Marcelo mira el balón todo el rato desde su hogar, que parece un confinamiento. Se le ve andando. Se mueve. Se le nota pesado. No al ir sino al volver. Ya se sabe que con la edad se agudizan los defectos. Aparecen las manías. Pero Marcelo tiene un aire de alegría que le sigue acompañando. Es un aire de esperanza que se resiste a perderse. Es la juventud que no quiere irse, aunque se vaya. Esa lentitud inherente de regreso es la vejez apareciendo. Ahí Marcelo parece un furgón cuando siempre ha sido un esquiador de eslalon. Pero está atento. Ocupa el área de su equipo y resulta casi providencial en su esfuerzo deslucido. Hay providencia en él, cuando, de pronto, lo ves más arriba del medio campo. Esperando. Antes lo veías cruzar como volando sobre ese límite, llegar hasta allí como si vieras crecer a tu hijo, igual que un corredor de aquellos de las trincheras de Gallipoli.
Este Marcelo de hoy se planta en la defensa con previsora antelación madura. Es como si quisiera suplir su delirio vital sentando la cabeza. Forzándola. Lo veo esperando más allá del medio campo en el saque de Courtois mientras Kroos cubre abajo su lado. Cuando la jugada retorna, Kroos se vuelve a los medios y Marcelo a su lateral bajo, a su piso pequeño, donde siempre ha parecido que nunca quiso estar. Marcelo es un inquilino inquieto, callejero. Siempre nervioso entre cuatro mínimas y vulgares paredes. A Marcelo le gusta correr por el campo. Marcelo ha querido siempre volar, patear la calle, la banda, los medios, el área. Ahora parece sedentario por obligación. Por ley de vida. Lo miras y a veces parece un flaneur en vez de un defensa cuando observa la jugada desde la distancia.
Pero está pendiente. Y eso que es un mediocampista con un demonio y un ángel: la defensa y el ataque. Trotador en lo segundo, renqueante en lo primero. Él espera. Hay una fuerza que lo frena, como un viento huracanado, cuando se trata de correr hacia atrás. A Morales lo deja pasar por los lados. Como si por allí detrás ya hubiera alguien encargado de frenar al levantista. A veces parece el árbitro siguiendo desde la cercanía la pelota. Es la indolencia desesperante de Marcelo que no es tal sino su ser desvirtualizado, abierto para todos. Al contrario, en ataque se sigue estirando como un bailarín. Es un bailarín de medio campo para arriba y un tramoyista de medio campo para abajo. Carga con muebles, fardos, atrezo. Pero el bailarín sale a escena ligero, brincador, elegante. Y cuando pisa en el área. Cuando pisa vuelve a ser él. Que la pise todo el tiempo.
Esos rizos en el área contraria se elevan. Se mueven con frescura, como helechos acariciados por el viento. Son los girasoles de ET que se marchitan lejos de casa, lejos de la portería contraria. Los mismos que renacen, de pronto, bajo su ataúd criogénico cuando ve a Hazard marcharse hacia la luna, recortarse en ella, en bicicleta. Es curioso verle moverse hacia el centro mientras Kroos o Hazard se trasladan a las afueras de modo natural. Es el movimiento de traslación de la tierra marcelista. Marcelo es de alternar en el centro, en el bullicio. Marcelo se aburre en el extrarradio de su lateralidad. Y parece que hoy más que nunca. Es el ocio y el trabajo. El talento de Marcelo esta en el ocio de su ataque libre, hippy, no en el tedio de su defensa fabril. Marcelo no puede jugar con un mono de trabajo sino semidesnudo, con los pantalones remangados, caribeños, lleno de pintura, de pinceladas fallidas.
