada. Casemiro quedó encargado de guardar los abrigos de Luka Modric y Toni Kroos mientras ponía copas y se acercaba a las mesas de juego a decir “no va más”. Danilo volvía al once por la ausencia de Dani Carvajal y la pareja Isco-James esperaba su oportunidad en un banquillo inesperadamente habitual. Zidane, siempre elegante, le puso ojitos al escenario y el balón echó a rodar.

Los primeros minutos dejaron claro que el Real Madrid era consciente del envite. Fueron a por el Villarreal desde el principio sin que la especulación pudiera llamar a la puerta para preguntar si podía entrar. El equipo fue intenso, solidario, sólido sin balón y muy vertical con él. Se desató con el único pero de la falta de ocasiones claras. Clos Gómez vio al ‘Submarino Amarillo’ desbordado y decidió dejar sin señalar un penalti sobre Varane.

El dominio blanco fue aumentando, aunque había una zona en la que se rodaba una película que nada tenía que ver con el encuentro: la banda derecha. Danilo tuvo dos errores y parte del público respondió con silbidos prefabricados. Entendieron algunos aficionados que al jugador que falla se le ayuda con una bronca. Por suerte, el brasileño no se escondió y siguió pidiendo el esférico como si un irascible Bernabéu no pesase. Alzó los brazos siempre que vislumbró espacio por su carril y atacó con entusiasmo cuando el guión pedía respeto. Su personalidad le ayudó a crecer hasta firmar un partido notable.

Justo antes del descanso, el fútbol decidió hacerle un guiño al buen primer tiempo del Real Madrid. Benzema encontró un balón suelto dentro del área y lo mandó a la red rescatando el perfil de ‘nueve’ puro que otras veces añoramos. El 1-0 sirvió para encarrilar el choque y dejar sin efecto negativo la victoria que el Atlético de Madrid había sellado segundos antes en San Mamés.

Tras la reanudación, los hombres de Zidane mantuvieron el mando y no dejaron que el Villarreal, un gran equipo que seguramente será infravalorado por la prensa estos días, se presentase en el Santiago Bernabéu. Lucas Vázquez aumentó su nivel pegándose a la derecha. Durante la primera mitad tuvo la libertad de movimientos que sólo se le da a los buenos futbolistas, pero en la segunda ocupó la banda y su eléctrico fútbol generó peligro constante. Precisamente fue el ex del Espanyol el encargado de poner el 2-0 con un disparo seco que entró por donde no lo esperaba Asenjo.

El Real Madrid llevaba viento a favor y a Clos Gómez se le intuía una enorme pena porque su sibilino arbitraje no había servido de mucho. Con el Villarreal totalmente derrotado, Benzema, que todo lo hizo bien dentro y fuera del área, descargó para Danilo, cuya cabalgada por banda derecha fue un sopapo para los que le tildan de limitado y malo. Corrió hasta que dejó atrás a su rival, escupió los silbidos y puso un centro medido para que Luka Modric llegase desde atrás y marcase con la zurda. El croata esbozó una sonrisa al ver entrar el balón. Él y Kroos, protegidos por un enorme Casemiro, habían ofrecido una lección de cómo dominar desde zona de tres cuartos.

El Bernabéu se relajó con la goleada y los aplausos para todos se multiplicaron. Lucas Vázquez, Kroos y Modric se llevaron ovaciones cerradas cuando Zidane decidió sustituirles buscando precisamente eso. Isco y James volvieron a gozar de minutos, resultando ser el malagueño más eficaz con el balón y su compañero más comprometido sin él. Es muy positivo que el colombiano sude y se sacrifique aunque sólo esté diez minutos en el campo.

Al final, susto de Cristiano Ronaldo y tres puntos más que sirven para decirle a Barcelona y Atlético de Madrid que hay un tercero en discordia empeñado en amargarles el baile.

LAS NOTAS

Keylor Navas (7): Con 1-0 apareció para hacer una parada monumental.

Danilo (7): Tuvo dos fallos al principio, pero se los quitó de encima y acabó firmando un notable encuentro.

Varane (6’5): Un partido muy cómodo. Apenas tuvo trabajo.

Sergio Ramos (7): Muy aseado con el balón y midiendo siempre bien.

Marcelo (6’5): Dejó destellos de su enorme clase y no concedió peligro por su banda.

Casemiro (7’5): Uno de sus mejores partidos con el Real Madrid. Más que correcto con el balón en los pies.

Toni Kroos (7): Se divirtió y lo agradeció el Real Madrid.

Luka Modric (8): Jugó, hizo jugar, se exhibió y marcó.

Lucas Vázquez (7): Es mucho más que un futbolista entusiasta que corre y trabaja.

Cristiano Ronaldo (6): No tuvo suerte de cara a gol, pero se le vio fino y activo.

Karim Benzema (8’5): Lo hizo todo bien. Marcó, generó y desquició al Villarreal.

Isco (6’5): Se acercó al gol en varias ocasiones.

James: Pocos minutos.

Jesé: Pocos minutos.