El Real Madrid femenino venció (2-0) a la SD Eibar en la jornada 30 de la Primera Iberdrola. Los goles de Marta Cardona y Lorena Navarro dieron tres puntos fundamentales a las blancas, que ya adelantan al Levante en la clasificación.
Rebasado el ecuador del mes de mayo, con treinta partidos disputados, la posición que cada equipo ocupa en la tabla tiene ya poco de fortuita. Y lo que un simple vistazo indica es que el Real Madrid, hoy, es el equipo español más regular de entre los mortales —FC Barcelona aparte—.
La capacidad de resistencia y supervivencia es definitiva a estas alturas de temporada; en ocasiones, incluso más determinante que la calidad. Se puede ganar con más o menos soltura, con brillantez o sin ella, pero sólo sumar puntos sin pausa es lo que mantiene vivo a un equipo con altas aspiraciones.
El aficionado madridista es más que consciente de esta realidad tras los últimos y agónicos desempeños del equipo masculino en el campeonato nacional. De repente, llega un momento en el curso, cuando las tardes se alargan sin fin, en el cada partido parece jugarse con vistas a un desfiladero. Al equipo femenino del Real Madrid, que ha escalado mucho y muy alto en su primera temporada en liza, sus propios méritos lo han encaramado ahí arriba y lo que queda ahora es defender su posición hasta que suene la campana.
Frente a la SD Eibar en Valdebebas, David Aznar dio por primera vez descanso a la veterana Aurélie Kaci y cedió el centro del campo a Maite Oroz y Teresa Abelleira. Ambas respondieron con nota, tanto en la construcción como en la contención y en la recuperación del balón, y a ello ayudó el fantástico desempeño de Babett Peter e Ivana Andrés en el centro de la zaga durante todo el partido.
El Madrid monopolizó el balón a lo largo de la primera parte, con un Eibar que prefirió contemporizar a la hora de presionar y que llegaba a la capital sin Thembi Kgatlana, su principal argumento ofensivo. Tan habitual como el planteamiento del rival fue la falta de colmillo de las blancas en los compases iniciales. Con una Sofia Jakobsson algo desacertada y con Marta Corredera embotellando levemente el ataque por la izquierda, sólo mediante rupturas por el interior o combinaciones por la derecha pareció existir una ruta hacia el gol.
Lo mejor del tanto inicial, que llegó en el minuto 22, fue el movimiento de Teresa Abelleira para dirigir la acción justo hacia donde el juego pedía. Cambiando de rumbo, la gallega vio a Corredera sin marca en su costado y le cedió el cuero como paso previo a un centro al área. El pase en dirección a la frontal del área fue malo, pero un despeje de Hanoko hacia la misma boca del lobo dejó a Marta Cardona en solitario frente a la guardameta y en posición reglamentaria.
La atacante aragonesa, que esta vez sí transmitió chispa y electricidad, remató a gol con mucha solvencia y ya nunca dejó de intervenir en el juego. No fue un partido de grandes ocasiones ni tampoco de buen fútbol, y sólo el fruto de la necesidad visitante tras el descanso aportó picante. Sin nada más que perder, la escuadra vasca relajó el agrupamiento de sus piezas y pronto ganaron en alegría y confianza hasta empezar a inquietar los dominios de Misa Rodríguez.
Los tres puntos blancos nunca llegaron a peligrar, pero el constante bombardeo de balones aéreos sí que introdujo un hilo musical de tensión que hasta entonces no existía. Por entonces, los rumores sobre un potencial pinchazo del Levante vinieron a recordar lo mucho que había en juego, quizás hasta el punto de desconcentrar levemente a las madridistas en el tramo central de la segunda parte.
Sin embargo, Misa acabó de un puñetazo con la tensión a diez minutos del final. Una vez más e imponiendo su jerarquía en el área, la canaria salió con decisión a despejar de puños un balón a media altura y fue su contundencia en el movimiento lo que dio pie a un fulgurante contraataque del Real Madrid. Condujo el balón Marta Cardona hasta la misma línea de fondo rival y allí, a pesar del esfuerzo, aún tuvo clarividencia para recortar a su par y centrar en busca de un remate. Como en el primer gol, la acción no fue limpia, pero tras un rebote en el larguero apareció la recién ingresada Lorena Navarro para sentenciar el duelo con un gol de puro instinto.
A 300 kilómetros de distancia, en Valencia, fue el Levante quien no pudo aguantar la mirada, y su empate en casa dio aún más motivos para la celebración blanca. A falta de cuatro jornadas ya es el Madrid, y sólo el Madrid, quien tiene en su mano cerrar su primera temporada en liza con un segundo puesto en liga. La magnitud de la gesta, proporcional a la importancia de los 12 puntos que restan, anuncia un último mes de infarto pero… ¿quién no firmaría un ratito más de sufrimiento cuando el premio anunciado entrará a formar parte de la historia del club?
Fotografías Imago.
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De verdad que estoy admirada por lo que están haciendo las chicas. ¡Que acaban de empezar, como quien dice! Es muy meritorio. A ver lo que hacen en los 4 partidos que quedan.
El partido fue un tanto pastoso. Pero, a las nuestras no se les puede acusar de no poner toda la carne en el asador. Son dignas defensoras del escudo que portan. Creo que deben y pueden hacerse algunas incorporaciones de categoría. Falta gol. La Jakobsson, a la que no le niego cierta calidad, no me ha acabado de convencer nunca. Creo que como extranjera de relumbrón hay que exigirle más. Pero, soy solo un simple aficionado. Doctores tiene la Iglesia y sabrán que decidir.
Marcaron mis futbolistas favoritas, Marta Cardona y Lorena. Un alegrón.