Marcelo le cede el carril a Vinícius. Y luego se mantiene a la expectativa. Juega hacia el centro, como probando hacer su tradicional corte en diagonal sobre la yerba, pero desde un segundo plano. No es bueno que Marcelo deje de ser ese protagonista. Marcelo no es un gregario sino una estrella. Con Vinícius en el campo, Marcelo ejerce de contenedor ofensivo, un poco de recogepelotas, de remanente agresivo en las cercanías del área rival que merodea como antídoto de sus galeras defensivas. Es el remoloneo atacante en una reserva que lo aseria en lugar de lanzarlo por los aires. Cuando Marcelo se vuelca driblando en línea recta parece que se va desnudando poco a poco. Ese arranque es un striptease supersónico. Es como Supermán quitándose el traje de Clark Kent. Y cuando todo acaba felizmente, él está desnudo, celebrándolo. Como todos.
Anteayer nos quedamos todos vestidos porque apenas lo vimos despojarse a ratos de la camiseta, o enseñar un poco de cadera cuando se bajaba con timidez el calzón. Ayer nos quedamos todos vestidos porque no hubo al final forma de alegrarnos. Pero hay esperanza en lo de Marcelo. Tanta que en uno de esos clásicos arrebatos suyos, en las huidas esplendorosas a través de la selva, en esos zarandeos emocionantes que le dan la vuelta a las cosas, aunque sólo sea en uno, puede estar nuestra salvación.
Mario, excelente "artículo" para tratar de demostrar tu capacidad literaria de ficción. Pero, con todo el respeto hacia ti, tu prosa y Marcelo, en lenguaje llano y libre de artilugios preciosistas todos vemos a un jugador que es una sombra de aquel enorme lateral, extremo y medio derecho que fue. Y Florentino Pérez, que no se cansa de repetir que el Madrid "tiene" a los mejores, tiene que dejar de vivir en el pasado y actuar de inmediato para darle coherencia a sus palabras y al equipo. Y si no podemos comprar (así, sin eufemismos) los mejores construyamos un equipo de fuertes, rápidos y aguerridos luchadores de calificación AAB comandados por un general experimentado y que sepa preparar batallas y a sus hombres.
En el doble sintagma verbal del primer párrafo sobra "tratar de".
En resumen, que con Marcelo en el campo jugamos con 1 menos, y que su presencia en el campo decidida por su entrenador, nos ha hecho perder Copa y Liga.
Lo peor es que todo el mundo sabe, salvo ZZ, que si en vez de Marcelo hubiera jugado Mendy contra la Real, el Celta y el Levante, hoy estaríamos líderes con 3 puntos de ventaja sobre el VARsa y jugando las semis de copa contra el Mirandés a doble partido, pero claro quien soy yo para hablar de fútbol si no soy más que un forofo que ve los partidos de su equipo por el móvil, cuando para otros lo único que justifica las 2 vergonzosas temporadas que llevamos son los arbitrajes.
Lo que es fácil es hacer "fútbol-ficción" y más a posteriori. El fútbol no es una ciencia exacta y no sabemos qué hubiera pasado. Pero Mendy estaba apercibido. Si hubiera jugado contra el Celta, le hubieran sacado la tarjeta y no hubiera jugado contra el Levante. Si hubiera jugado contra el Levante, le hubieran sacado la tarjeta y no jugaría contra la Farsa. Lo de las tarjetas también es fútbol-ficción, pero con un % de probabilidades altísimo. Al menos un partido se hubiera perdido. Si juega contra la Farsa, no jugará el siguiente. No puede jugar todos los partidos y alguien le tendrá que sustituir y ese alguien ya sabemos quién es.
Y tú que preferirías llegar 3 puntos arriba del VARsa y jugar sin Mendy, o como ahora 2 puntos abajo y con Mendy.
y tú que das por hecho que perdemos contra City y Barça, prefieres jugar con Marcelo y sacándoles 3 puntos? o jugar con Mendy y poderte poner por encima ganándoles.
