El Real Madrid femenino cayó derrotado (0-1) ante el Atlético de Madrid en la duodécima jornada de la Liga Iberdrola. Un solitario gol de la holandesa Merel van Dongen decidió el primer derbi femenino de la historia, en el que las madridistas firmaron su peor actuación de la temporada.
A veces, el fútbol es sencillo. Un equipo salta al campo con el pie derecho, el contrario con el izquierdo, y el avance de los minutos agudiza las sensaciones iniciales hasta convertir en inevitable el desenlace del duelo. Tras encadenar cinco victorias consecutivas, y ocho en nueve partidos, el Real Madrid finalmente flaqueó ayer ante uno de los rivales que no perdona la debilidad.
El Atlético de Madrid, que partía cuatro puntos por detrás en la clasificación y arrastraba malas sensaciones, salió decidido a recordar a sus nuevos rivales capitalinos el estatus del club rojiblanco en el fútbol femenino. Lo consiguieron con facilidad, para desconcierto de todos. A las visitantes les bastó con cumplir expediente —presión alta continua, buen posicionamiento, y mucho sacrificio— para desarbolar a un Madrid nublado.
Uno de los talentos de la Liga, Ludmila da Silva, tuvo mucho que ver, pues su mera presencia en el campo influyó en el errado planteamiento blanco. En primer lugar, David Aznar optó por reforzar su once con un extra de veteranía —Marta Corredera, Babett Peter, Thaisa Moreno—, a costa de la chispa, el descaro y la clarividencia de jugadoras como Olga Carmona, Claudia Florentino y Teresa Abelleira. Ninguna de las tres jugadoras estuvo a la altura: negadas con el balón en los pies y lentas en sus movimientos sobre el césped, empequeñecieron a un equipo que venía rebosante de confianza.
En descargo de Aznar puede comprenderse el instinto de supervivencia que se desprende del repliegue defensivo que presentó para reducir los metros libres por los que Ludmila podría correr. Sin embargo, con su decisión reactiva cedió simbólicamente el mando del partido al Atlético, que se adaptó al medio y creció desde ahí.
La defensa atlética, una de las mejores del campeonato, encontró tiempo y espacio para mover el balón, encajonar a las blancas y, en última instancia, desesperar a sus rivales. La suma de lo narrado tuvo su representación práctica en una de las situaciones de juego que no acapara portadas ni bases de datos estadísticas: cada balón dividido, cada balón sin dueño, llegó manso a pies rojiblancos. Su efecto a largo plazo es devastador, pues la frustración se acumula y termina por sacar del partido incluso a las mentes más frías.
El signo del partido, ya digo, se vio pronto en la acción que a la postre definiría el marcador. Córner dudoso botado por el Atlético, balón en el área no rechazado al primer intento, jugadora rojiblanca que emborrona la acción con un remate fallido en el que —quizás— pudo cometer mano, y remate a gol a bocajarro de Merel van Dongen, que caza el cuero sin dueño.
No estuvo fina en el arbitraje la colegiada, por lo que sus decisiones fronterizas que fueron cayendo una a una del lado visitante tampoco ayudaron a que el Real consiguiera, si quiera, tener un respiro mental a partir del que volver a tomar el pulso al choque. Pudo llegar el empate al borde del descanso cuando se pidió mano de Leicy Santos en el área del Atlético, pero la reclamación no fue atendida y los aspavientos de las madridistas siguieron aumentando en intensidad.
Sin embargo, para entonces las visitantes ya habían disfrutado de una nueva oportunidad clara de gol desbaratada por Misa Rodríguez con una intervención de otro planeta. La canaria, mejor jugadora blanca junto a Ivana Andrés y Marta Cardona, mantuvo vivo al Real Madrid hasta en dos ocasiones. En ambas disparó con veneno Deyna Castellanos, y en cada acción encontró la venezolana los guantes de una guardameta en estado de gracia.
Ni el descanso, ni los cambios, ni las intervenciones de Misa desviaron el curso de un partido ya encajonado en el desfiladero cincelado por el paso de los minutos. Podría haberse disputado un tercer tiempo adicional y nada habría cambiado. Solo la derrota, y la perdida efectiva de tres puntos ante el rival madrileño, permitirán al Madrid aceptar su mal partido y reanudar la carrera de fondo en su proceso de construcción.
Fotografías: Getty Images
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Pues nos pasaron por encima, especialmente en la primera parte, en la que casi ni olimos la bola. Aún así, manda narices que el gol que marcaron, con cualquier arbitraje medio decente y aún a falta de VAR, habría sido anulado por evidente control previo y acomodo del balón con la mano. Diremos irónicamente que la árbitra "no estuvo afortunada": hasta los saques de banda y los posibles córners a favor de nuestras chicas siempre, invariablemente, caían, por evidentes que fuesen, a favor de las Atléticas. Maneras y maneras hay de desquiciar a un equipo para aumentar sus dificultades, especialmente cuando está jugando mal.
Con todo, y a pesar de que se jugó muy mal, sólo marcaron uno. A destacar, Misa, que hizo un par de paradas espectaculares y evitó lo que habría sido un resultado mucho peor.
Ahora, a seguir trabajando, que las victorias volverán.
Concuerdo en parte, con la crónica.
Es cierto que nuestro equipo entró como un flan en el partido y sobre todo en la primera parte, siempre estuvo a merced de lo que quiso el Atlético, superiores físicamente en todo momento
Quizás, el peor partido de la temporada, incluyendo el jugado contra el Barcelona.
La segunda parte, fue un poquito más equilibrada.
Pero eso no me impide comentar la actuación de la colegiada. Primero en el gol y luego en múltiples decisiones que siempre nos perjudicaba (ya pasó contra el Barcelona). Espero que al menos en esta categoría no se convierta en una constante.
Otro punto, el entrenador. En los últimos partidos me sorprendía, para bien, Aznar, pero ayer volvió a hacer todo lo que no me gustaba de la temporada anterior.
En cualquier caso, todo esto sirve para seguir acumulando experiencia y desear que la moral siga intacta en los próximos partidos. Tampoco se puede pedir mucho más a un equipo nuevo que compite en primera división por primera vez.
Me preocupa que los aficionados que ayer vieron por primera vez un partido de las nuestras, deserten a las primeras de cambio.
Nada puedo añadir tras los comentarios de Walls y Portega. No tuvieron su día, pero el arbitraje fue de pena. Y lo tuvo que ver Florentino, que estaba en el campo. A por el próximo.
A Nuestro Amigo David Aznar, le vino el habitual ataque de entrenador.....( Amarrategui)
En los partidos anteriores el Medio Campo con Teresa Abelleira, Maite Oroz y Kaci, y la inclusion de Olga Carmona en el Lateral izq jugaba la pelota el Equipo con mucho criterio y velocidad.
Ayer partido importante, planteamiento conservador
Es deporte y, a veces, aunque se haga todo lo posible por evitarlo, ocurre. Ningún pero a nuestras jugadoras en cuanto a actitud, encomiable. La aptitud mostrada ayer no fue suficiente. Nauseabundo arbitraje. Prevaricaron.
Y las patadas que le dieron a Ludmila da Silva. de eso no habláis verdad, mas de una jugadora blanca no debería haber terminado el partido, pero es el Madrid y el tito Floren manda mucho y bien