Cristiano: objetivo y sueño

Puede ser el deportista del mundo con más minutos de televisión.  Puede ser el deportista del planeta con más páginas de cobertura en prensa. Sin embargo, cuando le escucho hablar, cuando un periodista consigue charlar con el luso en un ambiente de relajación, cuando saca lo mejor de él y se expresa con tranquilidad, a mí Cristiano me emociona y me refuerza en mis creencias.

Tengo la suerte de hacer todas las semanas, en Real Madrid TV, partidos de la fábrica, donde veo jugadores que, aún en su infancia, tienen un talento increíble. Tienen cualidades innatas que la vida o su carga genética les ha regalado. La realidad es que para ser futbolista profesional esto no es suficiente. Lo digo yo, que talento tuve el justo y aun así conseguí serlo.

Hace poco le dieron otro premio a Cristiano. En una entrevista a resultas del premio emitió la siguiente perla: “En el fútbol debes acompañar con esfuerzo el talento que tengas, y lo debes acompañar al menos en la misma proporción”. Me conmovió escuchar decir algo así a alguien de su talla.

Parece como si nosotros nos empeñáramos en saber cuánto dinero gana, cómo se peina o de qué coche se baja, pero la sensación es que él no comparte nuestras curiosidades u obsesiones. Desde hace veinte años, a él solo le preocupa entrenar y ser fiel a la norma antes señalada. Solo aportando tanto trabajo como talento se dará a sí mismo el respeto que dicho talento demanda. Sólo siguiendo esta política logrará mantenerse en la élite: logrará seguir siendo el mejor.

Tiene que ser difícil ser Cristiano. Ser Cristiano tiene que comportar obligaciones para con tu familia, tus amigos e incluso gente anónima con la que no debe de ser fácil lidiar. Lo importante, sin embargo, es que incluso después de haber alcanzado ese status, donde lleva instalado muchos años, las prioridades no se vean alteradas. En esa lista de prioridades, el fútbol sigue ocupando un lugar absolutamente preponderante. Ése es Cristiano.

En el fútbol, como en la vida, nada te asegura nada. Ni aun entrenando todas las horas del mundo tienes garantizado el convertirte en alguien tan grande como él. Lo que yo sostengo es que si tienes talento para algo, acompáñalo de esfuerzo y seguro conseguirás tener la tranquilidad de haberlo dado todo, de haberlo puesto todo para conseguir tu objetivo. Lo más seguro es que te sorprendas de lo que puedes conseguir si de verdad te esfuerzas. No debemos confundir los sueños con los objetivos, aunque a veces sean tangenciales. Mi sueño era ser Raúl y mi objetivo vivir del fútbol; mi esfuerzo, aunque no pude cumplir mi imposible sueño, me llevó a cumplir mi objetivo. El objetivo (y el sueño) de Cristiano siempre fue ser el mejor. Su esfuerzo le ha llevado a conquistar ambos: objetivo y sueño. Que lo disfrutemos muchos años.