Durante los seis años anteriores a que Cristiano Ronaldo llegase al Real Madrid, el club había ganado dos Ligas y dos Supercopas de España. En los siete que el astro portugués lleva en la capital se han conseguido dos Copas de Europa, un Mundial de Clubes (a la espera del que se está a punto de jugar), dos Supercopas de Europa, una de España, una Liga y dos Copas del Rey. Pueden ustedes hacerse una idea del salto cualitativo que supuso para la entidad su fichaje.
La renovación de Ronaldo es una buena noticia para el madridismo por muchos y muy variados motivos. El primero de ellos, por criterios estrictamente económicos: hablamos del deportista más rico del planeta, con unos ingresos totales cercanos a los ochenta millones de euros anuales y cuyos derechos de imagen coorporativos comparte al cincuenta por ciento con el Real Madrid. Decir que los veinte millones que cobra el portugués se recuperan con creces al cabo del año no es faltar a la verdad sino, casi con total seguridad, quedarse muy corto en el discurso. Además, según ha informado el club a diversos medios de comunicación, este nuevo contrato no supone una subida considerable del salario fijo, sino más bien un aumento de las variables por objetivos que son más beneficiosas para nuestros intereses, con lo que, a nivel económico, es una grandísima operación para el Madrid.
También es necesario aclarar que una renovación de contrato no significa obligatoriamente que Cristiano vaya a seguir en el Real Madrid hasta 2021. De hecho, si uno atiende a los casos recientes en la última década sólo encuentra a tres futbolistas que hayan conseguido terminar sus vinculaciones con el club: Jerzy Dudek, Sami Khedira y Álvaro Arbeloa. Lo que sí se consigue con esta renovación es un blindaje de cara a posibles compradores, una sensibilización del jugador con la institución y un sentimiento de pertenencia a la misma que, creo, se acrecienta con la rúbrica de este nuevo convenio. Cristiano ha sido el futbolista más determinante e importante de la historia reciente del Real Madrid y la entidad tenía que afrontar esta renovación casi obligatoriamente y, en mi opinión, la ha llevado a cabo de manera muy provechosa para sí misma. Pero, evidentemente, ni el aspecto económico ni el social han sido los más importantes a la hora de haber tomado esta decisión, pues sólo hace falta echarle un vistazo a sus estadísticas para entender cuán importante era lograr que permaneciese en Madrid el mayor tiempo posible.
Porque hablamos de un jugador especial, único e irrepetible. Hablamos del mejor goleador de la historia del fútbol mundial. Hablamos de un futbolista que ha conseguido trescientos setenta y dos goles en trescientos sesenta partidos, un porcentaje del que ni Messi, ni Ronaldo Nazario, Romario o el propio Alfredo Di Stéfano pudieron presumir en su día. En la peor temporada de Cristiano en el Real Madrid (2009-10, 29 goles) habría sido Pichichi de la Liga en setenta de las ochenta ediciones anteriores del campeonato. Es el máximo goleador de la historia del club, de la Champions League y posee el mejor porcentaje goleador de la historia del torneo español. Incluso con un arranque muy por debajo de lo que se espera de él en este nuevo curso, se ha situado en números que lo harían destrozar las mejores marcas de Raúl o Butragueño, de Hugo Sánchez o Van Nistlerooy.
CR7 es un símbolo del Real Madrid y lo es por méritos propios. Ha alcanzado lo que nadie en menos tiempo que nadie y se ha ganado a pulso esta renovación. A veces, cuando me asaltan las dudas sobre si ha sido conveniente alargar su contrato o no, recuerdo la frase que él mismo dijo en la rueda de prensa posterior a que estampase su firma en su nuevo contrato: “Siempre voy a dar la cara por este club, porque es el equipo que llevo en mi corazón”. Entonces, de un plumazo, se me borran inmediatamente. Si Cristiano consigue estar al cincuenta por ciento del nivel que ha alcanzado en estos siete años, habrá sido la mejor renovación en la historia del Real Madrid sin ninguna duda. Si consigue mantener la velocidad de crucero que ha demostrado desde aquel ‘Hala Madrid’ que coreaba junto a ochenta mil almas en el Bernabéu en esa tarde calurosa de julio, no habrá quién pueda hacernos sombra alguna en todo el planeta tierra.
Totalmente de acuerdo,en todos los puntos comentados.Los unicos que pueden no estar de acuerdo,con la ampliacion de contrato,son sin lugar a dudas,enemigos o bien del Real Madrid o de su presidente y saben el exito y el bombazo que significa esta noticia,a nivel MUNDIAL.
Otra cosa:ejemplar,Cristiano Ronaldo,tanto en sus palabras de agradecimiento,como en las contestaciones a las preguntas de la prensa.
Y otra mas:El montaje del acto,de principio hasta el final,un exito televisivo a nivel mundial.baybay....
Entiendase bien lo que digo: CR7 es tan Grande o talvez mas que Distefano, porque Distefano disfrutó del mejor Madrid de la historia, a lo que Don Alfredo no fue ajeno; y CR7 se ha liado a puño limpio contra el mejor Barcelona de la historia y con todo en contra incluido un Madrid muy iregular.