Sabes lo que prefiero yo? que con arbitrajes normales tuviéramos un colchón de 7 puntos para afrontar con garantías el partido. A ver porque demonios no se puede decir eso, y hablas de cualquier cosa menos de eso. Y no es llorar, ni victimizar, ni nada de eso, es hablar de todas las variables que tiene un partido, no de las que te salen a ti de las narices nada más.
Por cierto, el que parece que reparte carnets de madridista, y educación eres tú, y es justo lo contrario.
Yo sin duda alguna preferiría que el lateral suplente fuera Reguilón y no Marcelo, pero ya que eso no puede ser, desde luego habría puesto a Mendy de titular contra el Celta y que fuerce la amarilla, para que descanse contra el Levante y que juegue contra City y VARsa, pero como ZZ puso a Marcelo contra el Celta y pasó lo que pasó, contra el Levante se la tenía que haber jugado y poner a Mendy para llegar al clásico por delante y que de esa forma sea a ti al que le valgan 2 resultados para seguir como lideres, no que ahora sólo vale la victoria y eso es lo que mejor le viene al VARsa en el Bernabeú, que tengamos que ir a ganar sí o sí como ha pasado en los últimos 11 años en los que les hemos ganado 2 partidos en liga, uno el del tercer año de Mou en el que no nos jugábamos nada y que salimos con los suplentes, y el otro el 2do año de Ancelotti donde éramos líderes destacados y eran ellos los que estaban obligados a ganar.
Ojalá me equivoque y ganemos los 2 próximos partidos en el Bernabeu, pero me reconocerás al menos, que ni las espectativas, ni los últimos partidos jugados contra el VARsa en liga y con los equipos grandes en Champions en casa nos hagan ser muy optimistas.
A JonathanTR: yo preferiría que nos hubieran pitado los claros penaltis a favor que no han pitado. A bote pronto, uno en Mallorca, dos en Barcelona (estos los más importantes), el de Fekir (Betis) y me dejo varios. Con esos partidos bien arbitrados nos daría igual Marcelo o Mendy.
No te olvides del penalti contra el Levante. Una mano dentro del área que, según las normas de esta temporada, nunca se puede considerar involuntaria salvo en tres supuestos, en ninguno de los cuales entraba dicha mano. Todo eso antes de que Morales se la jugara dando un zambombazo a bote pronto a ver qué pasaba y tuviera la suerte de clavarla y pillar a Courtois despistado (quizá por la inmensa falta de trabajo).
Y con carvajal al otro costado dos menos, repasar el gol por favor...
puedes leer en el otro artículo lo que te he dicho de nuevo? de todas formas, si hubiera jugado Mendy, contra el Barça no estaría por tarjeta, y entonces a ver que hacemos.
Crees que contra la Real se pierde por Marcelo nada más?
Lo que hace de este Madrid una roca defensiva son Courtois,Mendy, Ramos, Varane, Carvajal , Casemiro y Valverde (estando en su posición). Contra la Real jugó Ramos, y Valverde en el puesto de Casemiro, por tanto era excesivo. No fue sólo culpa de Marcelo.
Por otro lado, Zidane piensa en el global de la temporada, en habilitar al máximo posible, y contar con todos. De todas las competiciones, la menos importante es la copa, y es donde más arriesgó. En liga seguimos dependiendo de nosotros, y en Champions también. Te empeñas en ver todo negro, y ayer aseguraste que contra el City y el Barça se perdía seguro.
De verdad? estás seguro? Yo creo que en el City y en el Barça no están tan tranquilos.
Dicho esto: ves de donde venimos, y la temporada lamentable del año pasado? a ti esta te parece igual de verdad? porque el trabajo de Zidane ha sido extraordinario haciendo competitiva a una plantilla desahuciada, implicándose todos en defender y ser sólidos, y con números no vistos en goles encajados desde la década de los 80. Lo mejor no es eso, es que el futuro sonríe, con Kubo, Odegard, Achraf, Vinicius, Rodrygo, Valverde, y parece que hay buenos mimbres. Tú lo ves todo negro, y respecto al móvil contesta a lo que te pregunté: no es lo mismo ver el partido siguiendo los comentarios en twitter, As, Marca y demás, que ver el partido aunque sea en chiquitito en el móvil, y eso es lo que no sé. Nada más, te pregunto por ello, para que me digas.
