"Crece Leo". Todo vuestro

Buenos días. Si día a día es complicado encontrar una explicación terrícola a las portadas de la Central Lechera, en jornadas como la de hoy resulta completamente alienígena encontrar sentido a sus primeras planas. No entendemos cómo la pléyade de trovadores de Casillas que medran entre las rotativas no ha aprovechado la música de su duelo europeo con el pérfido, cruel y maligno Mourinho de Setúbal para la épica letra de un nuevo cantar de gesta.

Quizás es porque anoche el de Móstoles no se dio a la epopeya. A lo mejor es porque Mou ha podido ayudar a que Iker gane el único trofeo que le falta, de acuerdo con las propias palabras del entrenador del Chelsea. Casillas se marca un blues, el Oporto un fado y se anticipa un futuro mediático que cargará contra Mourinho por un agravio dialéctico intolerable contra el capitán de La Roja que tanto nos ha dado. Ya saben que al final todo es cuestión de enfoque. Leímos, leemos y leeremos –pero no en las portadas- que el Chelsea de Mou destruyó al Oporto de Iker. Olvídense de los Cesc, Azplicueta, Pedro o Diego Costa que militan en las filas del equipo londinense. Ya no son españoles. Son Mourinholes. Quizás demasiado impíos para compartir sotana con el Santo bajo los palos.

Es difícil por tanto comprender por qué Marca relega a la clandestinidad una noticia de tanto alcance que conjuga todos los ingredientes de un buen culebrón venezolano: bueno buenísimo, chica guapísima y malo malísimo. Habituada la prensa deportiva capitalina a un constante baño y masaje, ayer se quedó sin happy ending. Desnortado, con Iker camino de jugar contra el Athletic en Europa, el Diario de La Hernia opta por una portada apicultora propia de un país multicolor en la que James e Isco, abrazaditos, nos proveen de la mejor versión del Madrid. Tras  el histórico 8-0 ante el Malmoe (sí, histórico, ustedes perdonen) parece un tímido intento por provocar un nuevo retortijón en el madridismo. Un lector habitual de la Central Lechera pensaba que James llegó desde un cártel colombiano para relegar a un compatriota al banquillo por una ventolera de Florentino. Ahora asegura Marca, no sólo que son compatibles, sino que son la repanocha en un nuevo giro de guión que ríase  usted de chinos que resucitan en televisión después de ser objeto de una merienda de zombis. Sin apenas nada sabroso que echarnos a la boca, fustigamos hoy la portada de Marca con el látigo de nuestra indiferencia.

Preferimos flagelarnos zurriago en mano con la portada del diario de Freddy y sus muchachos. Si en Marca la eliminación del Oporto de Sara Carbonero pasa desapercibida, en As directamente desaparece del mapa. Pero no sólo. Ayer ocurrió algo muy grave en Stanford Bridge y nos acostamos pensando en cómo Relaño ayudaría a resolver un entuerto alarmante que amenaza con perturbar y destruir la tranquilidad de la sacrosanta Roja, antes conocida como Selección Española. Anoche, Diego Costa, un futbolista que toca la lira en sus ratos libres y se caracteriza por unos modales exquisitos propios de un Lord Inglés, nos dejó en la retina una patadita alevosa a Casillas que le enervó (casi) tanto como cuando le vacilan en Twitter. Tendremos que llamar a Mulder y Scully para descubrir por qué no encontramos rastro de la coz del delantero de Lagarto a Capitán Móstoles en ninguna de las portadas de los cuatro Jinetes del Apocalipsis.

También recomendamos la adquisición de palomitas para disfrutar cómo se merece del cuento chino-salmantino que narrará Vicente del Bosque para justificar la presencia en el equipo de un macarra capaz de patear al enchufado de la oficina, al hijo del jefe, al retoño del propietario,  o a lo que se le ponga por delante. Arbeloa decidió un derbi corresponder a Diego Costa hablando con los pies el mismo lenguaje patibulario: raudo y veloz, el Marqués decidió prescindir de sus servicios para siempre. Veremos qué pasa ahora que la princesa ha sido agredida, ¿qué tendrá la princesa?

