El hecho de que la Eurocopa se dispute en Francia y el número de equipos se haya elevado a 24 está multiplicando los partidos de gran historia geopolítica: Alemania contra en Polonia en París. Sólo faltó que proyectaran el documental The Sorrow and the Pity antes del comienzo. Pero no, se trataba solamente de fútbol y, la verdad, se agradece. Ambas selecciones se profesan un respeto mutuo que rebaja tensión y quita hierro a esta absurda competición de delincuencia que estamos viendo estos días.
De la Mannschaft sabemos ya que juegan bien al fútbol, que se instala en campo rival con total solvencia y que sufre cuando no culmina ataques o alguien falla el pase que no debe. Low lo tiene claro y, entre vine y vine caca-culo-pedo-pis, ha construido una escuadra que sabe lo que se hace. El epicentro de todo ello es un tipo nacido en la RDA y que juega en el Real Madrid, C. de F (conviene cerciorarse de ello de vez en cuando, pues todavía parece irreal).
Kroos es un fútbolista que tiene asegurado el notable en cada partido. Sencillamente, no falla nunca. Él recibe el segundo pase y la jugada mejora como por arte de magia. Si a su lado tiene a dos laterales abiertos, a un Khedira que le da espacio, a mediapuntas como Özil y un falso-nueve como Göetze, todo correcto. El asunto es que ese notable de Kroos lleva cinco meses instalado en el sobresaliente. Desde que llegó Zidane al banquillo de Concha Espina, aproximadamente.
A su sempiterna correcta elección del pase se le ha añadido un plus de jerarquía que hace parecer que siempre se juega a lo que quiere Toni. A su rango de pases -siempre por encima del 90% de acierto- se le suma ahora atrevimiento mayor para romper líneas, llegadas constantes a la frontal y quizá el mejor juego a balón parado indirecto del mundo. Kroos juega con la media sonrisa de los que saben que la frustración en el fútbol es para otros. Es un hombre feliz.
Como en el Madrid a veces todo es un problema, nos hemos pasado meses discutiendo si la posición del germano es la de interior o la de mediocentro puro. No nos dábamos cuenta de que ya da igual. Toni hace lo que quiere en ambas posiciones y lo ideal, lo verdaderamente mágico, es tener a un Kroos de interior y a otro Kroos de pivote. Como la clonación todavía no es opción, de lo que se trata es de configurar el equipo alrededor del teutón: si al mediocampista le das lo que necesita, él no te abandona, como el desodorante.
El problema, pues, de Alemania es que está sumergida en un problema inquietante: llega arriba, pero no con la claridad necesaria y, aparte, mete pocas de esas ocasiones que crea. En un planteamiento salvaje en el que la mayoría de veces sólo se quedan los centrales atrás, la selección germana no está siendo capaz de traducir su dominio en goles. Kroos lleva la pelota a la frontal, elige la mejor opción y les dice a sus compañeros: “venga, hermanos, metedla (that's what she said)”. Como eso no sucede -más cuando te encuentras con exhibiciones defensivas como las del polaco-sevillista Krychowiak, todo se complica. Siempre se puede exigir más a un jugador y Kroos podría dar mayor número de asistencias y colocar su tiro desde la frontal en la escuadra dos veces por partido. Pero es que entonces sería la mezcla perfecta entre Xabi Alonso y Maradona. Que el chaval puede llegar a ello, pero seamos cautos.
Polonia, por su parte, es un dolor de muelas. Es uno de esos equipos absolutamente conscientes de lo que son y lo que deben ser. Están conformes con sus recursos y los explotan: en primer lugar, defienden muy bien, alternando alturas de presión a lo largo del partido y con un compromiso que arranca en su dupla delantera, que no tienen problemas en currar para hacerle el partido incómodo a Hummels y Boateng. Pero es que además arriba tienen un par de atacantes móviles y complementarios: Milik falló un par de goles, pero lo interesante es que los tuvo cerca y aquello no pareció casual en absoluto. Cuesta ver a una selección en esta Eurocopa que pueda superar con solvencia y facilidad a Polonia, la verdad. Más si los delanteros siguen sin imponerse a las defensas, como está sucediendo (lo de Bale es otra historia, el galés se está imponiendo a la realidad, directamente).
Por su parte, a poco que los alemanes pasen de ser un aperitivo agradable y se conviertan en un plato principal que estalle en la boca llegarán lejos, lejísimos en esta Eurocopa. Kroos ya ha demostrado que por él no va a quedar la cosa.
(that’s what she said)?
oder ist es das,was er gesagt hat?
que significan tus comentarios, john, alguna alabanza sin motivo para el resentido de del bosque?