Entrar a llamar a la gente mamador , y a decir que a ver que hora se destituye a Zizou el domingo, a ti debe parecerte super educado, porque nos acusas a los que pedimos calma y mesura con palabras gruesas, diciendo que ni educación tenemos, cosa que tú si, de verdad?????
esto iba para JonathanTR, no sé porque no me lo anidó.
Los partidos los veo en el móvil a través de la aplicación e Movistar+, el único partido que no pude ver en directo fue el de copa contra la Real porque el horario me impedía ver gran parte del partido por el trabajo y además la plataforma que lo retransmitía no la tengo, pero lo he visto después completo, y si creo que Marcelo lo condiciona todo, porque los otros 3 defensas y el medio defensivo tienen que variar su posición para cubrir las lagunas que deja Marcelo, y lo que no entiendo es como Zidane, que efectivamente había conseguido crear un equipo muy rocoso al que era casi imposible no sólo meter gol, si no tan siquiera rematar, pudo cometer ese error de bulto, más aún cuando era la competición más asequible de ganar, porque además desde ese partido el equipo moralmente no es el mismo, porque el partido de Pamplona, que juegan todos los que has mencionado en los primeros 25 minutos nos crean más ocasiones que en los 7 partidos anteriores juntos (sin contar el de la Real).
Como te he contestado más arriba, estaría encantado de comerme mis palabras y ganar ambos partidos, pero la dinámica que lleva el equipo no ayuda a pensar en otra cosa, y como la primera ocasión clara que tengamos la fallemos empieza a escucharse el runrun del bernabeu, los jugadores se aceleran y empiezan a cometer errores no habituales y los contrarios se vienen arriba, y si contra el City no sacamos un buen resultado, la cosa se pone aún más fea para el clásico, y comprenderás que si perdemos estos 2 partidos la temporada estará acabada para nosotros al igual que el año pasado, y si entonces se echó a Solari, no veo ninguna razón para no hacer lo mismo con ZZ en la misma situación, pero oye, que repito, ojalá me equivoque y ganemos ambos partidos, o al menos no perdamos contra el City y le ganemos al VARsa para gar la Liga y que ZZ siga aquí muchos años
*ganar la Liga no gar la liga
Eso de que para algunos lo único que justifica las malas temporadas es el arbitraje es simple y llanamente falso. No creo que nadie piense así, aunque te convenga al argumento, no es más que la falacia del hombre de paja. Pero sin el aspecto arbitral el análisis es incompleto.
Este sería un buen artículo para la despedida de Marcelo. Hoy, más que una defensa cabal del jugador, es literatura que deviene voluntariosa broma pesada, con demoledor efecto boomerang, sobre todo para Marcelo.
Me gusta que alguien de tu jerarquía literaria y futbolística encare una reivindicación de Marcelo tan profunda y sentida. Digan lo que digan, yo sigo apoyando a Marcelo.
Marcelo es un gran futbolista y tiene mucho que dar todavía. Pero , no le pidamos imposibles. En cuanto a fútbol, aparte de la nula pegada , tanto el carrilero como el equipo hicieron un más que aceptable encuentro.
Marcelo no ha defendido bien nunca. Pero cuando estaba en forma (estado al que empiezo a resignarme que no lo veré más) tenía esa forma de defender "pasiva" que consiste en hacer tanto daño en ataque que el delantero al que tienes que marcar se gasta en defensa y tiene miedo de irse con libertad al ataque.
No podemos caer en el angelcappismo, que consiste en no resignarse en la no validez para el fútbol de élite de jugadores que, aunque tienen una gran historia, físicamente ya no dan para más.