Y ¿qué tendrá Relaño en la cabeza para omitir de su portada una historia que tiene todos los circenses ingredientes para una función que ríase usted de Ángel Cristo poniendo a prueba la dureza de su mollera entre maxilares leoninos? No lo sabemos. Preferimos aprender una palabra nueva: “Mufa” (Moho o mancha de humedad, enfado o mal humor con algo que molesta), con la que Freddy nos obsequia en una portada envasada en salazón como los arenques del marinero que viaja una larga temporada en alta mar. La portada no está mal, es cierto, pero es de ayer, señores. De antes de ayer, incluso. Cristiano contó todo esto en zona mixta al término del partido contra el Malmoe por lo que cabe deducir que los muchachos de Alfredo no se han estrujado el cerebelo precisamente para encontrar un tema que opaque la eliminación del ídolo y la patada del camorrista de Lagarto. Cristiano se reconcilia con el mundo dice Relaño en su púlpito mientras él pasa de puntillas por asuntos que enturbian el fenomenal ambiente auspiciado por Gerardo en el seno de un combinado nacional que a veces se asemeja demasiado a un Dyc con coca cola. Eso sí, no se priva Relaño de describir a CR7 como un enfermo de psicopatía narcisista en la que ya es habitual pincelada surrealista de sus lienzos costumbristas.

Pereza supina y suprema genera hoy por su parte la Factoría de Butifarras en sus portadas de la jornada presididas por el rácano empate del Barcelona en Leverkusen gracias a una soberbia actuación de Ter-Stegen. Cuando un guardameta salva un resultado en la Ciudad Condal todo son loas para una actuación soberbia. Sin embargo, cuando las paradas las protagoniza el único ‘tico’ que sabe volar se hablará de rescates bajo los palos de un Real Madrid a la deriva, sin defensa, sin medio campo, sacudido por las ventoleras de Florentino, los galimatías tácticos de Benítez, la hernia de Bale, la tristura de Cristiano, la chirigota de Cherysev y la tarima de Kevin Roldán. Cuestión de perspectiva.

Eso sí: Mundo Deportivo nos lo pone tan a huevo que, elegantemente, declinaremos entrar al trapo. "Crece Leo". Hay ironías que nos reservamos, como el niño que se pide el Tigretón (hola, Falstaff), a la salida del cole. Otras son tan jugosas que no podemos privar de ellas al pueblo llano. Contraviniendo la norma habitual en prestidigitadores, ilusionistas y malabaristas, os diremos que esto, queridos niños, sí podéis intentarlo en casa. "Crece Leo". Adelante. Todo vuestro.

Rescatamos dos apuntes de Sport. Aseguran los amics de Mascaró que Cristiano se apunta a la guerra contra Piqué en una carambola victimista de la que se deduce que es Arbeloa quien hackea la cuenta de Twitter de Gerardo y dobla para TV3 las soflamas y discursos del consorte de Waka-Wakas en las celebraciones del culerío. La guinda del souflé catalán de la jornada la pone por su parte Papá Neymar, centrado en los últimos días en satisfacer la noble tradición azulgrana de las renovaciones millonarias anuales, mensuales o semanales de sus estrellas sin menoscabo de la Agencia Tributaria. Daddy Ney asegura que no llevará a su churumbel a jugar a Madrid para deleite de la parroquia de Sor Lucía Caram. Sin comisión, se entiende.

Nosotros preferimos al Padre Suances. Más allá de disgustos y decepciones estamos cultivando la virtud de la esperanza, páter dixit en Twiter. Y en eso estamos. Aunque les joda y las portadas miren hacia otro lado en lo relativo al Santo.